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Francisco Ortega detalla su nuevo libro, “Tesoros Chilenos”: “Es como una guía de campo para quien quiere hacerse rico en Chile, si no le tiene miedo al diablo”

Conversamos con el autor y periodista chileno sobre su nuevo libro “Tesoros Chilenos”, con el que cierra la trilogía que empezó con “Dioses Chilenos” y “Alienígenas Chilenos”. “Yo cuento estos tres libros para toda una generación que cree que Chile no tiene grandes épicas mitológicas”, asegura al diario pop.

Foto: Mónica Molina

Tesoros escondidos, criaturas y maldiciones que lo protegen y mitos chilenos. Así es el nuevo libro de Francisco Ortega, “Tesoros Chilenos”, con el que cierra su trilogía de la geografía mágica de nuestro país que comenzó con “Dioses Chilenos” y continuó con “Alienígenas chilenos”.

En este texto que relata las historias de 88 tesoros escondidos a lo largo de nuestro país, Ortega mezcla un poco de ficción con un relato periodístico en una guía por aquellas riquezas que estarían ocultas en nuestras tierras.

En una conversación con La Cuarta, el autor chileno de best sellers nos contó cómo fue proceso de investigación, cómo nace la idea de este libro con el que busca redescubrir la historia oculta de nuestro país.

“Parte del cierre de una trilogía que nace el 2018 con la idea de recontar la mitología chilena desde una perspectiva más contemporánea, más en códigos de la literatura actual, Siendo folklórica, es menos como texto folklórico y más como si fuera un texto de periodismo. Primero fue mitos chilenos fundacionales, “Dioses chilenos”. El segundo fue criaturas sobrenaturales de Chile, que le cambiamos el nombre con el editor a alienígenas porque nos dimos cuenta que había un diálogo entre la ufología y la mitología que nos podía servir. Y el tercero que, desde el inicio yo siempre quise que tuviera que ver con los entierros, estos tesoros populares, pero se expandió después de que yo trabajé en una serie de televisión que no se hizo. Se desarrolló, pero no llegó a puerto, que era sobre el tesoro de la isla Juan Fernández. Trabajé en los guiones pero también en la investigación y toda esa investigación me hizo como abrirme a la idea de que el cierre de estos libros no fuera sólo de los entierros, sino fuera de los tesoros, de los grandes tesoros que hay en Chile“, explica el escritor y periodista.

“Al principio eran los vínculos con la piratería, pero luego en la investigación y en los años siguientes se fue ampliando. Entonces encontré no sólo piratas, sino tesoros inca, tesoros de otros pueblos originarios, tesoros contemporáneos como los del Dresden o del supuesto oro de Hitler en el sur de Chile”, detalla.

Con respecto al concepto del libro, Ortega relata que todo surgió a partir de una conversación con el autor español Salva Rubio, quien escribió un libro sobre Indiana Jones y lo entrevistó a raíz del estreno de la última película.

“Él me dijo, ‘ah, de Chile, tú sabes que las películas de Indiana Jones tienen un error. Para que Indiana Jones encontrara el Arco de la Alianza y el Santo Grial tendría que haber pasado por Chile primero, porque en la isla de Juan Fernández está la llave del ‘Muro de los Lamentos‘, que es el objeto que se necesita para abrir los cofres donde supuestamente están el Arco de la Alianza y el Santo Grial’. Entonces ahí como que mi cabeza explotó y decidí darle un concepto general al libro, en la cual no sólo meter los entierros, no sólo meter los tesoros de piratas y incas, sino también una suerte de mitología contemporánea alrededor de los tesoros y todo lo que tuviese que ver con maldiciones, diablos y espíritus relacionados”, afirma.

-Hay una cosa que tienen en común todos estos textos es que donde hay un tesoro también hay una maldición y un ser que lo custodia…

-Yo lo digo en términos medio humorísticos, que este libro es como una guía de campo para quien quiere hacerse rico en Chile, hacerse muy rico en Chile, si es que no le tiene miedo al diablo o las maldiciones. Aquí hay 88 lugares para hacerse muy rico en Chile. si no le tienes miedo al diablo y a las maldiciones.

