Más allá del debate sobre si es un problema de salud pública, la lucha contra la gordofobia es un desafío social por la inclusión y la empatía.
Las redes sociales refuerzan la percepción negativa de la obesidad, según un reciente estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
La investigación, basada en encuestas a 850 personas, evidencia que el 69,6% cree que las redes transmiten una visión negativa o muy negativa de la obesidad, porcentaje que disminuye al 57,3% en los medios tradicionales.
Dentro del ecosistema digital, Instagram lidera como la plataforma que peor representa la obesidad, según el 60% de los encuestados y le siguen:
- TikTok (20,5%)
- Facebook (19%)
- X (16,5%)
- YouTube (10,7%)
Una batalla entre la salud y la discriminación

La obesidad es un factor de riesgo para múltiples enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades renales, hígado graso y cáncer.
Sin embargo, desde el activismo se critica que la forma en que se habla de la obesidad en los medios refuerza la estigmatización en lugar de abordar el problema de manera estructural.
En este sentido, el 68% de los encuestados cree que las redes sociales priorizan un enfoque estético, mientras que el 60% opina lo mismo sobre los medios tradicionales.
Además, el 90% de los encuestados considera que las redes fomentan la comparación de cuerpos, mientras que el 82% cree que la publicidad en televisión y medios impresos promueve estándares de belleza poco realistas.
La presión sobre las mujeres y la necesidad de medidas colectivas

El activismo contra la gordofobia cobró fuerza desde 2012 en México, Chile y Argentina, a diferencia de EE.UU., donde el movimiento de aceptación de la gordura comenzó en los años 60.
El estudio subraya que la presión para cumplir con los estándares de belleza recae principalmente en las mujeres.
El 80% de los encuestados así lo considera, mientras que el 45% de las mujeres declara sentirse presionada por la publicidad de dietas y ejercicio, en comparación con el 26% de los hombres.
Pese a que el 47% de los encuestados cree que la obesidad es una cuestión de responsabilidad individual, las soluciones propuestas se centran en medidas colectivas:
- 93,8% aboga por abaratar los alimentos saludables
- 87,2% pide más campañas de concienciación
- 83,7% exige regulaciones más estrictas sobre productos ultraprocesados
Una llamada a la responsabilidad de los medios

Desde el activismo se exige que los medios de comunicación y las redes sociales asuman su responsabilidad en la promoción de estándares de belleza inalcanzables que perpetúan la discriminación.
La UPV/EHU destaca la importancia de un enfoque ético y responsable al informar sobre la obesidad, evitando el sensacionalismo y promoviendo la diversidad corporal.
Más allá del debate sobre la obesidad como problema de salud pública, la lucha contra la gordofobia es un desafío social que apunta a construir una sociedad más inclusiva y empática, donde se respete la diversidad de los cuerpos sin estigmatización ni discriminación.