La tragedia sucedió cuando la madre le aplicaba el producto a sus otras dos hijas y no se percató a tiempo.
Un trágico incidente en la comunidad de Juticalpa, Olancho, cobró la vida de Dylan Alejandro González Suazo, un bebé de diez meses que sufrió una intoxicación al ingerir un producto contra piojos.
Según la madre, Elisa Camila Suazo Flores, el domingo 2 de febrero en la aldea Las Minas Lepaguares, aplicaba el tratamiento a una de sus hijas cuando, en un momento de descuido, el pequeño entró en contacto con el veneno, identificado como “Marchall”.
Al notar que el bebé lo había tocado, intentó limpiar sus manos de inmediato, pero poco después comenzó a convulsionar y a expulsar espuma por la boca.
En medio del pánico, la familia trasladó de urgencia al niño al Hospital General San Francisco de Juticalpa, pero lamentablemente llegó sin signos vitales. Posteriormente, personal forense realizó el levantamiento del cuerpo y lo envió a la morgue de Tegucigalpa para la autopsia.

Preocupación por la seguridad en el manejo de sustancias tóxicas en los hogares
Hace apenas unas semanas, el 15 de enero, dos niñas perdieron la vida en la comunidad de Maor, Dulce Nombre de Culmí, tras ingerir accidentalmente veneno para ratas.
Las autoridades han reiterado el llamado a los padres para extremar precauciones con productos peligrosos y evitar que más niños sean víctimas de este tipo de accidentes.