“Nunca fue manejable”, se apresuró a explicar Claudio Borghi, cuando en ESPN Chile se hablaba de la roja que se buscó Arturo Vidal el domingo en La Florida y que le impedirá vestirse de corto, por lo pronto, contra Universidad Católica.

Borghi, que dirigió a Vidal en Macul entre 2006 y 2007, antes de que arrancara su periplo europeo en Leverkusen, antes de que lo llamaran Rey, luego subrayó: “Tiene una forma de ser que en algunos momentos lo hizo importante, en los clubes más importantes del mundo. Él tiene un carácter muy importante y se impuso en el fútbol y en la vida”.

“El tema”, sin embargo, “es que a los treinta y siete años ya debería haber aprendido de las cosas que hay que hacer y las que no”.

Vidal es “un ejemplo futbolístico”, sostuvo el “Bichi”, pero “con esta actitud deja de ser un ejemplo para toda la barra de Colo Colo”. Por ejemplo, “cuando uno lee los comentarios, increíblemente genera mucho rechazo”.

El deseo de Borghi

A modo conclusión, el exentrenador albo y de La Roja demandó un mejor desenlace para un periplo tan grande —Bayer Leverkusen, Juventus, Bayern Múnich, FC Barcelona, Inter de Milán, Flamengo, Athletico Paranaense— como el del “King”:

“A mí me gustaría que tuviese un final de carrera, y no digo que se tenga que retirar, como merece: como un gran ídolo, como un gran jugador de selección”.

Como sea, a la espera de lo que tenga que decir el Tribunal de Disciplina, Arturo Vidal se perderá el próximo lance del “Cacique”, el primer fin de semana de julio, ante Universidad Católica. Si el castigo se extiende por más de una fecha, el escenario al que más temen en Macul, tampoco podrá estar en el superclásico ante Universidad de Chile.