“Fua, ahora empieza este a jugar, ahora no juego yo…”: Martín Lasarte delata celos en el camarín de La Roja por Ben Brereton

Martín Lasarte y Ben Brereton.
Martín Lasarte y Ben Brereton.

El exentrenador de la selección explicó que el delantero anglochileno generó una especie de preocupación en sus compañeros.

En 2021, sin dudas, Ben Brereton emergió como la gran sorpresa y, por qué no, como una suerte de salvador para La Roja. Desde su debut en la Copa América, marcando un tanto ante Bolivia, y luego cuajando notables actuaciones ante rivales como Paraguay, Venezuela y Argentina en la recta final de las eliminatorias, Martín Lasarte encontró en el delantero anglochileno del Blackburn Rovers la frescura y el recambio que necesitaba en los últimos metros.

Sin embargo, en las últimas horas, el ahora exentrenador del combinado nacional ofreció una entrevista en ESPN donde reveló que la aparición de Brereton en determinado momento supuso un cierto ruido en el camarín de la Generación Dorada.

Para explicarlo, “Machete” partió desde un caso más amplio: “Los seres humanos, o ustedes en los medios cuando aparece alguien destacado, dicen ‘¿quién es éste?, mira cómo habla, mira cómo comenta’..., no sé si es envidia, pero llama la atención”.

Y luego apuntó al caso específico de La Roja: “Lo de Ben era muy bueno, pero generaba algo en sus compañeros como ‘fua, ahora empieza éste a jugar, ahora no juego yo’, no entendiendo que podían ser complementarios, que podían jugar juntos o podía ser uno por otro”.

“Algunos partidos se ganan desde lo físico, para terminar mejor en los últimos 20 minutos, pero a veces cuesta hacer entender eso”, añadió el uruguayo.

Por ejemplo, Lasarte explicó que Brereton “levantaba la mano para que se la tiraran y hubiese ataque directo, pero los jugadores no sienten eso, no saben hacerlo. Y hay que ampliar el espectro, se hizo algo bueno, pero ya pasó. Ahora hay que ver otras cosas. No es pecado hacer goles de córner o defender un poco”.

Finalmente, específicamente en el caso de los delanteros que solían acompañarlo, Sánchez y Vargas, la dupla que tantas alegrías nos regaló los últimos años, desglosó que “en el caso de Alexis entendía que debía cambiar, bajar, dar una mano. Y nosotros en un momento dijimos que venga de más atrás y pongamos otro compañero. En el caso de Eduardo no, porque son otras características”.

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