“Hay una parte de mí ahí”: el regreso de Macaco a Chile para presentar “Vuélame el corazón”, su disco sobre el amor

Dani Carbonell ya tiene agendado su retorno al país de la mano su nuevo álbum lleno de colaboraciones con una gran variedad de artistas y dedicado al amor desde distintos ángulos. “Voy a animar mucho el repertorio, la gente va a cantar, bailar, muchas subidas y bajadas, mucho vaivén”, adelantó en exclusiva a La Cuarta.

Hablar de amor, pero sin caer en la cursilería. Así es el nuevo disco del cantante español Macaco, en donde reflexiona sobre un tema universal, que aborda distintos sentimientos y experiencias que nos identifican a todos.

El álbum Vuélame el corazón, lanzado en noviembre del año pasado, son 15 canciones que hablan de historias de amor desde distintos ángulos. Relaciones sanas o tóxicas, rupturas, recuerdos de romances pasados o amores intensos.

Y cómo iba a hablar de relaciones, Dani Carbonell decidió invitar a catorce distintos artistas a hablar sobre el amor con él. Kevin Johansen, Ximena Sariñana, Valeria Castro, Pedro Capó, Estopa, Travis Birds e incluso Ky-Mani Marley es parte del nuevo proyecto de Macaco.

El artista además ya prepara una gira en Latinoamérica que lo traerá de regreso a Chile, luego de su última presentación que fue hace algunos años atrás en 2019.

Macaco llegará al país el próximo 1 de abril para presentar a su “monkey-family” chilena su disco dedicado a las relaciones amorosas en el Club Amanda.

Dani conversó en exclusiva con La Cuarta para hablar de su reciente lanzamiento, sus llamativas colaboraciones, su concierto en Chile y, por su puesto, del amor.

¿Cómo fue la experiencia de escribir un disco en pandemia?

—La pandemia tenía dos caras, para muchos artistas fue así. La incertidumbre que te hace rebuscarte, hacer un trabajo más introspectivo, mirarte desde diferentes ángulos. Se truncó toda la gira que tenía por España, Europa y América, lo cual para un músico siempre es duro. Yo estoy acostumbrado a estar en los escenarios.

“Pero por otro lado fue un momento muy prolífico, muy creativo, donde aparecieron muchísimas canciones. Compuse mucho, como cuarenta canciones, escribí una historia que será una película que dirigiré en un futuro próximo. Pero si, aparecieron eso, muchas texturas, muchos matices, muchas narrativas diferentes”, explica el artista al diario pop.

“Como tú sabes en mis discos hay muchas canciones que también tienen un componente social, intentando no ser nada panfletario ni tal. Pero este disco quise de repente buscar algo más conceptual y aparecieron estas canciones que se podían envolver en este ‘Vuélame el corazón’ que es un disco que va sobre las relaciones en el amor, algo que nunca había hecho. Me pareció interesante, me gusta experimentar. Y así lo hice”, continua.

Cantándole el amor

—Vuélame el corazón, ¿cómo nace el nombre de este disco?

—Muchas veces en las canciones de amor a veces se tiende a la cursilería, a esta cosa muy rosa que a mí personalmente no me gusta. Puede hablar de amor, pero desde diferentes ángulos.

“Tenía varias canciones del disco como “Quiéreme bien”, que habla sobre el amor consciente que intenta romper esos tópicos que relacionan el amor con la propiedad, aparecían canciones como “Tirititran” que hablan de una ruptura causada por el ego, o “Recuerdos”, que es una canción que es esa imagen que pica la puerta de una relación pasada que vuelve a parecer, o el momento del subidón cuando conoces a alguien y aparecen esas mariposas, pero en las relaciones también hay dragones, hay mariposas y dragones como digo en la introducción del disco. Tenía todo eso y decía ‘ostia, ¿qué título puede envolver todos estos estados, estas diferentes emociones que todos pudimos haber vivido en una relación?’. Entonces apareció ese “Vuélame el corazón” por ese “vuélame la cabeza” que aquí se dice mucho en España, esto de que me gusta mucho”, señala.

