El mal pasar de Colo Colo no debe reducirse tan sólo al plano futbolístico, que por supuesto no es poco. Pero dicen desde la interna, esto es consecuencia de lo que ocurre desde hace un tiempo, fuera de la cancha, entre el plantel y el cuerpo técnico que lidera Jorge Almirón.

Concretamente después de la salida de Maximiliano Velásquez, su exayudante técnico y mano derecha, quien mantenía una estrecha relación con los jugadores. Con Pablo Richetti, su reemplazo, ya habrían tenido roces.

Pero más tarde hubo otro asunto que caló hondo en el seno del plantel: Almirón decidió prescindir de Abdon Gallardo, su psicólogo deportivo. Cuentan que la cercanía con los futbolistas era tal, que algunos siguen trabajando por su cuenta con él.

Después, hay motivos evidentes y otros no tanto.

El apretón de la Garra Blanca cabe en el primer punto. Los barristas del club interpelaron a los referentes (Esteban Pavez, Brayan Cortés) mediante redes sociales e incluso se acercaron a parar al propio Jorge Almirón mientras conducía.

En el otro, está, según La Tercera, otro de los mayores problemas entre el DT argentino y los jugadores:

“Habla muy poco con ellos” y “parece muy nublado” a la hora de dirigirlos, informaron adentro.