Leandro Penna soltó la dura sobre sus calentones pitutos discotequeros

Leandro Penna, el ganador de "Doble Tentación", visitó La Cuarta y nos habló de sus ganas de probar nuevas pegas en la tevé y el manoseo que se banca en sus pitutos en discos.

"Soy un chico reality, pero mucha gente no conoce una faceta mía, ya que solamente me han visto hacer televisión en los encierros", comenta el ganador del reciente reality del Mega, quien tiene la peli clarita en cuanto a dónde quiere apuntar su futuro tevito.

- Veo que te gustaría mostrar otro lado y no me refiero a la retaguardia.

- Creo que pronto me darán la posibilidad para que la gente pueda conocer otro lado mío. Como coanimador de un programa de entretención o divertido.

- ¿Apuntas a alguna pomada de concursos?

- Me gustaría tener mi propio programa. Que sea para toda la familia, que lo pueda ver desde un nene hasta una señora grande. Algo dinámico, donde la gente se olvide del problema cotidiano y se someta a pura diversión.

- ¿Te anotarías en otro reality?

- Creo que en el próximo debería ser el entrenador, el coach o el preparador físico.

- Claro, si ya ganaste uno, no vas a volver a las competencias.

- Hacer un reality es vivir una experiencia, entender cómo se hace tele. Yo veía a Karol (Dance), las distintas animadoras y uno va aprendiendo. Cuando a uno le gusta la tele y si puedo tener mi propio espacio, ya sé como se maneja la tensión, el suspenso, qué piensa cada uno, porque lo he vivido.

- Pasemos el dato al tiro al jefazo Corvalán del área de reality del Mega.

- Creo que ya llego el momento de decir: "Che, hay que poner un coach. No puede ser que todos entren con 40 kilos y se vayan con 70", jejejé. El próximo reality debería tener un entrenamiento militar, yo fui uniformado y los levantaría a las 7 de la mañana.

Va al sacrificio

Guachón de ensueño para muchas féminas del terruño, Penna cuenta que nunca pide guardaespaldas en sus eventos discotequeros y que si tienen un Vip, lo abran para toda la gallá. En caso de no poder subir a todas sus fanáticas al escenario, lo más probable, es que se tire al público, aunque ponga en riesgo el pellejo como le pasó hace unos días en Chillán. "Soy un agradecido, yo voy a compartir con la gente (...) Cuando me tiro y bailo, empiezo a saltar, están todas aprovechando lo que más pueden. Somos todos iguales y si les hace feliz tocarme, qué bueno", destaca.

-¿Terminas muy abollado?

- Pero yo soy el que se mete en la boca del lobo, si salgo rasguñado, qué querés que haga. Una vez una chica me clavó las uñas, no quería que me fuera. Era como si me hubiera agarrado un tigre, pero ¿quién es el culpable? Yo.

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