“Habla de temas que se han tocado muy poco en el cine chileno”: Francisco Melo y Katalia Sánchez hablan sobre Oro Amargo, un thriller chileno imperdible

Oro Amargo. Dir. Juan Olea (Fotos: Juntos Films)
Oro Amargo. Dir. Juan Olea (Fotos: Juntos Films)

La película de Juan Olea relata la historia de un pirquinero y su hija de adolescente que encuentran una veta ilegal de oro en medio del desierto de Atacama. Sin embargo, cuando su secreto es descubierto, se deben defender con un fatal desenlace. En una conversación con La Cuarta, los actores relataron cómo fue grabar en las minas, ahondaron en la relación entre sus personajes y por qué la gente debería ver ‘Oro Amargo’.

Katalina Sánchez junto a Francisco Melo protagonizan el thriller “Oro Amargo”, la nueva película del director Juan Olea que se estrenará este jueves 8 de mayo.

La cinta sigue la historia de Pacífico (Melo), un pirquinero, y su hija adolescente, Carola (Sánchez), quienes encuentran una veta ilegal de oro en medio del desierto de Atacama. Su secreto es descubierto por un minero, lo que los llevará a defenderse en un violento y fatal enfrentamiento.

Con un padre malherido y un cadáver que ocultar, la joven deberá tomar el rol de su progenitor y enfrentar a un grupo de mineros, mientras lucha por el sueño de una vida mejor.

En una conversación con La Cuarta, Katalina Sánchez y Francisco Melo adelantaron detalles sobre la nueva película, ahondaron en las temáticas de la cinta -como la relación padre e hija, y la ambición-, cómo fue grabar en el desierto y las minas, los grandes desafíos que enfrentaron y por qué la gente debería ir a ver “Oro Amargo”.

“Estamos expectantes, estamos ansiosos, estamos con toda la energía, se acerca el estreno, piensa que este es un viaje que partió hace dos años. Entonces, claro, uno genera un nerviosillo. El fenómeno, como de cualquier producto dramático, se completa con el espectador. El día del estreno es como el punto crucial, decir ‘ya, si, te gusta’, las opiniones, hay un nervio generalizado”, expresa Pancho Melo.

Por su lado, Katalina Sánchez asegura que “hay harta expectativa también de cómo va a recibirlo el público chileno. Ya hemos tenido un par de visionarios fuera, entonces, sí, ya estamos curados de espanto. Pero no, muy expectante, como dice el Pancho, de cómo lo van a recibir acá en el país”.

-En la película, Katalina interpreta a Carola y Pancho a Pacífico. ¿Cómo describirían a sus personajes?

Sánchez: Yo a Carola la describiría como una chica con mucha valentía, con convicciones muy, muy claras, y nada, como muy heroína.

Melo: Pacífico, un poco, representa una idiosincrasia chilena típica de hombre como duro, impenetrable, que no le entran balas, un minero, sí. Pero lo más interesante tiene que ver con una frase que leí que era muy bonita, que decía que la única debilidad de Pacífico es que no muestra su vulnerabilidad o su fragilidad. Porque en rigor, eso lo haría incluso más fuerte. Esa confusión que maneja, y que de alguna forma la historia de la película plantea, lo obliga a enfrentarse a una fragilidad inmensa, hace de Pacífico un hombre muy completo como para interpretar, y para mí gusto, adorable. Es lindo.

Sánchez: Sí, tiene su lado tierno, pero que no muestra a cualquier persona.

-Los personajes son padres e hija, cuéntenme un poco sobre la dinámica y la relación que tienen.

Melo: Es una relación bien particular, bien bonita y que uno va descubriendo según avanza la película, porque es una familia monoparental, se ven ellos dos, se ven un poco como amigotes al principio, pero uno va descubriendo que hay un amor, un cariño y una complicidad que va aflorando frente a las circunstancias y a las dificultades que va planteando la historia de la película.

Sánchez: Y también siento que se presenta un traspaso de roles, en el sentido de que Carola en un inicio está bajo el alero de su padre, él es quien la protege de este mundo hostil, para luego dar paso a que Carola tenga que ser la que se autoprotege al encontrarse en una situación de soledad. Y eso también es muy interesante de presenciar, cómo una chica tiene que pasar de la noche a la mañana a convertirse casi en su madre y también en la que cuida a su padre, que es su única figura familiar.

