De lunes a jueves el equipo de producción de "La Divina Comida" de CHV va de casa en casa. Un proceso que lleva más de ocho horas de grabación en cada hogar, para luego resumir ese material en 120 minutos, donde los comensales invitados al programa que se emite sagradamente todos los sábados por la noche, hace ya cuatro temporadas, cuentan sus secretos más íntimos en el entorno de una mesa con platos creados por los mismos protagonistas.
Hay detalles que la producción de "La Divina Comida" guarda con recelo y niegan de frentón, como los $100 mil que recibe cada concursante para hacer el menú o las sugerencias de regalos que hacen para los invitados.
El trabajo tras cámara es largo, los casos se desarrollan con una semana de anticipación conociendo la historia de los famosos. Un periodista está a cargo de las preguntas y en post-producción su voz es reemplazada por Jani Dueñas.
Algunas veces concursos quedan fuera, mientras que los grupos siguen haciendo buenas migas tras las grabaciones. "La Divina Comida" cocina a fuego lento su éxito.
Paso a paso
Cerca de 25 personas forman parte del equipo de producción de "La Divina Comida" y en cada grabación llevan hasta su propio catering para pasar el hambre.
El director de cámara Luis Berrota pide al dueño de casa, Pato Pimienta, que le haga un resumen de su vida y detalles de su hogar. Luego, eligen lo más atractivo para grabar, mientras que la locución de Jani Dueña es con el guión del periodista que toma el caso.
Cada jornada de grabaciones inicia cerca de las 3 de la tarde y dura hasta la 2 de la madrugada.
Lo más importante del programa, la comida. Muchos la cocinan la misma mañana del día de grabación. Algunos requieren ayuda.
Los nombres del menú que aparecen en la carta de cada anfitrión son ocurrencias del mismo organizador.
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