Monchito es un perro labrador mestizo que se  convirtió en el símbolo de los cachupines evacuados desde Chaitén.

El can de 3 años fue el primero en posar sus cuatro patitas en suelo puertomontino.

El  perro fue trasladado el miércoles por un equipo de Canal 13, que lo bautizó en honor al periodista Ramón Ulloa. El martes lo divisó en las calles cubiertas de ceniza mientras despachaba desde la solitaria Chaitén.

Apenas llegó a Puerto Montt, Monchito fue acogido por la clínica veterinaria Petrohué, donde lo revisarán entero.

Los veterinarios lo encontraron robusto y sano como un brócoli. Allí se quedará esperando que sus dueños lo reclamen y se lo lleven de vuelta a casa.

REGALÓN

Durante la mañana, el simpático coludo hizo un recorrido por los refugios. Estaba acompañado por las tías de la  agrupación protectora de animales de Puerto Montt "Albergando un Amigo".

Monchito tenía la secreta esperanza de reencontrarse con sus seres queridos en alguno de los albergues, pero lamentablemente no los halló.

Sin embargo, gracias a las pepas de unos broca cochis, el cachupín puede estar cerca de encontrar a sus amos.

"El es el perro de la Yamiel Mayorga, una compañera de curso de Chaitén. Estoy casi segura", señaló una chiquilla.

Los niños dijeron que su verdadero nombre era Toño y que sus dueños se encontraban en algún lugar de Castro, en Chiloé.

La pena que Monchito sentía por no hallar a sus dueños las pasó rápidamente, porque en todos los lugares que visitó una avalancha de niños se le colgaba del cuello y comenzaba a regalonearlo.

"Es el perrito de la tele, es tan lindo", comentó Luis (7) un chiquitito amante de los animales que aún no encuentra a su propia mascota extraviada.

Al cachupín no se le subió la fama a la cabeza. Todo lo contrario. Se manejó bien. No hizo ningún aspaviento y se entregó al toque al cariño infantil meneando su colita.

BRIGADA

Javiera Martínez, guaripola del grupo de animalistas "Albergando un Amigo", dijo que continuarán con la cruzada de asistir a los cachupines junto a los veterinarios de la Universidad Santo Tomás.

"Nosotros seguiremos aquí. Deseamos ir periódicamente a revisar a los animales y traer a los dueños para que reconozcan a sus mascotas por fotos. Eso sí, necesitamos ayuda del Gobierno y de la FACH para viajar a Chaitén y cumplir nuestra misión como los animalitos merecen", rugió Javiera.