La historia cambió en apenas nada. De estar cortado, y no haber ninguna clase de relación, a sentarse y encaminar una renovación que hace veinticuatro horas parecía imposible.

Ése es el estado de cosas en la novela que protagonizan Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain.

El club parisino fue el primero en dar las buenas nuevas, luego del magro empate sin tantos que cosechó el elenco dirigido por Luis Enrique, como local, ante el Lorient en el inicio de la Ligue 1: “Después de conversaciones muy constructivas y positivas”, anunciaron, “el jugador fue reincorporado al entrenamiento del primer equipo de esta mañana”.

De este modo, el cuadro presidido por Al-Khelaïfi entiende que la disposición del astro galo es otra, y por ende, resolvió levantar un fuerte castigo que lo tenía apartado del plantel de honor desde el pasado 21 de julio. Es más, Mbappé no fue considerado para la gira de Japón y no disputó minutos en los amistosos de pretemporada.

En las últimas horas, además, se ha especulado con una posible renovación del delantero. Pese a que durante todo el último mes, se supo que Kylian había rechazado los acercamientos del PSG, y se veía cada vez más probable su llegada al Real Madrid, ahora todo parece distinto. Ayer se le vio en el Parque de los Príncipes junto al nuevo refuerzo del club, Ousmane Dembelé.

Según recoge Marca, el club parisino “podría prometer al francés una salida pactada el próximo verano si finalmente se quiere marchar”. Un pacto que sería, claro, verbal, porque en Francia están estrictamente prohibidas las cláusulas de rescisión.

Lo cierto es que, más que nunca en el último tiempo, el PSG es optimista de llegar a un acuerdo y mantener a su máxima estrella en la plantilla.

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