En su primera experiencia como entrenador, el Gurú causó sensación en La Araucanía, motivando incluso un reality show. Aunque su habilidad con los medios no pudo evitar que el conjunto descendiera a Tercera División.
Luego de saltar al estrellato como mediocampista defensivo, Eduardo Bonvallet desarrolló una gran carrera lejos de las canchas de fútbol, ganando notoriedad rápidamente en los medios por su visión en el deporte. El denominado Gurú se hizo de un nombre en el mundo de las comunicaciones, pero su fama no lo alejó de su pasión.
El comentarista deportivo asumió en 2002 el mando de la selección de la Universidad Gabriel Mistral, donde obtuvo buenos resultados, lo que le valió años más tarde para ser considerado DT de un club del profesionalismo que necesitaba urgentemente un salvavidas: Deportes Temuco, de la Primera B.
El conjunto del Ñielol estaba en la parte baja de la tabla del ascenso, por lo que Bonvallet llegaba con la misión de retener la categoría, así que la dirigencia depositó todas sus fichas en él para que comandara al plantel en un verdadero cambio de mentalidad y juego.
Llegada de rockstar
Su arribo a La Araucanía generó gran expectación, y no solo entre la afición de Deportes Temuco, sino que la atención de los medios también se volcó en esta nueva experiencia del estratega, al punto de que Canal 13 incluso emitió un reality show para aprovechar el fenómeno Bonvallet, y el boom de este formato televisivo.
“Temuco: la última frontera”, se llamó el programa que contó con entrevistas al Gurú. “A mi me contrataron para salvar al equipo de Tercera División y el próximo año vamos a subir a Primera División. Ahora yo en mi corazón y en mi alma tengo otro propósito, pero me lo guardo”, confesó a las cámaras del programa.
El ex Universidad Católica fue presentado el miércoles 25 de abril, y en su conferencia fue rimbombante y dejó en el aire una gran promesa: “Llegaremos a la Copa Libertadores, no tengo ninguna duda que vamos a remontar”. Un compromiso complejo considerando que Eduardo estaba asumiendo a un cuadro que no había ganado ningún partido en la temporada.
Solo días después tuvo su primer entrenamiento con el equipo, y de inmediato se atravesó con algunos jugadores. Conocido era su gusto por la buena estética, por lo que no dejó entrenar a Ricardo Olivare porque tenía el pelo largo, generando un quiebre instantáneo con el jugador, quien se negó a cortarse el pelo y fue separado del plantel.
“Yo ya estoy grande para saber lo que hago. No tengo nada en contra de él, pero tengo principios claros”, comentó el jugador a la prensa por aquellos días.
Su primer partido como DT fue en condición de local ante Copiapó. 15 mil personas repletaron el antiguo Germán Becker para presenciar este cambio en la modalidad de juego que prometía el Gurú, sin embargo los resultados no llegaron tan rápido, y su racha sin victorias se extendió.
“Una alegría mesurada”
El 11 de mayo de aquel 2007 se jugó la fecha 11 del torneo, Deportes Temuco acumulaba 10 derrotas consecutivas, pero la metodología de Bonvallet comenzaba a mostrar los primeros resultados. Aquella jornada los de La Araucanía se enfrentaron a Arturo Fernández Vial en el estadio Municipal de Collao.
Los visitantes abrieron la cuenta en el minuto 36’ del primer tiempo, con un gol de Francisco Ibáñez que permitió ir al descanso con tranquilidad. El complemento comenzó bien para Temuco, ya que Patricio Neira ampliaba la ventaja a los 58 minutos, un 0-2 que los pupilos del Gurú defendieron hasta el pitazo final.
Una victoria que se sintió como un renacer del club, llenando de ilusiones a los hinchas que sumaban sus primeros tres puntos de la campaña, que aún faltaba mucho para salir de la zona de descenso, ya que Curicó Unido y Unión San Felipe, que eran los equipos con menor diferencia, tenían ya 11 puntos.
En conversación con la prensa, Eduardo Bonvallet se mostró tranquilo cuando entregó los comentarios acerca de su primer triunfo en el ascenso: “La entrega del equipo fue espectacular, a este plantel le faltaba recuperar la fe y fuimos justos ganadores. Veníamos a jugar con un elenco muy difícil como Fernández Vial y demostramos que estamos entre los mejores de la Primera B. Estoy contento, pero con una alegría mesurada”, declaró a CDF.
Pero lo que tenía indicios de una remontada memorable, se quedó en la ilusión, ya que no pudo tomar la regularidad deseada, quedando en varias oportunidades en zona de descenso. Ante este panorama, la hinchada albiverede en más de una oportunidad intentó agredir al ex futbolista, responsabilizando por los malos resultados.
Aquella primera experiencia de Bonvallet en el profesionalismo no terminó de la mejor manera, ya que no pudo hacerse cargo del equipo durante las últimas jornadas por motivos de salud. Deportes Temuco trabajó bajo el alero del ayudante Mauricio Guevara, quien ocupó el banquillo hasta la fecha final, cuando el conjunto descendió a la tercera categoría del fútbol chileno. Pese al interés de la dirigencia de contar con el Gurú para el año venidero, el rostro televisivo dio un paso al costado de la dirección técnica.
“Qué importa que en los libros salga que descendí, si mi conciencia la tengo tranquila, si salí séptimo desde mi llegada. Lo importante es que se me fue la soberbia. Viví emociones fuertes que me hicieron bajar del mundo en que vivía”, reveló Eduardo Bonvallet en una entrevista a El Mercurio.