El cantante también explica la portada del disco, que la trabajó con el estudio de diseño gráfico de Barcelona, OYEME! “Buscaba un simbolismo que englobara todo, se me ocurrió esto de un corazoncito de feria que está levantando a un elefante. Me parecía muy realidad mágica, muy Gabriel García Márquez, muy Tim Burton, muy daliniano, cosas así más surrealistas y me funcionaba”, relata.

—Cada vez que se canta de amor, se suele pensar que las letras del artista provienen de su experiencia personal. ¿Hay algo de autobiografía en este disco?

—Sí, sí, hay. Siempre digo que, para componer, por lo menos yo, son cosas que te pasan a ti o pasan a través de ti, que puedes haber leído en un libro, que puedes ver reflejado en la experiencia de un amigo, de una película. En este disco hay bastantes cosas que tienen que ver conmigo, no diré cuales, pero hay bastantes (risas), y hay otras que las he sentido alguna manera u otra. Pero sí que hay una parte de mi ahí.

—Del amor se puede hablar en muchísimas maneras distintas, ¿cuál es tu interpretación personal del amor?

—Dar consejos sobre nada es complicado porque al final todos aprendemos una de manera u otra, pero si podemos hacernos de espejo los unos a los otros porque todos somos maestros y aprendices a la vez. Pero mi humilde opinión del amor es que una relación construida entre dos personas tiene que ser única e intransferible. Muchas veces se tiene a comparar relaciones con otras personas y creo que eso es un gran fallo, porque tiene que ser un código entre dos personas que lo escriban, que lo construyan juntos y que les haga felices. Que se sientan realizados, que se quieran bien a ellos mismos y así puedan querer bien a la otra persona. Eso es como clave en el amor, que no pueda haber opiniones externas, muchas veces son erróneas.

—El disco también es una reivindicación al amor sano, especialmente la canción “Quiéreme bien” con Leiva. ¿Cómo nació ese tema?

—Esta canción es súper visceral y realmente forma una parte importante de la columna vertebral de este disco. Cuando la toco en directo… es una canción cero comercial, porque tiene una parte cantada y otra hablada, y las reacciones son súper heavy. Empiezo a oír chillidos, la gente se emociona, se mete muy adentro. Mucha gente cuando escucha esta canción va a su relación, se la hace suya muy rápidamente y la hace reflexionar sobre si está en una relación sana o en una tóxica. Les hace un poco de espejo, lo cual me gusta, remueve.

“Estaba basada en algo que me decía mi papá que era de John Lennon, que era que nos dijeron que somos medias naranjas y que para ser completos tenemos que encontrar nuestra otra media naranja. Y eso es una gran falacia y una gran mentira. Nacemos enteras, somos naranjas enteras. Hasta que no nos sintamos así, que no nos queramos bien a nosotros mismos es como difícil poder amar a alguien. Va un poco de todo eso”, continúa explicando Dani.

También, destaca el final de la canción: “acaba toda la parte narrada de la poesía con la frase esta que digo ‘no existe el amor sino los actos de amor’”.

Todo o nada

—Todas las canciones del disco son colaboraciones con distintos artistas como Ximena Sariñana, Kevin Johansen, Valeria Castro, entre otros ¿Cómo se dieron? ¿Y cómo escogiste a cada cantante?

—Cuando acabe de grabar el disco que plantee si hacer un disco donde no hubiera ninguna colaboración o en todas las canciones menos la intro. Era todo o nada. Pero al ser un disco que iba sobre las relaciones en el amor, pensé en artistas muy diferentes, de diferentes estilos… no tiene nada que ver Ky-Mani Marley con Kevin Johansen. Hay gente más underground, otros más conocidos, pero gente que admiro y que quiero y que puedo conectar de una manera u otra. Eso me gustaba, gente bonita que estuviera en estilos diferentes y que pudiera amplificar un poco el mensaje en la temática. La gente así se lo podía hacer más suyo. Y más hablando sobre las relaciones en el amor. Le veía todo el sentido.

—También incluye a Ky-Mani Marley, uno de los hijos de Bob Marley, ¿cómo surgió esa conexión con el músico?

