Red Hot Chili Peppers, el regreso de Frusciante y un muy buen disco

Red Hot Chili Peppers
Red Hot Chili Peppers

El grupo acaba de lanzar Unlimited love, un álbum que recupera las jam sessions del grupo como taller de creación y a dos partes fundamentales de su era dorada. Acá algunas ideas sobre el disco.

Uno.

En sus memorias llamadas Acid for the children, Flea cuenta cómo se formó en la trompeta, aprendió a manejarse en las calles de Los Ángeles y armó una banda escolar con tres amigos: Hillel Slovak, Jack Irons y Anthony Kiedis.

Durante esos años de formación, el músico cambiaría la trompeta por el bajo (el elemental Musicman Stingray, y luego, su característico Fender Jazz Bass 61) y aquella banda se convertiría en los Red Hot Chili Peppers.

Dos.

Slovak, el guitarrista fundador del grupo, murió de sobredosis en 1988, asestando la mayor herida en la historia de los Red Hot. Flea, que entró y salió de las drogas como quien toma un uber, se limpió definitivamente en 1993. Pero Kiedis tuvo problemas serios con la cocaína y la heroína hasta bien entrados los noventa. Lo cuenta él mismo con lujo de detalles en sus propias memorias tituladas Scar Tissue.

Fue en esos años salvajes que entró al grupo un introvertido guitarrista que también hacía segundas voces. ¿Ya lo adivinaste? Sí, John Frusciante.

John Frusciante
John Frusciante

Tres.

Unlimited love, el primer disco de los Red Hot Chili Peppers tras un nuevo regreso de John (el tercero en la historia del grupo), incluye 17 nuevas canciones y una hora y cuarto del estilo Peppers, conducido nuevamente por Rick Rubin en los controles, otro que vuelve tras más de una década de distancia (su último disco como productor del grupo, fue el discreto I’m with you).

La última vez que esta formación estuvo reunida fue a mediados de los 2000, cuando Californication vendió 15 millones de copias, y le siguieron By the way y Stadium arcadium, antes de que Frusciante volviera a desaparecer en silencio poco después.

Su salida fue por motivos menos dramáticos que la primera vez, en 1992, cuando el guitarrista se inyectaba tanta heroína que se le cayeron los dientes. O por qué piensas que usaba manga larga en la era Californication.

Cuatro.

Decía que Flea tomó primero la trompeta y algo de eso puede oírse en una canción como “Hump de bump” de Stadium arcadium. Quince años después, en el nuevo Unlimited love, el tema “Aquatic mouth dance” parece tomar la posta: muestra un enorme pasaje de arreglos de vientos en trompeta, saxo y trombón, probablemente con la firma del bajista, sacándole lustre al brillante sonido californiano y funk-rock del cuarteto.

Son 4 minutos y 20 segundos con el ADN más puro del grupo, al límite entre copiarse a sí mismos y no caer en la parodia ni la repetición perpetua.

Cinco.

Desde que sacaron del grupo al guitarrista Josh Klinghoffer y la pandemia se instaló en el planeta, los RHCP pavimentaron el regreso de Frusciante. Se encerraron a tocar y escucharse a sí mismos durante meses, con una dieta de blues antiguo y rock’n’roll.

Solo así llegaron al estudio de Rick Rubin con más de un centenar de ideas de canciones entre manos. De esas, grabaron la mitad y apenas 17 entraron entre los temas que acabaron dando forma, por ejemplo, a la balada “Not the one”, con la cantante Aura T-09 tejiendo una cama de voces para Kiedis, o a las improvisaciones elásticas del tipo “Poster child” y la pegajosa “White braids & pillow chair”, o el apocalíptico sencillo “Black summer” inspirado en los incendios que azotaron a Australia.

Seis.

Si en sus respectivas memorias ya es complejo situar el muro donde inician las adolescencias de Flea y Kiedis, las fotos de Clara Balzary, la hermana del bajista, dan cuenta de los casi 40 años del grupo haciéndole el quite a la muralla donde se acaba la juventud.

Tersos y en forma, los californianos ya anunciaron al sucesor de Unlimited love y Frusciante puso la vara bien alta, al señalar que habían guardado una porción importante de las mejores ideas del nuevo material. Por mientras tenemos al impecable último disco de Red Hot Chili Peppers, un muy buen sucesor de The getaway que suena tan vivo como intenso, y eso debiera dibujarnos una sonrisa en días aciagos.

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