Raffaella Carrà, la diva que "siempre" votaba comunista y estaba "del lado de los trabajadores"

La gran diva de las lentejuelas, primera Reina del Festival de Viña, se alzó como un estandarte no sólo por su talento sino también por sus convicciones.

Este lunes por la mañana, muy tristemente nos hemos enterado del deceso de la diva boloñesa, Raffaella Carrà, a sus 78 años. Así lo comunicó el medio italiano Corriere della Sera y lo confirmó, poco después, su pareja de toda la vida, Sergio Iapino. Una maldita enfermedad.

No hay consuelo, pero al menos la cantante, actriz y presentadora, primera Reina del Festival de Viña del Mar en 1982, se marcha convertida en toda una institución: una de las más grandes estrellas del pop de los setentas y, también, como un estandarte LGTBI. La corona de reina, de hecho, siempre pareció estar hecha a su medida.

La italiana despertaba admiración por su belleza y, por supuesto, por el despliegue de talento sobre los escenarios, con cada canción, con cada baile. Por su desplante y por personificar el atrevimiento, la diversión y los excesos. Pero ojo: también por sus convicciones políticas.

Uno podría imaginar que su figura, la de una estrella consumada, estaría más bien emparentada a los lujos y, por qué no, al jet-set. Pero fue la propia italiana la que se encargó de explicar que no, que sus ideas iban por otro lado…

Diva comunista

En junio de 1977, en una entrevista que concedió a Interviú, Raffaella Carrà fue contundente. "Yo siempre voto comunista", se tituló la nota.

Y un par de décadas más tarde, lo refrendó en otra conversación con la prensa: "En un conflicto entre trabajadores y empresarios, yo siempre estaré del lado de los trabajadores", aseguró.

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La página escaneada de esa entrevista. Una reliquia.[/caption]

Para advertir su preocupación por las condiciones laborales, hay que retroceder hasta mediados de los ochenta, en tiempos de Pronto… Raffaella?, cuando Carrà se convirtió en una de las figuras mejor pagadas de su país.

Lo llamativo —llamativo porque prácticamente no había quien diera esa pelea en la época— es que fue algo que ella misma exigió, cuando notó que había otros presentadores que cobraban más, aun cuando su programa cosechaba millones de espectadores. Exigió y le pagaron como merecía.

Después, en 1992, cuando volvió a España para conducir ¡Hola Raffaella! en TVE, mantuvo esa postura. La guionista y escritora Almudena Montero, que trabajó con ella en esa época, la perfiló hace algunos años en un célebre hilo de Twitter:

"Por los pasillos se hablaba de culos de tías, malversación de fondos y luego de penas de cárcel. Y en medio de todo ese horror catastrófico, aparecía Raffaella Carrà. Se te acercaba como no se te ha acercado en la vida un famoso, te bajaba la piel del ojo y te decía: 'Estás anémica perdida'", escribió.

"Te preguntaba por tus condiciones laborales, y cuando se las contabas, apagaba la luz del plató", añadió.

Y después explicó: "La tipa vivía permanentemente en un estado de excitación política de izquierdas, mientras dirigía departamentos enteros, vestida de lentejuelas rojas".

Montero volvió a hablar con ella al tiempo, cuando el hilo se hizo viral. Carrà le animó y, de paso, le confirmó en esa conversación: "Yo voto comunista. Implica un modo de vida y una responsabilidad muy grande".

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La diva comunista.[/caption]

En conversación con Eldiario, la guionista luego repasó otra anécdota:

"Un día pasaba yo por delante de la sala en la que ensayaban las bailarinas de un programa la coreografía. Yo estaba cotilleando desde la puerta y entró Raffaella. Estuvieron ensayando un buen rato, a mí me encantaba ver los ensayos", comenzó.

"Entonces, tras una pausa de 5 minutos en los que ella desapareció, volvió hecha una fiera, reunió a todas las bailarinas, y se largó un discurso, que ahora entiendo feminista. Yo era una enana. Flipé", añadió.

Y remató: "Decía cosas como 'los hombres son como los perros, que huelen el miedo', 'tenéis que protegeros…'".

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