Confirman que los animales se automedican

Los animales saben distinguir aquellas plantas que les producen bienestar y se automedican. Pero también logran individualizar las que previenen enfermedades o les ayudan a eliminar los parásitos.

Así lo estableció una investigación de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Según Joal Shurkin, los animales descubrieron formas de automedicarse con plantas de su entorno.

De acuerdo al estudio, pájaros, abejas, lagartijas y chimpancés comparten un rasgo similar. Todos pueden automedicarse ya que saben distinguir las propiedades de las plantas que les ocasionan bienestar. Y también aquellas que les previenen enfermedades o les ayuda a eliminar los parásitos.

Se automedican

"Hasta criaturas con el cerebro del tamaño de una tachuela de alguna forma saben ingerir ciertas plantas o usarlas en formas inusuales cuando las necesitan. Cualquiera que haya visto un perro comer pasto en un parque es testigo de la automedicación. El perro probablemente tiene algún parásito o malestar en su estómago. El pasto les ayuda a vomitar la infección o a eliminarlo a través de sus heces", aclara el estudio.

La ciencia de este comportamiento se llama zoofarmacognosis. La palabra se deriva de las raíces zoo (animal), pharma (droga) y gnosy (conocer). No está muy claro con cuántos conocimientos cuentan, pero en algunas especies parece que evolucionaron esta habilidad nata para detectar constituyentes medicinales en las plantas.

Está comprobado que los babuinos de Etiopía comen las hojas de una planta para combatir los gusanos que les puede causar esquistosomiasis, enfermedad parasitaria. Los monos hembra araña en Brasil, a su vez, añaden plantas a su dieta para aumentar o disminuir su fertilidad. Y lémures embarazadas en Madagascar mordisquean tamarindo y su corteza para ayudar en la producción de leche, matar a los parásitos y aumentar las posibilidades de un parto exitoso.

¿Automedicaciòn aprendida?

Mark Hunter, profesor de ecología y biología ambiental de la Universidad de Michigan, dio a conocer una explicación simple para estas acciones, en el que millones de años atrás un animal -puso de ejemplo a un gorila - tenía dolor de estómago y por razones desconocidas el animal tomó una hoja, la masticó, se sintió mejor y se acordó de esta acción, por lo que la repitió. "Nunca se debe subestimar el poder de la selección natural. No hace falta ser un organismo inteligente para desarrollar una conducta instintiva", explica Hunter.

Los científicos no están seguros sobre si este comportamiento es aprendido, pero afirman que los seres humanos pueden aprender de la zoofarmacognosis sobretodo en la búsqueda de nuevos medicamentos. Incluso, explican que gran parte de la medicina popular, viene de curanderos que vieron automedicarse a algunos animales.

Fuente: 24Horas.cl

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