Melo: Claro, el viaje que plantea la película es un crecimiento exponencial que sufre Carola frente a las circunstancias y eso también es realmente emocionante. Y tiene que ver un poco también con esta experiencia de uno como padre, en qué momento uno suelta a los hijos y los suelta, no sé, en la selva y uno tiene la sensación de que tienen que aprender a arreglársela en la vida. Carola en esta película sufre de la noche a la mañana la misión o la obligación de enfrentarse a la selva o al desierto más árido del mundo, rodeado de hombres complejos. Y eso, claro, con un vínculo con un padre disminuido en su física y emocional. Entonces ese viaje del héroe o de la heroína de Carola en ‘Oro Amargo’ es maravilloso.

-Carola toma el rol de Pacífico y ella tiene que enfrentarse a estos mineros, estos hombres machistas, que la ven un poco en menos porque es una niña, es una mujer y no aceptan ese cambio…

Sánchez: Uno, no lo aceptan y lo otro es que también quedan sorprendidos a algo tan atípico, que es que una adolescente, mujer, sea la jefa de ellos. Entonces es algo que no les va a gustar, no lo van a aceptar y va a ser muy difícil para Carola cumplir sus objetivos porque ellos van a ser sus antagonistas durante todo el viaje.

Oro Amargo
Oro Amargo. Dir. Juan Olea (Fotos: Juntos Films)

-¿Cómo fue grabar en el desierto y en las minas?

Melo: Fue increíble. De verdad, fue una de las razones por las cuales se hizo muy atractiva la posibilidad de formar parte de este proyecto. El hecho de meterse en un mundo totalmente desconocido, ajeno. Es la gracia de ser actor también, que la vida, los guiones o las obras te regalan la posibilidad de incursionar, de asumir roles que es muy raro que te lleguen a pasar. En este caso, tener la posibilidad de meterse en un pique minero muy pequeño, de alto riesgo, que genera mucho nervio. Hubo preparaciones previas, había que estar preparado, hay ciertos protocolos, pero junto con eso también era un equipo trabajando con toda la parafernalia de cine, pero en un pasillo oscuro, pequeño, en que si pasaba cualquier cosa, como un temblorcillo, había que salir corriendo, ¿y cómo? Entonces, todo generaba un nervio constante durante el proceso de filmación, que fue bueno y nos ayudó mucho también a estar ahí con los ¡pam!

Sánchez: Sí, siempre es un salto de fe tomar un proyecto. Uno puede leer el guión, puede tener las conversaciones que uno quiera, pero cuando llegas al set realmente y te enfrentas a lo que vas a vivir durante… Nosotros estuvimos un mes completo ahí, tú (Melo) un poquito menos, una persona ocupada (risas). Pero bueno, a mí me tocó más rudo porque estuve el mes completo. Y es experimentar todo por primera vez, a pesar de que yo ya conocía el norte de antes, pero nunca pensé que iba a grabar una película literal dentro de una mina, bajo varios metros, subsuelo.

-¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaron al momento de interpretar a sus personajes?

Sánchez: Todo (risas).

Melo: Todo. O sea, parte por el hecho de filmar en el desierto más árido del mundo, parte por enfrentarse a un oficio que uno no conoce, parte por las dificultades técnicas que implicaba el esfuerzo, el trabajo, los traslados, el frío, el calor, la arena, todo. Y parte también de descubrir, en ese espacio, el hecho de que uno tiene que concentrarse y filmar la escena, o actuar la escena, comunicar la escena. Cada uno de esos pequeños elementos hacen de la filmación de ‘Oro Amargo’ un tremendo desafío. Como cualquier película, pero cuando uno le agrega las circunstancias dadas, que son muchas, raras, extrañas, nuevas, la hacen más difícil. Pero sin duda también mucho más interesante.

Sánchez: Y pensar también que la película es bien dinámica. Tiene muchas escenas de acción, los personajes todo el rato haciendo. Y en términos técnicos, la película yo siento que exigía mucho. La luz, estar en tu sitio, manejar, cuidar a la Cookie (perro) que no se moviera. Entonces el foco, siento que como actores, está como en cuatro partes a la vez. Aparte de lo que tú tienes que decir, de la parte actuada. Hay que estar súper concentrados y súper conectados con todo el equipo. No solo con lo de uno.

Melo: Ahí yo quiero decir con respecto a la Kat, que a mí me sorprende porque tuvo desafíos gigantes, siendo ella la protagonista, implicó muchas cosas: el manejo del perro, Cookie, aprender a manejar el moto, aprender a manejar la camioneta, que no era fácil. Por un lado, Carola tiene un coraje increíble, pero Kat también, de verdad, yo la valoraba, (decía) ‘esta cabra viene con todo’. Sin haber manejado nunca una moto, se subió a una moto con un perro en medio del desierto. Notable.

