Es cierto que el que ha tomado por asalto la portada de cada partido de Universidad de Chile en el último tiempo es Lucas Assadi, cuyo resurgir en el segundo semestre le ha permitido a los azules, entre otras cosas, ganar la Supercopa y alcanzar las semifinales de Copa Sudamericana. Pero para ser totalmente justos, apenas un peldaño por debajo de Assadi debe considerarse a Javier Altamirano. Acaso su socio ideal en la construcción del fútbol que pretende Gustavo Álvarez, el volante ya disipó cualquier duda existente acerca de su estado de salud tras el episodio convulsivo que sufrió en marzo de 2024.

Tanto así, que no bien culminó el compromiso ante Alianza Lima, en el cual Altamirano fue autor del segundo tanto universitario, el presidente de Azul Azul, Michael Clark, anunció su compra definitiva: “Durante la semana firmamos y Javi ya es jugador de la ‘U’ para el año que viene”, dijo en zona mixta. “Estamos muy contentos con él”.

Concretamente, Universidad de Chile adquirió el 50% de su pase, que era propiedad de Estudiantes de La Plata, de modo que su nuevo vínculo lo une a los azules hasta diciembre de 2028.

Lo que se desconocía hasta ahora eran las cifras de la operación, pero El Deportivo las acaba de confirmar: la “U” pagó un millón de dólares para quedarse con Altamirano.

Según recoge el medio, “la opción de compra contemplada en el contrato de préstamo entre azules y pincharratas ascendía originalmente a US$ 1,2 millón”, sin embargo, “si dicha cláusula se ejecutaba antes del término de la cesión temporal, es decir, antes de fin de año, el precio se reducía significativamente”. De ahí que el directorio de Azul Azul acelerara las tratativas.

En resumen, el Romántico Viajero se ahorró 200 mil dólares para quedarse con el 50% de su ficha. ¿El 50% restante? Pertenece a Huachipato, elenco donde se formó.

Los números de Altamirano en la “U”

El 19 suma treinta y cinco partidos como azul, con siete goles y tres asistencias. Pero al margen de esos números, lo suyo ha sido diferencial por la dinámica que ofrece al mediocampo. El “Otaku” no sólo se convirtió en el mejor socio de Lucas Assadi: sin el lesionado Israel Poblete, también ha sido un apoyo clave para Charles Aránguiz y Marcelo Díaz.