El chef Marco Barandiarán le tiene fe a Perú: "Dará la sorpresa"

Llegó en el año 92 a Chile para recorrer el país por unos días, pero terminó quedándose y haciendo su vida en nuestras tierras. Nacido y criado en Perú, pero a estas alturas también se siente un chileno más, donde ha deleitado a más de algún compatriota con las bondades de la gastronomía incaica.

Se trata de Marco Barandiarán, chef peruano de 56 otoños y dueño de la cadena de restaurantes que lleva su apellido como nombre. Por lo mismo, y ante la participación del equipo de Ricardo Gareca en la cita planetaria de Rusia, el capo de la cocina recordó sus inicios en nuestro país y su historia de sufrimientos esperando volver a ver a su Selección en un Mundial.

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"Vine con la idea de conocer Chile, llegué pato, pero terminé quedándome. Ahora soy dueño del Restaurante Barandiarán, pero me costó mucho. La receta fue trabajar, trabajar y trabajar", canta de entrada el chef y genio de la gastronomía, que también se ha codeado con los rostros de la pantalla chica y programas para dar a conocer su trabajo.

Y como el hombre ya lleva 25 años zapateando en nuestras fondas, la gente lo reconoce como tal, donde los saludos y visitas a su local son pan de cada día. Por lo mismo, Barandiarán recuerda con emoción los momentos peloteros que vivió junto a Perú en Chile.

"Aquí viví el año 97 la eliminatoria de Perú con Chile en el estadio nacional, cuando nos quedamos con la fiesta hecha. Con un empate clasificábamos, de eso han pasado 20 años, fue una cosa grande, fui el que me organicé con la barra para ir al estadio", lagrimeó, en una definición donde la Roja de Nelson Acosta dejó con las manos vacías a Perú, de cara al Mundial de Francia 98.

Por lo mismo, y como todos los peruanos, tras confirmarse el paso de su Selección a Rusia 2018, el empresario se sacó la mufa de 36 años y fue pura emoción y celebración.

- ¿Cómo fue el momento del pitazo final y la clasificación a Rusia?

-Uff, lloré demasiado con esa clasificación. Contra Nueva Zelanda (repechaje), cuando Farfán hace el gol, las lágrimas contenidas por 36 años eran un aluvión, generaciones completas... Cuando fuimos a España 82, éramos solamente 18 millones, y ahora 30 millones en el Perú, y súmele a los de de afuera.

- ¿Le tiene fe al equipo de Gareca?

-La ilusión es más grande aún, no vamos cargado de tantas expectativas ni somos favoritos de nadie, pero Perú va a dar la sorpresa y ahí estamos.

- ¿Qué significa Paolo Guerrero para ustedes?

-Cuando notificaron que finalmente iría al Mundial, me emocioné mucho. Iba camino a dejar al colegio a mi hijo y al saber la noticia fue una tremenda alegría para nuestro pueblo. La ilusión es más grande al saber que contamos con él. Es nuestro caudillo, nuestro guerrero, y estamos viviendo una nueva etapa con él en ataque.

- ¿Cómo lo trata el chileno?

-Siento una motivación especial en el ambiente. Siento el aprecio, todos me apoyan y saludan acá. Creo que el chileno apoya a Perú, porque a Argentina, ni cagando po jajá.

- Usted es un chileno más...

-He vivido estas Copa América como un chileno más. Tras 26 años en el país, uno tiene el corazón partido y tengo dos banderas, no lo puedo negar. De hecho, tenía más conocimiento de Chile, la preparación de todo, la emoción es súper grande, celebrar como un chileno más, mi señora es chilena, mis hijos son nacidos acá. Además, el pisco sour es chileno, sólo que la receta es peruana jajá.

- ¿Y qué sensación le dejó el debut ante Dinamarca?

-Un poco triste, pero no derrotado completamente. Jugamos más que Argentina, solo que no pudimos empatar. Parece que (Christian) Cueva había practicado los penales con Messi, no hay explicación. Uno se lamenta, porque fueron 36 años esperando y volver con derrota, es un sabor amargo.

- ¿Y cómo ve la mano ante Francia?

-Nos vamos a poner a la altura con Francia. Viene este partido muy importante y después el de Australia. No se ha dicho la última palabra para Perú.

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