“Este disco tenía que salir a la luz, es la piedra angular de la música chilena”: El camino para la reedición de “Las Últimas Composiciones” de Violeta Parra

“Las Últimas Composiciones” de Violeta Parra es considerado uno de los mejores discos de la música nacional.
“Las Últimas Composiciones” de Violeta Parra es considerado uno de los mejores discos de la música nacional.

El álbum histórico que refleja los años finales de la cantautora nacional nuevamente está disponible para su comercialización, tras décadas de una batalla judicial entre Isabel Parra, hija de la artista, y el dueño de los derechos fonográficos. En conversación con La Cuarta, los líderes del proyecto inflan el pecho al señalar: “Nosotros liberamos a Violeta”.

A pesar de que han pasado más de 50 años desde la muerte de Violeta Parra, el legado de la cantautora nacional sigue siendo gigantesco y valorado, tanto en Chile como en el extranjero. Sin embargo, estas recientes dos décadas el mundo ha estado privado de “Las Últimas Composiciones”, el álbum que la artista compuso y grabó solo un año antes de su muerte.

En este disco se incluyen clásicos de la música popular nacional, como “Gracias a la vida”, “Run Run se fue pa’l norte”, “Volver a los 17″, “El albertío”, “Cantores que reflexionan” y “Ring del angelito”, entre otras que finalmente suman catorce composiciones.

El álbum dejó de ser comercializado debido a una larga disputa legal entre Isabel Parra, hija de la compositora, y por el otro lado Pedro Valdebenito, dueño de los derechos fonográficos del disco. Sin embargo, la discográfica Al Abordaje Muchachos se encargó de traer de vuelta una de las obras maestras de la música chilena y que recientemente comenzó a ser vendida en todas las disquerías del país en CD’s y cinco versiones de Vinilo diferentes.

En conversación con La Cuarta, los líderes del proyecto, Felipe Domínguez y Rodrigo Fuentes, hablaron sobre la importancia de este disco, las mejoras que tiene el álbum en comparación con versiones anteriores, y también se refirieron a la polémica originada por los reclamos de Isabel Parra, quien se opone rotundamente a este relanzamiento.

Según señala el director de esta iniciativa, este trabajo cuenta con una calidad superior a las anteriores, y no solo en temas de sonido, sino que además cuenta con un trabajado sentido del arte, incorporando fotos mejoradas con inteligencia artificial para revivir detalles olvidados de la vida de Violeta.

“Es un honor, es algo emocionante porque el trabajo que se hizo fue muy bueno en sentido de producción, ya que en Chile las reversiones de música chilena en general no son muy buenas. Esto realmente más que un relanzamiento, nosotros le llamamos un renacimiento, porque se hicieron transferencias frescas de las cintas originales de la RCA, y eso se trabajó con los ingenieros de sonido que son Marco González y Mariano Pavéz”, menciona Felipe Domínguez.

“Si escuchas las versiones que habían de hace 20 años, los formatos que habían en esa época, no dieron a relucir esto que vemos hoy día, es una novedad en su sonido, una novedad también en su arte. Si te fijas las fotos son nítidas, en HD completas, reales y cercanas. Además hay novedades, está la versión con arreglos de cuerda de Nino García que salió en España no más. Hay un CD doble que vienen los dos, hay vinilo de distintos colores y también está el vinilo con la versión con arreglo de cuerda y son versiones que ganan harto”, agrega.

Violeta como nunca se escuchó

Desde el sello discográfico valoran enormemente la mejoría en el sonido que tiene este disco en comparación a las versiones anteriores, ya que la tecnología que existe actualmente permitió que las canciones que fueron grabadas hace ya casi 60 años, parezcan más modernas.

