Destacado periodista, hincha de la Unión Española, recordado por sus relatos y su vocabulario florido y correcto. Con una carrera de seis décadas en la radio, diario y televisión, Julio Martínez se convirtió en un icono popular y una figura clave del periodismo chileno nacional. Aquí un repaso por su trayectoria.
Considerado como uno de los periodistas deportivos más grandes que ha tenido el país. Julio Martínez Prádanos fue un histórico comunicador y comentarista, premio nacional en su profesión, que dejó un importante legado que perdura en su pasión y contribución al deporte.
Con seis décadas de trayectoria, el “Jota Eme”, como también era conocido, destacó por su trabajo en radio, diarios y en la televisión, en especifico, Canal 13.
Nacido el 23 de junio de 1923 en Temuco, Julio Martínez Prádanos fue el único hijo de José Martínez y Julia Prádanos, ambos inmigrantes españoles. Desde pequeño mostró su interés por el fútbol y heredó de su padre su amor por la Unión Española.
A los pocos años de vida, su familia se trasladó hasta Santiago. Estudió en el colegio San Pedro Nolasco, donde demostró sus habilidades en la oratoria y escritura, redactando críticas deportivas y convirtiéndose en el orador oficial del establecimiento.
Tras la muerte de su padre, un joven Julio Martínez debió comenzar a trabajar, lo que truncó sus deseos de estudiar una carrera universitaria.
Sus inicios en el periodismo fueron en la radio Prat, donde llegó por casualidad. Según consignó Asifuch, el 18 de septiembre de 1945, Martínez fue a buscar a su amigo Carlos Alberto Palma a la radio, lugar donde éste trabajaba. Debido a la ausencia de un locutor, le ofrecieron ponerse detrás del micrófono y él aceptó. Gracias a su buen debut, lo llamaron a los pocos días y lo contrataron para ser parte del programa “Clínica Deportiva”.
Tras su éxito como relator deportivo, unos años después se sumó a la radio Agricultura, donde consolidó su carrera en la locución. Además, fue parte de programas como “Tribuna deportiva” en radio Corporación y “Deporte Total” en radio Minería. También trabajó en la radio Monumental.
Paralelamente, “Jota Eme” inició su carrera en la prensa escrita en el diario “La Hora” y luego llegó a “Las Últimas Noticias”, donde escribió su popular columna “Bajo la Marquesina”.
En 1962, Julio Martínez relató la Copa Mundial de Fútbol que se realizó ese año en Chile, consagrándose como la voz del “Equipo de Todos”. En el partido de la selección nacional ante la Unión Soviética, nació su recordada frase de la “justicia divina” en un relato que sigue siendo recordado por los fanáticos del fútbol.
Todo ocurrió durante una jugada de Leonel Sánchez, quien fue derribado en el área por un defensor soviético. Sin embargo, el juez del compromiso cobró falta, pero fuera del área, lo que colmó la paciencia de Martínez. “Los penales sólo se cobran contra Chile en este campeonato”, lanzó.
Tras el gol de Sánchez, el relator estalló en alegría y lanzó su recordada frase. “Un tiro libre impresionante de Leonel Sánchez y la pelota en la red. Justicia divina. Justicia divina, amables oyentes. Era penal, esa falta fue a un metro dentro del área”, expresó.
En abril de 1966, Julio Martínez llegó a la pantalla chica y se sumó a las filas de Canal 13 como comentarista deportivo. También fue parte de programas como “A esta hora se improvisa” (1970-1973) con Jaime Celedón y “Almorzando en el Trece” (1980-1993, 1999), entre otros.
En esta casa televisiva se mantuvo hasta sus últimos días en la pantalla chica, realizando sus análisis deportivos en el noticiero y compartiendo sus reflexiones.
El 8 de diciembre de 1978, en la clausura de la primera Teletón que se realizó en el país, Julio Martínez realizó un emotivo discurso que sigue siendo recordado por todos los chilenos.
“Estamos contribuyendo a que los niños enfermos puedan sonreír. ¿Saben qué hay en cada niño que sonríe? Un canto a la vida, un canto a la dicha, un canto al amor. Muchas gracias”, expresó el comunicador, sacando aplausos de los presentes.
Gracias a su correcto uso del lenguaje y su gran oratoria, Julio Martínez recibió distintos reconocimientos por su trayectoria y su carrera en el periodismo.
En 1970, Martínez recibió el Premio Nacional del Periodismo Deportivo, mientras que en 1988 fue galardonado con el Premio de la Real Academia de la Lengua. Por otro lado, también recibió el premio Raúl Prado Cavada.
Con una consolidada carrera, Julio Martínez recibió en 1995 el Premio Nacional de Periodismo, Según consignó Asifuch, al recibir el reconocimiento, el comunicador aseguró: “No fui a la universidad. No tuve ese privilegio, pero respeto profundamente a los que lo hicieron, porque son mejores que nosotros, los que fuimos a la universidad de la vida, de la que estoy tan agradecido. El Premio Nacional de Periodismo me lo merezco, y debía de ser para mí hace dos años, pero me lo ganaron dos periodistas mujeres”.
Sumado a eso, “Jota Eme” fue homenajeado por el Senado y recibió la “Medalla de Oro a la Trayectoria” en 2007. Días después, también le entregaron el Premio Nacional de la Historia de Fútbol.

Julio Martínez fue un gran amante de la bohemia santiaguina y del tango, solía reunirse con sus amigos en el café Santos.
Se casó con Norma González y tuvo un solo hijo, Julio Martínez Colina, quien nació fruto de una relación anterior. Pese a que estaba casado, el periodista continuó viviendo junto a su madre, Julia, hasta la muerte de su progenitora.
Con respecto a la política, Martínez nunca manifestó abiertamente su posición política. “Jamás di mi voto a candidatos de extrema derecha o de extrema izquierda”, afirmó en una entrevista, según consignó Asifuch.
Hace unos años, en medio de la invasión de Rusia a Ucrania, en redes sociales se viralizó una reflexión de Julio Martínez sobre los conflictos bélicos. “Alguien me dijo al llegar al canal… ‘¿quién gana la guerra?‘, ‘¿Cómo?‘, le dije… ¿Usted cree que alguien gana una guerra? La guerra la pierde la humanidad. Buenas noches”, expresó.
El 2 de enero de 2008, se confirmó la muerte de Julio Martínez a los 84 años. Tras una larga batalla contra un cáncer a la próstata, el comentarista falleció en su departamento en Providencia a causa de un paro cardiorrespiratorio.
La muerte de una de las voces más importantes enlutó al mundo deportivo nacional. Su legado sigue siendo recordado y, hoy en día, el Estadio Nacional lleva su nombre.