“Estaba solo” y “Me desesperé”: Iván Arenas desclasificó cómo se enfrentó a su último infarto

Iván Arenas.
Iván Arenas.

“Les dije que era cliente frecuente”, relató en Podemos hablar (CHV) sobre el momento en que llamó a una ambulancia.

“Yo he tenido cuatro infartos; además hace mucho tiempo tuve cáncer al colon, pero quiero ser franco, nunca me preocupé, la verdad, lo tomé para bien”, contó Iván Arenas en un nuevo capítulo de Podemos hablar (CHV).

Sin embargo, el comediante se concentró en relatar una anécdota sobre le último infarto que tuvo, donde llamó al médico por síntomas que estaba teniendo, y por teléfono el doctor le confirmó sus temores.

Por aquel entonces, “estaba separado, entonces estaba solo, no tenía a nadie que me ayudara y lo llamé para preguntarle qué hago”, dijo, según consignó Página 7.

Ante aquel escenario, “llamé a Help y me preguntaron de todo” y “yo les dije que era cliente frecuente”. Sin embargo, mientras tanto, “me desesperé y se me aceleró más el corazón; estaba mal”, contó.

“¿Usted está con infarto?”

Ya con la ambulancia en camino, él se quedó “sentado en la cama, porque no podía subir ni bajar escaleras”. El problema fue “yo vivo en un departamento de dos pisos y estaba arriba”. En medio del drama, “me pongo a pensar cómo le voy a abrir la puerta si aparte tengo escalera de caracol”, relató.

Así que “me bajo despacito, con el corazón a mil me voy dando vuelta a la escalera, llego abajo, abro la puerta y le pongo el choapino para que no se cierre, y cometí el primer error, porque me fui otra vez a sentar arriba”, planteó.

Solo unos minutos después, abajo, “escucho el timbre y me pregunto por qué no entran si está la puerta abierta”, continuó. “Yo no podía hablar y susurraba ‘está abierto’”. Ante aquel escenario, no le quedó de otra “que bajar despacito y abrí de nuevo la puerta que ya estaba abierta y aparece el médico con dos asistentes”, agregó.

“Me dice: ‘Buenas tardes, ¿usted es el paciente?’ y yo casi no podía hablar y le digo que sí”, ya casi sin voz, precisó. “¿Usted está con infarto?”, le preguntaron. “Sí”, contestó. “¿Y bajó esa escalera?”. “Sí”, replicó. “¡Vaya a acostarse!”, le ordenó.

“Y los cuatro subiendo la escala para que me revisaran en la cama”, remató sobre la absurda escena.

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