La actriz conocida por su papel en la teleserie Ámbar, compartió en Instagram un extenso mensaje donde detalló cómo el local en cuestión no le prestó primeros auxilios a la niña de 12 años.
La actriz Giulia Inostroza, conocida por su trabajo en teleseries de Mega, denunció por Instagram la negligencia de un conocido escape room capitalino, el cual no prestó primeros auxilios a la su hermana de 12 años, quien sufrió un grave accidente en sus instalaciones.
“Quiero expresar mi profunda indignación y decepción por la falta de responsabilidad Escapology Chile y ayuda durante el accidente de mi hermana Vivian Inostroza”, aseguró en sus redes sociales.
“Su falta de acción y negligencia han causado daños irreparables a mi hermana, quien tuvo que ir a pabellón quirúrgico para someterse a una reconstrucción facial infantil”, sentenció.

El grave accidente de Vivi
En tanto, Vivián Barros, madre de la menor de edad, contó a La Cuarta que la historia comenzó el viernes pasado cuando su hija menor asistió a un cumpleaños en dicho local.
En una de las salas del lugar, la niña cayó y se pegó en el marco de metal de la puerta y se cortó el rostro. El accidente fue tan grave, que la madre de la menor de edad, asegura que el fierro estuvo a un milímetro de entrar a su ojo y dejarla ciega.
“Los niños empezaron a gritar, a pedir auxilio, a auxilio, a auxilio. Vino un chico... la mamá que estaba a cargo de los niños en el cumpleaños le preguntó si había primeros auxilio, que qué podían hacer y hablaron que no había, que no podían hacer nada y que tenía que llamar la mamá”, comentó Barros.
“La mamá me llamó a mí, yo salí desesperada, llegué al local y mi hija estaba en medio del salón con todos sus compañeros encima de ella, mientras un grupo de niños iba a entrar a seguir jugando. ¡Imagínate!”, continuó.
Según le contó la mamá a cargo de los niños, del local apareció una persona que aseguró tener conocimientos en primeros auxilios, “pero lo único que hizo fue ponerle confort”. “Entonces mi hija estaba chorreando sangre, con la cara toda cortada, con un dolor enorme, desesperada y con harto niño encima de ella”, relató.
“Yo me acerqué al encargado del local, y le dije, ‘¿Cómo es posible que no tenga una sala o un salón o un privado de primeros auxilios? Yo necesito primeros auxilios para mi hija, mi hija está sangrando, no puede seguir así'. Y me ha dicho, “Lo siento, no lo tenemos y no podemos hacer más que dejarla ahí y esperarla a usted’. En eso yo pedí para ver las cámaras, me dice que no tenía las imágenes”, continuó.
Desesperada como estaba, Vivian llamó a su sobrino y a Giulia para que fueran al local y llamaran a carabineros para poner una denuncia, mientras ella se trasladó con su hija a la clínica alemana.
En la clínica
Allí la atendieron y le explicaron que por la gravedad del corte, se debía intervenir en pabellón, obviamente con anestesia general. Como su seguro no cubría un procedimiento así en dicha clínica, Vivian llamó al Escape Room, para que ellos costearan los gastos, pero le dijeron que no podían hacer nada sin antes tener la autorización del dueño.
De esta forma, Vivian trasladó a su hija a otra clínica donde fue atendida y cerca de la medianoche fue sometida a su intervención. “Ahora está fuera de peligro, gracias a Dios, pero tiene su trauma, tiene su corte en su carita, tiene una sutura, tiene puntos”, relató.
Por su parte, el establecimiento se contactó por WhatsApp al día siguiente con el sobrino de Vivian. “Ni siquiera tuvieron la decencia de llamarnos a nosotros. Dijeron, que querían saber de la niña y si podían ayudar con alguna cosa”, expresó la desesperada madre.
“Obviamente, le contestamos que cómo era posible después de casi 18 horas que nos mandara un WhatsApp, si ayer ni siquiera nos llamaron por teléfono, ni siquiera hicieron un esfuerzo de saber en qué clínica estaba, absolutamente nada”, declaró.
Vivian y su familia esperaron por una semana a que la empresa se volviera a contactar con ellas, sin embargo, aquello no ocurrió. “Entonces me vine a internet, a los medios, porque eso no puede ser, no puede ser que un local vea a un niño dañado, un niño sangrando y lo deja expuesto ante los otros niños y siga funcionando”, sentenció.
“En ningún momento ellos preservaron la integridad de mi hija, en ningún momento ellos llamaron a socorros”, añadió.
Hoy la niña de 12 años está tratando de salir adelante. “Ahora se encuentra bien, pero con pena, con angustia, hay momentos en que se pone a llorar porque no quiere tener la cicatriz en su cara, porque es una niña”, contó.
“Hay momentos buenos y hay momentos malos, pero como familia la estamos tratando de sacar adelante para que pueda estar con sus amigos, para que pueda estar en el colegio”, siguió.
Por el momento la recomendación es que no haga deporte, lo que es un golpe duro para la niña que practica voleibol tres veces a la semana.