Este disco se grabó en dos días. Estuvimos con el señor Torrejón que fue el que grabó el disco y nos contaba que Violeta era muy precisa y que no fue difícil grabar esto, pero no fueron más de 20 horas de estudio en que se grabó esto, ella se sentó con su guitarra y grabó. Es algo bien impresionante, sobre todo por cómo se graba hoy en día, es bastante distinto. No se hizo una remezcla porque no están las pistas, pero sí una remasterización y un traspaso nuevo de esas cintas, con mejor tecnología y mejores recursos. Ahí se puede ver en las fotografías a Violeta con sus sentimientos cantando, en algunos casos prácticamente sola, otros casos tuvo algo de acompañamiento y es impresionante”, comenta el director del proyecto.

El arte es un punto importante de esta edición, ya que agotaron los recursos en embellecer las portadas de los distintos formatos, incluso se aplicó inteligencia artificial con el propósito de revivir una fotografía que venía en el primer lanzamiento del disco, pero que con el paso del tiempo se deterioró.

“Son fotos sacadas en forma analógica y con el paso del tiempo esas fotos se fueron degradando con los años y con la inteligencia artificial se permite hacer un extrapolado digital que le permite a uno llevar una foto de analógica a digital. Las fotos ganaron mucho en lo que es la calidad, se ven más los detalles, se ve la guitarra que antes se veía como si fuera una mancha, no se entendía bien. Entonces tú claramente ahora puedes ver todo el arte completo y la IA nos permitió también recuperar la foto trasera que originalmente se había cortado”, explica Rodrigo Fuentes.

Las Últimas Composiciones de Violeta Parra

Disputa legal

Durante al menos 20 años, el disco estuvo imposibilitado para su comercialización debido a un tema legal entre Isabel, siendo una de las herederas del patrimonio de Violeta, y Pedro Valdebenito, quien en 1996 compró el máster con los derechos fonográficos.

Por diferentes motivos, y varios pasos por los juzgados, se formó una especie de bloqueo que impedía al sello discográfico vender el producto de ellos, e Isabel tampoco podía trabajar el material. De ahí que, cuando se anunció que “Las Últimas Composiciones” volvería a los anaqueles, Isabel Parra pegó el grito en el cielo.

En ese escenario, desde la discográfica señalan que “estaban las condiciones legales para poder hacerlo”, por lo que todos sus reclamos serán en vano.

“Estaba la opción de arreglar con Isabel Parra para que ella quedara contenta, lo cual durante cinco años fue imposible, porque ella siempre pedía otras exigencias y lamentablemente era imposible transar con ella... y la otra era ir por el tema legal, y levantar todas las prohibiciones que tenía el fonograma”, indica Felipe.

“Está todo debidamente inscrito en el registro propiedad intelectual, y no hay que preocuparse de eso, porque finalmente habla también de la familia. La única persona de la familia que está con este problema es ella (Isabel Parra) y su hija, y recordemos que Isabel ha tenido conflicto prácticamente con toda la gente que tiene propiedad que era antes de Violeta. Hablemos de otros sellos, hablemos de sus hermanos, de sus tíos, de Nicanor, de sus sobrinas. Siempre ha tenido dramas de esos, pero en este caso no hay ningún drama y ella también tiene derecho a pataleo. Ahora bien, no se va a lograr nada”, agrega.

Desde el sello están tranquilos argumentando que la ley los ampara para hacer uso del material que grabó Violeta, e incluso refutan la tesis de la denunciante, alegando que es ella quien tiene temas pendientes con la justicia, debido a que hace varios años habría pirateado una de las mezclas para lanzar un disco sin la autorización de los dueños de las pistas.

“La que está querellada hoy día por piratería es ella, ella pirateó el disco, lo vendió en su museo, esto es lo que está tratando de hacer ella como para contrarrestar esto, pero hoy día la única persona querellada en esto es ella, y poco ha cooperado con la justicia, no ha ido la citaciones. Entonces de qué estamos hablando, hoy día legalmente es una alegría que nosotros podamos entregar esto al país y eliminar este bloqueo que tenía la señora Isabel, para que la gente escuche la obra de su madre”, asegura Felipe Domínguez.