Oro Amargo
Oro Amargo. Dir. Juan Olea (Fotos: Juntos Films)

-Con respecto a las temáticas de la película, también trata sobre la ambición y lo que es capaz de hacer la gente por ambición…

Melo: Es divertido, eso es un tema que, de alguna forma, uno no lo va llevando cuando uno está trabajando la película. En la película uno va a escena a escena, es como pequeños ladrillitos de una casa. Pero ha sido bonito descubrir en las discusiones posteriores, en las conversaciones, en que estés tú conversando de eso de qué trata, uno descubre los distintos planos que tiene la película. Y sin duda, el tema de la ambición es un tremendo tema. O sea, ¿qué está dispuesto a hacer por conseguir algo? No solamente oro, cualquier cosa, o esta búsqueda de la felicidad. De repente uno dice ‘conseguir esta veta’. Es bonito el tema de la veta. El minero constantemente juega casi como a comprar un Kino, en decir ‘hoy sí voy a encontrar la veta o la pepita de oro, y eso va a cambiar mi vida’ ¿Será cierto? ¿Qué está dispuesto a perder por supuestamente encontrar la felicidad? Ese tema siento que ha aparecido después, y ha sido muy bonito encontrarlo.

Sánchez: Además también, ¿qué entendemos por felicidad? Como en esta búsqueda que tienen los personajes. Para Carola esta ambición es muy diferente de la ambición que tiene su padre, o como la que tienen los mineros. Ir encontrando eso a medida que vamos revisitando la obra en sí, es súper interesante. Porque, a pesar de que uno haya encarnado a estos personajes, uno igual los va conociendo, cada vez un poquito más. Y te vas dando cuenta de que son muy diferentes sus objetivos. A pesar de que en un inicio puede que vayan para el mismo lado, pero no es tan así tampoco.

-Katalina, esta es la primera película que protagonizas. ¿Cómo fue esta experiencia para ti?

Sánchez: Maravillosa, la verdad, creo que también no era algo que estuviera dentro de mis parámetros, como actriz que recién está comenzando. Pero de alguna manera llegó la oportunidad, me avisaron de que iba a tomar este proyecto y fue como ‘ok, vamos’. Para esto es lo que uno se prepara también. Y así como a veces uno está arriba en la ruleta, a veces también puede estar abajo, entonces lo aproveché con todo y muy agradecida también con el equipo, con Juan (Olea, director), con Pancho. Siento que todos generaron un ambiente demasiado grato para que esa experiencia como protagonista esté 10 de 10.

-Pancho, esta es la primera película en la que colaboras también como productor ejecutivo. ¿Qué te llevó a tomar ese rol?

Melo: La invitación viene de un amigo, Moisés Sepúlveda, que es guionista, productor y forma parte de la productora. Entonces me invitó a formar parte primero de la película y me fui involucrando, ya que existía una cercanía con Moíses, en la posibilidad como de involucrarme un poquito más en esa trastienda con la cual uno ha convivido durante muchos años, que es la producción, pero meterse ahí y me abrieron las puertas generosamente Juntos Films. Y me pareció una oportunidad, una oportunidad de crecimiento también, de aprender. Estoy en ese periodo y me parece bueno. Además que creo que aportar a la posibilidad de que el cine siga creciendo, con las dificultades que implica, reconocer la complejidad gigantesca que tiene el hecho de hacer una película, y si uno puede aportarle de algún lado, en relación a la experiencia, en relación a todo, bienvenido sea. Entonces, todas esas posibilidades me parecieron que no podía dejarlas pasar.

Oro Amargo
Oro Amargo. Dir. Juan Olea (Fotos: Juntos Films)

-La película fue presentada el año pasado en el Festival de Cine de Varsovia, a principios de año en el Festival de Cine de Ñuble en Chillán y ahora llega a los cines. ¿Por qué la gente debería ir a ver Oro Amargo?

Sánchez: Yo creo que la gente debería ir a ver ‘Oro Amargo’, porque es un thriller que tiene mucho, mucho suspenso. Lo van a pasar increíble, van a estar pero, ahí, atentísimos a todo lo que sucede. Es una película que habla de temas que se han tocado muy poco en el cine chileno, y que es muy interesante de abordar, como lo es la relación padre-hija en el desierto más árido del mundo.

Melo: Y lo van a dejar ahí, al borde del asiento, durante esa hora y media, y además, después, yo les aseguro que van a quedar conversando y descubriendo los temas como que están por debajo, y se van a, de alguna forma, identificar con muchos de los personajes. Así que, no solamente lo van a pasar increíble, sino que, además, van a crecer como personas.

Sánchez: Así que los dejamos invitados este 8 de mayo, en todos los cines de nuestro país, a ver ‘Oro Amargo’.

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