Stjepan Tarbuskovic: "Le pusieron precio a mi cabeza"

El periodista de Canal 13, Stjepan Tarbuskovic, recuerda los momentos más tensos que ha vivido por sus investigaciones a delincuentes.

A Stjepan Tarbuskovic le ha tocado investigar y reportear casos de desaparecidos, de malversación de fondos en instituciones públicas, ha estado donde las papas queman en protestas y manifestaciones. También se ha sumergido en el mundo del narcotráfico, le han apuntado con un arma y su vida ha estado en riesgo.

Y la gente ya reconoce al periodista del área de reportajes del 13, y le agradece y valora la pega que hace al desenmascarar un mundo que, lamentablemente, está cada día más presente en la agenda periodística y la conversación y el temor de los chilenos.

El formado en el área policial de Chilevisión pasa por un momento en que la pantalla le sonríe. El Bienvenidos y Sigamos de Largo le han abierto las puertas para comentar su trabajo de alto riesgo.

"La televisión, con el paso del tiempo, se ha acercado mucho más a la realidad, a temas más duros, dejando de lado otros que hace cinco años eran más livianos. Si miras las pautas de los matinales, se conversa de temas más reales, se está perdiendo el miedo de hablar a calzón quitado del mundo delictual", explica Stjepan a La Cuarta.

El periodista, que en unos de sus reportajes siguió la huella de la desaparición del Cangri, asegura que su misión se ha "especializado en la calle, en la población o con la policía. Se me ha dado ese tipo de pega y me gusta mostrar lo que a veces a muchos no les agrada que uno revele".

- ¿Qué es lo que más te ha chocado? Lo que está más ligado con el micro y narcotráfico, porque te toca mirar de frente el poder de amedrentamiento que tienen los delincuentes en las poblaciones, el poder de fuego que poseen.

- ¿Cuesta medir el riesgo? Es algo que para los que hacemos este tipo de pega nos apasiona. Me encanta estar metido en las patas de los caballos, muchas veces no mides el riesgo, haces el mismo trabajo que hace la policía, pero sin tener ningún tipo de protección .

- ¿Es verdad que te estuviste al borde de la muerte? Fue un día del joven combatiente del año 2013. Un grupo de manifestantes disparó contra la comisaría donde estaba y una de las balas llegó en mi casco. Entro por el costado derecho de la frente y salió por el otro, y me paso rosando la cabeza, a un centímetro.

- Y me tinca que no ha sido la única salvada.. Me han salido persiguiendo, me hicieron encerronas, nos han golpeado, me han llegado amenazas por investigar a prestamistas informales o a raíz de un reportaje del comercio ambulante y después nos mandaron a decir que tuviéramos cuidado, porque le pusieron precio a mi cabeza.

- ¿Y qué dice la familia? De una u otra forma te terminan amenazando o demandando. Mi familia siempre se preocupa, me preguntan cuál es el límite, yo trato de cuidarme, pero es una pega que me apasiona y que no me gustaría dejar de hacerla.

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