La historia de cuento de Natalia Vodianova: de vender frutas a ser supermodelo, y casarse dos veces con millonarios

Natalia Vodianova vía Instagram
Natalia Vodianova vía Instagram

Fue descubierta por un cazatalentos cuando trabajaba en un mercadito en Rusia, le prometieron una carrera en la moda y en la década del 2000 se convirtió en una de las modelos mejores pagadas. Fue apodada “Supernova”, por su rápido ascenso. Tiene cinco hijos y se casó dos veces, en ambas oportunidades profundamente enamorada. Hoy se dedica principalmente a la filantropía, su familia, y a disfrutar de una lujosa vida que parece sacada de un cuento de hadas.

Natalia Vodianova es un nombre conocido entre los amantes de la moda, y aunque quizás no lo es para el común de los mortales, de seguro ha visto su rostro en alguna campaña publicitaria.

A los 11 años, vendía manzanas en el mercado de su barrio en Nizhni Nóvgorod, Rusia. Su padre la abandonó y su madre, Larisa, sostenía la familia prácticamente sola, tenía cuatro trabajos y tres hijas que alimentar.

Además, una de las hermanas de Natalia, Oksana, nació con parálisis cerebral y autismo, y a veces ella ayudaba a su mamá a cuidarla.

Natalia junto a su mamá y hermanas vía Instagram
Natalia junto a su mamá y hermanas vía Instagram

El día en que todo cambió

Un día, un cazatalentos de París pasó por el mercado y vio a Natalia vendiendo frutas. “Tienes que venir a Francia”, le dijo. Solo le pidió que aprendiera inglés, algo que la joven consiguió en tres meses. A los 17 años, se subió a un avión rumbo a la capital francesa con un pasaje que le compró su abuela. Allí reescribió su futuro.

En pocos meses, pasó de trabajar en una feria a pisar las pasarelas más importantes del mundo. Consiguió contratos millonarios con marcas como Calvin Klein, Valentino, Karl Lagerfeld; Natalia los había hipnotizado con su belleza aniñada, su delicada figura de 1,77 metros, y ojos azules. Se había convertido en un ícono y una de las supermodelos más codiciadas del planeta.

En una sola temporada, podía caminar en más de 50 desfiles, desde Milán hasta Nueva York, y protagonizó portadas de revistas como Vogue y Harper’s Bazaar. Fue apodada como “Supernova”, por su meteórico ascenso.

Natalia con su abuelita vía Instagram
Natalia con su abuelita vía Instagram

Su vida en pareja

A sus 19 años se casó con el millonario aristócrata Justin Portman, quedó embarazada al poco tiempo de su primer hijo, Lucas; pero eso no la detuvo, desfilaba para Yves Saint Laurent mientras su bebé gateaba entre bastidores. Luego dio a luz a Neva y Vikto.

Sin embargo, su relación con Portman no prosperó. Tras el divorcio, conoció a Antoine Arnault, otro millonario director de comunicación de Louis Vuitton y heredero del imperio de lujo LVMH, quien se enamoró de ella apenas la vio en un encuentro de trabajo.

“Es el hombre de mis sueños”, dijo Natalia en una entrevista con Harper’s Bazaar, con su característica sonrisa pícara. Se casaron en 2020, en una ceremonia íntima, y hoy viven en un departamento en París con vistas a la Torre Eiffel. Tienen dos hijos: Maxim y Roman.

Natalia y su esposo vía Instagram
Natalia y su esposo vía Instagram.

La filantropía

Natalia fundó la Naked Heart Foundation, una organización que apoya a niños con discapacidades, inspirada por su hermana Oksana. “Los parques infantiles eran algo de lo que carecí en mi infancia”, contó.

La supermodelo decidió construir espacios inclusivos para pequeños en Rusia en medio de su apogeo en la moda. También se convirtió en embajadora de la ONU para la salud femenina: “Es increíble que en el siglo XXI todavía exista estigma en torno a la menstruación”, admitió.

Hoy tiene 42 años, cuenta con una carrera legendaria, una familia unida y una vida llena de lujos. Sin embargo, uno de sus mayores logros fue haber compatibilizado su carrera como la Supernova de las pasarelas y la crianza de cinco hijos: “No me gusta lo fácil”, cerró.

Natalia en su fundación, vía Instagram.
Natalia en su fundación, vía Instagram.

COMPARTIR NOTA