—Musicalmente siempre he sido muy ecléctico, me gusta la idea de músicas de raíz, sea una cumbia, un reggae, una rumba. La canción “Vuélame el corazón” es una mezcla de tango-flamenco, una fusión muy chula. Esta vez con Ky-Mani Marley fue porque hemos tocado varias veces en el Rototom, que es el festival más grande de reggae, bueno hay mucha fusión. Y a mí me encantaba la voz de Ky-Mani, entonces contacté con él, le enviamos la canción, lo grabó y la verdad es que quedó precioso. Tiene un dominio de la rítmica vocal y de la melodía alucinante. Todos los Marley tienen ese gen del padre de alguna manera. Eso se hereda también.

—¿Qué fue lo más bonito de crear este disco?

—El proceso es increíble, el grabar, la duda esa de que a veces grabas algo y te lo llevas a casa, lo escuchas y lo re-escuchas, lo cambias, es como alucinante. No sé, es como tener un montón de pequeños niños. Y una vez han nacidos, salen a la calle y ya son de todos, son del mundo entero y no tienes ya control sobre ellos. Pero sí que yo amo el proceso, como dicen “la trama más que el desenlace”. Luego la vida colocará cada cosa donde tenga que estar y creo que es lo bonito.

De regreso a Chile

—Preparas una gira que te traerá a Latinoamérica, ¿cómo serán las presentaciones?

—Van a ser conciertos muy eclécticos. Tocaré canciones de este disco ‘Vuélame el corazón” pero también de todo el repertorio, que hace tiempo que no estoy y la gente quiere escuchar. Voy a animar mucho el repertorio, van a ser concierto donde la gente va a cantar, bailar, momentos más introspectivos, más para emocionarse, con muchas subidas y bajadas, mucho vaivén, muy dinámicos que es lo que me gusta. Que realmente pasen cosas.

—¿Cómo quedarán en vivo estas canciones sin las colaboraciones?

—Funcionan perfectamente, para nada quiero desmerecer a las colaboraciones que son todas maravillosas (risas), pero es un disco que yo grabé y lo tengo entero grabado sin colaboraciones. Son composiciones mías, yo he compuesto las letras y la música lo hacemos mi productor. Son canciones que funcionan en sí, lo otro es para amplificar, darle otro color. Para mi hay una gran diferencia entre el disco y el directo, esa es la gran gracia.

—Ya has presentado este nuevo disco frente al público, ¿cómo ha sido la recepción de tus fanáticos a estas canciones?

—Ha sido alucinante. Hay cosas que pasan en el concierto… el otro día toqué en Bilbao y en Valencia, he vuelto a Barcelona y luego toco en Granada, me quedan algunos conciertos aquí en España. Las reacciones son brutales, hay canciones en las que de repente hay un silencio alucinante y de repente hay una explosión de emoción. Pasan muchas cosas, momentos en que la gente empieza a corear. Muy emocionante.

—¿Qué es lo que más esperas de reencontrarte con el público chileno?

—He estado una vez y fue una pasada el concierto. Yo tengo muchos amigos chilenos aquí en Barcelona, está lleno. Mis amigos chilenos son gente con mentalidad muy abierta, con un amor por el arte alucinante, muy eclécticos, curiosos y eso a mí me conecta porque yo soy igual. Yo creo que será precioso el concierto cómo fue la última vez o quizás mucho más.

—¿Con qué sorprenderás a tus fanáticos chilenos?

—Tampoco quiero decir el repertorio porque creo que la gracia es que se encuentren la sorpresa en el directo. Sí que hay canciones que me piden mucho “Coincidir” que explotó, está cerca de los 300 millones de reproducciones y me llegan muchos tatuajes, versiones desde toda América Latina, y tiene una repercusión muy fuerte, la gente se la hace suya. Canciones como “Lo quiero todo”, pero habrá también canciones como “Blue (Diminuto planeta azul)”, “Me fui a ser feliz” o “Bailo la pena” y muchas otras, que no voy a decir porque ya estoy diciendo demasiado.

Macaco se presentará el próximo sábado 1 de abril en el Club Amanda, las entradas ya se encuentran disponibles a través de la plataforma de Ticketmaster.

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