Cayó la máscara de Raúl Osorio

Es uno de los directores teatrales más brillantes de Chile, pero tras su faceta de respetable artista hay acusaciones de abuso sexual que esta semana destapó la actriz Loreto Valenzuela.

"Soy el más indicado para hacer 'Tartufo'", declaró Raúl Osorio Pérez en noviembre del 2004. Una frase que 14 años después, y a raíz de las acusaciones de acoso sexual que realizara la actriz Loreto Valenzuela, cobra otro sentido.

Y es que "Tartufo", del dramaturgo francés Molière, cuenta la historia de un falso devoto, que muestra una irreprochable conducta a quienes le rodean, pero que logra ser desenmascarado en su maldad.

Nacido en 1944, Osorio Pérez es uno de los directores teatrales más destacados que ha tenido nuestro país, debido a su vasta experiencia en los escenarios.

Titulado de actor de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Chile, fue director del Teatro Nacional de la Universidad de Chile entre el 2001 y 2016, además de desempeñarse como académico en cuatro universidades.

Casado en dos ocasiones, en ambas oportunidades su cónyuge estuvo ligada al mundo de la actuación. Su primera esposa fue la actriz Gloria Laso, pero se separaron en enero de 1973. Poco tiempo después, en la Escuela de Teatro conoció a Rebeca Ghigliotto, con quien se fue a vivir al poco tiempo y en 1975 tuvieron a su primogénita, Camila. Tras ella, vino Javiera (36) y luego Luciana (26), antes de la separación en el 2000.

Pero esa faceta de esposo y padre ejemplar, de brillante director teatral, al parecer era la máscara para esconder al "Tartufo" que hoy enfrenta una denuncia pública de acosar a una joven actriz, quien 40 años después se atrevió a levantar la voz para denunciar los abusos que habría cometido contra ella.

Las espinas de Loreto. A mediados de 1979, Osorio co-escribió y dirigió el montaje de "Tres Marías y una Rosa", que se transformó en un hito en la historia del teatro nacional. Incluso fue tanto su éxito que tuvo una gira internacional.

La obra fue vista con recelo por el régimen militar, debido a que era coproducida por la Vicaría de la Solidaridad y trataba los problemas de las mujeres pobres en el convulsionado Chile de la dictadura.

En "Tres Marías y una Rosa" coincidió con Loreto Valenzuela, en ese entonces de 23 años, quien aseguró que Osorio se aprovechó de su condición de profesor y director para acosarla sexualmente.

"Me daba besos. Me besaba en la boca y me daba mucho asco, porque me quedaba con el olor de su saliva que era muy asquerosa", expresó la actriz en entrevista en revista Ya, donde relata el calvario que ocultó por cuatro décadas.

Sin embargo, ya en el 2013, Javiera Ormeño, una estudiante de teatro de la Universidad Finis Terrae, lo denunció por acoso sexual, hecho que fue investigado y que originó la expulsión del hombre como académico de esa casa de estudios en 2014.

Por otro lado, Carla Achiardi, quien trabajó con el director en la Escuela de Teatro de la Universidad Diego Portales, señaló en un informe que éste habría tenido una conducta abusiva con ella, testimonio que ratificó en el reportaje de la publicación.

"Me llamó a su oficina porque había un vendedor ofreciendo joyas e imágenes hindúes (...) cuando el vendedor se fue, nos pusimos de pie y él me abrazó, con mucha intensidad. Tenía su miembro erecto y se apretaba contra mí", declaró.

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