El regreso del mesías...

Ángelo Henríquez tiene recién 24 años, pero hoy vuelve a la "U" con la pesada mochila de ser el salvador de un equipo sin alma, sin gol.

Hace frío en el aeropuerto y mientras las grúas ya están a la espera de cazar a más de un "Uber" atrevido, que ose rescatar a algún pasajero, Ángelo Henríquez sale por la puerta principal sin mucha cara de contento.

Debería estarlo. "Gohan" vuleve a casa después de seis años fuera de la patria y la "U", la misma que lo vendió por 6 millones de dólares al Manchester United, lo está recibiendo casi con alfombra roja. Porque Pinilla ya no está y el último gran canterano goleador regresa casi como "mesías", salvador de un equipo sin sangre, sin alma.

Seis años no es mucho tiempo, pero para el hermano de César Henríquez, ex jugador y actual técnico de la Sub 17 de los azules, fue mucha, tal vez demasiada, agua debajo del puente.

Y era que no, poh. Si mientras lo despedían en diciembre del 2012 frente a O'Higgins, cuando el Bulla de Sampaoli celebraba el tricampeonato, Ángelo partió como un jurel que no llegó a ser salmón.

Aunque "Don Sampa" pidió a los dirigentes que se lo dejaran un rato más, para haber peleado por el inédito "tetracampeonato" que al final nunca llegó, en Azul Azul no pudieron contra el cerro de dólares del United. Y Henríquez también pisó el palito de un éxito "emífero", como diría Peter Veneno.

Puro gitaneo

Y es que el golpe fue muy rudo. Con apenas 18 años, Henríquez se vio en Manchester como un poroto en paila marina. Aunque durante el verano del 2013 jugó en el equipo estelar y anotó hasta un gol en el amistoso en Suecia frente al AIK EStocolmo, la presión se lo comió y lo más lejos que llegó fue a militar en la Sub 21 de los "Diablos Rojos".

No se acostumbró. Y lo peor es que de ahí partió a un gitaneo que nunca lo consolidó, salvo en Croacia donde en el Dinamo halló los goles y a Andrea Ankovic, una ex dandidata a Miss Croacia que sigue siendo su novia y hoy es esperada con ansias por los programas de farándula en Santiago.

Primero fue el Wigan (44 minutos y un gol), luego el Zaragoza (1.663 minutos y 6 goles) hasta que llegó al Dinamo Zagrenm donde anotó 35 tantos. Se pensó que iba a dar el gran salto, pero en sus últimos años en el país de Luka Modrid se pasmó tanto que debió emigrar a México, poniendo fin a sus días en Europa .

Y de ahí sólo ha sido un martirio. De vuelta a América el delantero recaló en el Atlas, donde en 17 partidos disputados apenas anotó un gol y en las noticias más ha salido por los blooper, esas jugadas donde perderse un gol cantada causa el chiste general.

Ese Ángelo ayer volvió a Chile, pero esperemos que la pica lo haga renacer de las cenzias. Total, recién tiene 24 años.

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