Wena Papito: el fenómeno que nació en cuarentena

El encierro hizo que Eduardo comenzara a grabar a su taita Juan por toda la casa, sin saber que miles de personas se iban a volver adictas a sus aventuras.

Todo comenzó en abril. Con el que entonces sería un inocente reencuentro entre padre e hijo. "Yo vivía en Angol en ese tiempo y mi papá (Juan Jara, de 54 años) me fue a visitar (vivía en Temuco) e iba a estar sólo unos días. Pero entonces decretaron cuarentena y se tuvo que quedar conmigo varias semanas", nos contó Eduardo (26 años).

Fue en ese momento, cuando el aburrimiento del encierro y sus trabajos suspendidos, hicieron que el hijo comenzara a grabar a su taita 24/7 para mostrarlo en la ahora ultra-conocida cuenta @wenapapito.

"Sé que mi papá es rabieta, chucheta, mañoso y como sabía que le molestaba, más lo grababa", confesó el productor musical. "¿Cómo no me va a molestar, si este hueón me graba hasta cuando estoy en el baño?", replicó el también intérprete de canciones antiguas.

La primera "aventura" de esta dupla apareció en Tik Tok el 28 de abril y sumó cerca de 100 likes, pero sus seguidores comenzaron a aumentar como espuma cuando ambos se las dieron de maestros de la construcción. "Hicimos un techito en la casa de Angol (ahora ambos viven en Temuco) y allí publicamos una saga de ocho videos, porque a la gente le gustó mucho. De un día para otro, mi papá me dijo que habíamos llegado a los 10 mil seguidores y no le creí", recordó Eduardo.

Hoy suman más de 217 mil personas en la red social de moda y a través de su Instagram (@wenapapito) interactúan con la gente para intentar sacarles una sonrisa entre tanta tragedia. "Si esto ayuda a que la gente tenga un respiro, yo me siento feliz", confesó don Juan.

Solidaridad

Pero no sólo de retos, bromas y rabietas viven en esta familia. Algo hay que inventar para echarle a la olla, más aún cuando los emprendimientos que ambos tenían se fueron a las pailas con el coronavirus. "Mi pega pasa por una mala racha, por lo que me enfoqué en esto", dice el chiquillo, mientras que su progenitor acotó: "Compramos uno de esos carritos para vender comida y ya teníamos un lugar para colocarlo, pero todo quedó en nada con la pandemia".

Por lo mismo, ante el éxito de sus videos, decidieron vender vasos, poleras, gorros, chapitas y llaveros con su sello. "Además, difundimos obras sociales y emprendimientos familiares, para que todos nos apoyemos en esta crisis económica", señaló "Papito".

El mismo que ya se acostumbró a que su regalón lo siga con el celular para todos lados, porque como ambos dicen, "a veces nos cansamos un poco, porque hoy le dedicamos nuestra vida a esto, pero la gente se lo merece por todo el cariño que nos brindan".

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