El periodista deportivo se fue contra los “códigos de camarín” que hay en fútbol.
Juan Cristóbal Guarello se refirió a la polémica virtual que protagonizó Claudio Bravo contra el exfutbolista Rodolfo Moya, quien le atribuyó al arquero la caída de “La Generación Dorada”.
Vía redes sociales, el exdelantero aseguró que “el real responsable de toda esta debacle” fue el portero de La Roja, y puso como fecha exacta la vez que su esposa, Carla Pardo, arremetió contra compañeros de la selección tras quedar fuera de Rusia 2018. Moya lo acusó de “sapo y asegurado”. En tanto, el guardameta le lanzó al ex-U. de Chile algunos episodios conflictivos de su vida extrafutbolística.
Ahora, en un nuevo capítulo de La Hora de King Kong (YouTube), el periodista deportivo partió haciéndole un recordatorio al exgoleador: “La debacle de Chile, Rodolfo, no empezó contra Brasil”, ya que “Bravo y todos jugaron muy mal”, recordó.
En realidad, “la debacle de Chile fue contra Paraguay de local”, aseguró Guarello sobre aquella derrota 0-3 en el Monumental, que partió con autogol de Arturo Vidal, quien un par de noches antes había realizado una fiesta en el Casino Monticello, con familia y amigos, según consignó Cooperativa.
“Pero tras esa derrota en Brasil, la mujer y la suegra de Bravo hablaron contra Vidal”, contó Guarello. Por aquel entonces, vía redes sociales, la pareja del capitán lanzó sobre la eliminación: “Yo sé que la mayoría se pelaron el culo, mientras otros se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban”.
Ahora, el reportero planteó sobre “Moyita” que “entonces no le apunta por comerse un gol (contra Brasil, el 1-0), si no por el hecho de romper el código de camarín”, por las declaraciones de su señora.
El análisis de Guarello
A propósito del altercado virtual de los últimos días, Guarello arremetió: “Les voy a decir una cosa porque me importa tres carajos a esta altura: los jugadores no son amigos entre ellos”, remarcó. “Son bien desleales”.
“Todo lo que les cuentan de los códigos se los pasan por la raja”, opinó. “Con plata adelante, se pasan a llevar. Y cuando hay una mujer por delante, también les dan lo mismo los años de amistad o la fraternidad, del hocico para afuera.
“Hay algunos que son ‘amigos del alma’, pero en los camarines no son amigos”, declaró. “Esos no son códigos de fraternidad, son casi de la cárcel”, comparó.
A propósito del cruce Moya-Bravo, el comentarista deportivo dijo: “Para el futbolista es más grave sapear que doparse, sapear que robarle a un compañero o estafar un amigo, o sapear que llegar curao a jugar”. Es decir, “para el jugador lo más grave es sapear”, resumió.
Así que “da lo mismo que aceptes sobornos”, criticó. “Pero sapear no lo van a aceptar”, así que “esos códigos demuestran lo trastocado que están los valores en el fútbol”. De hecho, “eso ocurrió hace algunos años cuando jugadores se apropiaron de los premios de otros jugadores”, en alusión a lso premios por la participación en el Mundial de Brasil 2014. “Los con más plata se apropiaron de la plata de los que menos tenían”, que “si no fuera por la prensa nunca habría habido retribución”, puntualizó.
“Todos esos códigos, las pelotas”, dijo sobre aquel plantel en el que Bravo era uno de sus líderes. “Se cruza una mujer o un fajo de billetes y se acaban los códigos. Siempre ha sido así”, aunque “antes era menos porque ganaban menos y tenían menos poder, pero hoy está desbocado eso”, remató.
“¡Cómo venden la pomada!“, añadió.
“Chile no quedó eliminado porque Vidal andaba con la caña, pese a que se hizo un autogol y Bravo lo puteó en la caña”, repasó sobre Rusia 2018. “Chile quedó eliminado porque no le hacía un gol a nadie y el camarín estaba hecho mierda”, así que Vidal era sólo “un engranaje”.