Rodrigo Fuentes explica que ellos como disquera pagan los derechos autorales directamente a la SCD, quienes se encargan posteriormente de repartir las platas a los compositores/herederos, por lo que “la capacidad para poder producir este disco es completamente legal”.

“Por un lado está el derecho del fonograma, que está debidamente inscrito, y por otro lado, está el derecho de autor, que ese derecho de autor se paga directamente a la SSD y siempre ha estado en regla”, agrega. “Si tú lo ves por ley, es un derecho también a la propiedad privada”, complementa el gerente del sello.

—¿Pedro Valdebenito alguna vez tuvo la intención de vender los derechos fonográficos del disco a Isabel Parra, o de parte de ella nunca hubo interés en comprarlos?

Nunca tuvo interés en comprarlo, nunca lo ofreció. De hecho ellos trabajaron juntos muchos años, Don Pedro le pagaba su parte a Isabel, pero cuando ella empezó todo este tema del museo que quiso, de alguna manera apoderarse de estas cosas, y quería que se las regalaran, no comprarlas, porque sentía que esto no había por qué comprarlo, independiente de que todos sabemos que los derechos fonográficos son un patrimonio de cualquier sello discográfico y ella pensó que se lo podían regalar, y por eso hizo todos estos juicios mañosos para tratar de conseguir esto gratis, nunca ofreció comprarlo. Lógico hubiera sido que le ofreciera comprarlo y no hubiera tenido todo este tema, porque tú no puedes decir que eres dueño de algo, si ni siquiera has ofrecido comprarlo.

Debido a esta disputa, ¿el disco podría ser retirado del comercio?

Ninguna posibilidad. Estamos de acuerdo que hay cosas que a uno no le pueden gustar, pero hay cosas que uno tiene que aceptar. Aquí estamos hablando de las últimas composiciones de Violeta Parra, que es algo gigante, no estamos hablando la última pataleta de Isabel Parra, este disco tenía que salir a la luz, este disco es la piedra angular de la música chilena, y el disco finalmente encontró su salida y la encontró de la mejor manera, con nosotros que somos la mejor empresa discográfica que hay aquí en Chile y en todas sus versiones. Nosotros liberamos a Violeta, la obra clamaba por sí sola y se logró todo esto con años de trabajo, con esta dificultad de una persona bastante negligente en temas de patrimonio, porque recordemos que Isabel hizo un museo, después se quemó, después no lo quiso abrir, tiene todo repartido por todos lados, ha peleado con todo el mundo, y nosotros lo que estábamos haciendo es lo que nos corresponde y la verdad es que Isabel Parra no tiene nada que opinar en esto porque no es de ella ahora.

¿Las trabas que no permitieron llegar a un acuerdo siempre pasaron por lo económico?

Yo creo que no, más que lo económico Isabel Parra no quería que saliera el disco sin que fuera de ella, quería que alguien se lo regalaran, o quería arrebatárselo al dueño y de ahí producirlo ella. Es por eso que para el centenario de Violeta Parra sacó una edición pirata, ella traspasó un vinilo, le agregó dos canciones más y dijo que tenía un nuevo máster que se lo habían entregado de Bolivia, que finalmente se comprobó en la Fiscalía que era traspasado de un vinilo.

Desde el sello valoran este renacimiento del último disco de una de las artistas más influyentes en la música popular nacional, una pieza maestra que nunca debió haber estado relegado y menos por un drama que ha salpicado al legado de la cantautora. “La obra de Violeta es universal, tiene que estar disponible y Violeta debe estar feliz. Nosotros usamos una foto de Violeta sonriendo que dice ‘gracias a la vida’, este disco nunca debería haberse dejado de entregar a la gente”, puntualizan desde Al Abordaje Muchachos.

Violeta Parra

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