Los cambios de Machasa

He visto todos los memes que la creatividad criolla logró generar, luego que Evelyn Matthei -con chaleco amarillo dirigiendo el tránsito- gambeteó a la prensa y salió al trote por Pedro de Valdivia. Confieso que el de Forrest Gump me sigue provocando carcajadas, al igual que aquel donde aparece sorpresivamente haciendo caer a la presidenta de la UDI en La Moneda.

Es cierto, la alcaldesa de Providencia dejó algo para la memoria. Pero una de las cosas que quedó dándome vueltas tras el incidente, son las palabras que Matthei le deja caer al reportero del matinal de Chilevisión, en una conversación sobre la incapacidad de Carabineros de actuar y el temor que la gente se arme.

"Siempre Chilevisión. Siempre CNN. Dándole siempre a todo lo negativo. Me tiene harta Chilevisión. Me tiene harta CNN", espeta Evelyn.

Horas más tarde, el empresario Juan Sutil informó a través de una carta, que desde diciembre no auspiciarían más el programa "Agenda Agrícola" de CNN, afirmando que la razón "obedece a la deplorable actitud de CNN y CHV en los momentos en que Chile necesitaba de un periodismo serio, objetivo y libre de sesgo político. Lamentablemente CNN infringió y no supo actuar correcta e imparcialmente".

¿Por qué existe esa percepción en algunos sectores? Hacerse esa pregunta requiere mirar a quienes están tomando las decisiones. Porque las decisiones tienen nombre y apellido.

María Paz Epelman es la responsable de varios cambios en Machasa en el último año y medio. Sin ir más lejos, la salida de Iván Núñez del holding, después de una pelea monumental que conté en su minuto; la marginación de Alejandro Repenning de CNN, y de Pablo Badilla como director de prensa de Chilevisión a fines de 2018. Tras esa última movida, ella quedó como máxima autoridad editorial y hoy, tanto Lorena de las Heras como Pablo Vásquez -responsables periodísticos de ambas señales de Turner- reportan directamente a Epelman, quien quedó a la cabeza de los contenidos informativos de la cadena.

Epelman tiene domicilio político conocido. Trabajó con Blas Tomic en la empresa Metro durante la primera administración de Michelle Bachelet, y fue parte del Consejo Consultivo de Género en el Ministerio de Economía durante el segundo gobierno de la actual Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Es una mujer con un fuerte compromiso político con la centro izquierda, y uno esperaría que tal sensibilidad no fuera impedimento para el desarrollo de su trabajo.

Pero aparentemente, está empezando a generarlo.

Las quejas de Matthei y Sutil son tan sólo la punta de un iceberg más complejo, en momentos en que la epidermis social está muy frágil y la necesidad de que los medios generen esa percepción de objetividad, es una exigencia ineludible.

En medio de la crisis, ¿se estará dando un gustito María Paz? ¿Estará a tiempo para corregir el camino?

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA