Led Zeppelin IV: La catedral del Hard Rock

Un disco de antología. Fueron largas horas de grabación alojadas entorno a un maldito destilado, risueños tabacos y eternas conversaciones depositadas en el estudio de cuatro inolvidables paredes. Lanzado hace 47 años con la furia de misil (08/11/1971), proyectó el virtuosismo sónico de un cuarteto que ya es un mito.

Led Zeppelin es la banda de rock & roll más influyente de todos los tiempos. Y claro está, el blues, folk y conceptos asociados a las matrices del heavy metal, consolidan el salvajismo de una obra concebida bajo la crítica mirada de la prensa especializada. La misma que, previo a su publicación, miraba con desdén el proceso creativo ligado al poder del alma, mente y teorías basadas en el ocultismo que interpretaba la banda.

Cuarta producción que contó entre sus filas a clásicos como "Black Dog", "Rock & Roll" y "Misty Mountain Hope". Adictivos temas engalanados por la mágica presencia de "Starway to Heaven". Canción que hoy les significa ventas por sobre los 40 millones de copias en todo el mundo. Asimismo, ser el tema con mayor cantidad de reproducciones en la historia radial de Estados Unidos. Se trató de la última chispa de creatividad ingresando a la pista de grabación. Robert Plant (voz), usó la química espiritual impulsada hacia el clímax teatral.

Méritos dispuestos sobre una producción que consignó a través de "The Battle of Evermore", "Four Sticks" o "Going to California", el anhelado equilibrio hacia un pasaje creativo donde los excesos fueron parte del menú institucional. Zeppelin, controló la madrugada en función de una atmósfera, descifrando nuevas fórmulas adosadas a un vertiginoso pasado. Ahí donde se alarga la escalera, para empezar a escribir la historia.

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