Angelo Becciu -quien en el algún momento fue uno de los favoritos para suceder al papa- quiere participar de la elección pese a ser condenado a inhabilitación “perpetua” para ejercer cargos en la Santa Sede.
Con la muerte del Papa Francisco, comenzaron los preparativos para el cónclave y la elección del sucesor.
Sin embargo, han surgido una de las primeras polémica: el cardenal italiano Angelo Becciu, al que Francisco le retiró todos sus privilegios y le prohibió participar de la convención tras ser condenado por un caso de irregularidades financieras, exige participar a toda costa.
Becciu no debería ser parte del cónclave, de hecho, no aparece en la lista oficial de 135 cardenales que participarán de la elección, a pesar de tener 76 años.
Sin embargo, la oficina de prensa de la Santa Sede aseguró que “todos los cardenales, incluido el que fuera el poderoso sustituto de Estado vaticano, pueden participar en las congregaciones, las reuniones preparatorias”, afirmó Biobiochile, aunque eso no significa que pueda entrar en el cónclave.
El pasado martes, Becciu se presentó en la primera asamblea de cardenales, luego dio una entrevista al diario italiano Unione Sarda, en la cual aseguró que tiene derecho a entrar en la elección.
“El papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias como intactas ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni petición de mi renuncia explícita por escrito”, declaró.
“Estaré allí (…). La lista publicada por la Oficina de Prensa no tiene ningún valor legal y debe tomarse como lo que es”, sostuvo.

¿Qué pasó con el cardenal Becciu?
Becciu, fue el primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano, y condenado a inhabilitación “perpetua” para ejercer cargos en la Santa Sede.
En 2023 fue condenado a 5 años y 6 meses de cárcel, luego de comprar un edifico en Londres por 200 millones de euros.
Durante el proceso surgieron otros delitos financieros, como donaciones de 125.000 euros que el cardenal ingresó en la cuenta de una asociación, vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, que en ese momento presidía uno de sus hermanos.
Becciu fue durante 7 años el número tres del Vaticano, y llegó a ser uno de los favoritos para la eventual sucesión del papa Francisco, a quien fue cercano hasta 2021.
