La lucha de Arturo Guerrero contra el "bicho maldito"

14.07.2017 ENTREVISTA A MANUEL CARO "CARNE AMARGA" Y ARTURO GUERRERO, PROTAGONISTAS DE PROGRAMA LA VEGA DE TVN. FOTO: FERNANDO CAMPOS M.

Hoy, cuando permanece en cuarentena porque está contagiado de Covid, su optimismo parece esfumarse y a través de un contacto con el matinal "Bienvenidos" mostró una faceta inédita en su desbordante personalidad: la fragilidad propia de un hombre valiente que se enfrenta lo desconocido.

Hace rato que Arturo Guerrero pasó de ser una mera fuente informativa –es Relacionador Público de La Vega Central- para convertirse en un querido personaje de TV. Hoy, cuando permanece en cuarentena porque está contagiado de Covid, su optimismo parece esfumarse y a través de un contacto con el matinal "Bienvenidos" mostró una faceta inédita en su desbordante personalidad: la fragilidad propia de un hombre valiente que se enfrenta lo desconocido.

Arturo Guerrero maneja el don de la palabra. Los griegos lo llamaban retórica. En español simple: capacidad para entregar contenidos con el fin de deleitar, conmover o persuadir. Y, ciertamente, él tiene esa particularidad. No son pocos los programas donde Guerrero ha demostrado sus capacidades. En "La Vega" (TVN) desató su lado lúdico y fue el "padrino" de improvisados trabajadores que ponían sus esfuerzos para adaptarse al rudo comercio en el mercado de abastos.

En "Llegó tu hora", de TVN también, Guerrero mostró otra de sus características: el cuestionamiento al poder desde su tribuna. Con un alto sentido social, incluso interrogó al Presidente Piñera sobre la ayuda a las pymes, un sector golpeado por los vaivenes del mercado.

En cada recorrido por La Vega, Arturo Guerrero es figura indiscutible. Es que el hombre se crió entre frutas y verduras. Así lo recordó en una entrevista, donde contó que a los ocho años ya vendía las hojas de apio que previamente recogía.

En "Bienvenidos" a través de un contacto telefónico con una de sus hijas, Guerrero contó cómo vive su lucha diaria contra el Coronavirus: "Hay que vivirlo y te digo: 4 o 5 días yo lo único que quería era morirme. No soy negativo ante la vida, pero ya ves que está todo perdido, ya no discutamos más. No lo cuento para que me tengan pena, es terrible este bicho maldito".

Con algo de barba, producto de los días en que ha permanecido en cuarentena, Guerrero sigue dando la lucha. No baja los brazos ni disminuye la intensidad de su discurso. Es que él no conoce la derrota y por eso cuando el optimismo se desvanece, diariamente, hace un gallito al "bicho maldito".

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