Este sábado se cumplirá un año exacto desde que Randy Orton se alejó de los cuadriláteros. El 14 veces campeón mundial de la WWE —World Wrestling Entertainment, la promoción de lucha libre líder en el mundo— se presentó por última vez el viernes 20 de mayo de 2022 en el programa SmackDown!, acompañado por Matt Riddle, para hacerle frente a The Usos. Pero, desde entonces, no se supo mucho más de él. Su ausencia, de hecho, se ha tratado con suma discreción.

En principio, la información se limitó a la delineada por la compañía: que “La Víbora”, como le apodan, sufría una lesión en la espalda, de modo que necesitaba un descanso. Pronto, eso sí, se reveló que el alcance de la molestia era mucho mayor a la que inicialmente se creía, y que Orton debió pasar por el quirófano para someterse a una cirugía de fusión de la espalda.

Claro, el luchador de 43 años es considerado como uno de los más grandes de la historia, y como tal, bajo su personaje de rudo ha sido rostro de la empresa por varios años, lo que también ha repercutido en su físico. Sin ir demasiado lejos, el movimiento con el que suele acabar sus combates, la “RKO”, supone un fuerte impacto sobre la zona lesionada.

¿Vuelve al ring?

Sobre su prolongada ausencia, habló recientemente su padre, el exluchador Bob Orton, con Sportskeeda, y aunque explicó que Randy “está entrenando, así que veremos que pasa” en relación a un eventual retorno, luego dejó una preocupante revelación:

“No sé si tiene ganas de volver. Si tiene ganas de volver o si siente que está listo para volver, creo que podría hacerlo…”, comenzó.

“... Por otra parte, está muy bien vigilado. No creo que necesite volver. Creo que los médicos le han dicho que no lo haga. Randy hará lo que Randy quiera hacer, siempre lo hace”.

De momento, parece que sólo queda esperar. Hace unos meses, se especuló con una posible vuelta de Orton para el evento magno de la WWE, Wrestlemania, pero distintos medios que cubren la actualidad de la lucha libre lo descartaron. El caso de “La Víbora” recuerda al que atravesaron otros luchadores, que por recomendación médica debieron alejarse de la actividad por unos años, como en el caso de Edge o Paige.

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