-¿Cuál fue la historia que más te sorprendió, de la que te enteraste?

-La que más me gusta a mí es la del tesoro de los Jesuitas, porque es un gran mito de Santiago. Si es que, efectivamente, en el centro de Santiago está el gran tesoro perdido de los Jesuitas. Además que tiene ingredientes que parecen sacados de una novela, o sea, hay un poeta peruano que le tiene terror al número 13, que es asesinado un 13 de diciembre en la línea, en la ex línea 13 del tranvía, en 1913. Lo matan adelante todo el mundo, lo acuchillan por la espalda arriba de un tranvía, a plena luz del día, en la esquina de lo que hoy día es Sucre con Pedro de Valdivia. Ahí se arma todo un complot que parece digno de una novela de Dan Brown. No sé por qué nunca nadie ha hecho algo de ficción con ese caso.

“El que más me sorprende es, porque lo encuentro increíble, y cuando me contaron la historia, quede para adentro, era el de este señor al cual se le aparecía el fantasma de la Quintrala y lo guía a encontrar un tercio de su tesoro perdido, y que nunca se supo si lo encontró o no lo encontró, porque la familia me dice, ‘mira, mi papá era como una persona muy normal, pero tenía esta ficción. Un día se perdió cerca de Mendoza, volvió y dijo que había cumplido lo que le habían encargado y nunca más habló más del tema’“.

“Yo siempre digo que este libro, a mí no me importa si en este libro las historias son reales, reales, reales. A mí lo que me interesa es que hay gente que me cuente historias. Esta es una recopilación de historias que cuenta la gente. Por ejemplo, los capítulos de Copiapó. Esos capítulos nacen tal cual los cuento ahí. Yo estaba en una librería de Copiapó, fui a una gira a presentar un libro, y llegaron dos vecinos de allá, una pareja, él es profesor universitario, ella tiene una empresa de agua. Me dicen ‘contaste que estás haciendo un libro de tesoro, nosotros tenemos una historia que contarte’ y me cuentan la historia del papá de ella. Me quedé un día más. entrevisté al papá y me contó la historia. Entonces, son como historias que te llegan de la gente, pero contadas como si fueran un thriller contemporáneo".

Foto: Mónica Molina

-El libro tiene estos relatos que cuentas, tú también apareces en el libro, pero también historias sacadas de libros y diarios. ¿En qué género sitúas a ‘Tesoros Chilenos’?

-Hay un género que se publicó en los años sesenta y setenta en Latinoamérica, a través de la editorial Plaza & Janés, que era una recuperación de todos estos libros que están en medio de la ficción y la no ficción. Por ejemplo, “Sacerdotes o Cosmonautas”, “Un caso perfecto”. Y esta colección se llamaba Realismo Fantástico. Entonces yo creo que es un libro que entra muy bien al Realismo Fantástico, pero también entra muy bien a lo que podríamos llamar neofolklore, o folklore cibernético, cyberfolklore. Porque es como una mezcla entre folklore del futuro. Yo creo que es bien inclasificable, porque alguien puede acercarse al libro y leerlo como ficción, y alguien puede acercarse al libro y leerlo como no ficción. Porque finalmente, ¿qué son los mitos? ¿Qué son las leyendas? ¿Qué son los tesoros? Sí, es la existencia de un tesoro perdido en algún lugar cerca de La Rotonda Pérez Zujovic, que es el cacique del tesoro Vitacura, es real. Efectivamente, ahí hubo algo. Pero no hay cómo saber que si toda la historia de la búsqueda, de la gente que se ha vuelto loca buscándolo, es verdad. Entonces está justo en el medio. Yo creo que es un buen libro de historias. De buenas historias.

-¿Cómo fue el proceso de investigación para Tesoros Chilenos?

-Para todos los capítulos fue bien distinto. Bueno, hay como dos o tres capítulos en que a mí se me acercó gente. Otro es que me daban un dato. El mismo caso de este caballero que se le aparecía el fantasma de la Quintana, una amiga me dio ese dato. (Me dijo) ‘Oye, tengo un amigo que su papá tiene una historia muy rara con la Quintana y con el tesoro’. Nos tomamos un café con el hijo de este caballero, que es un señor más o menos de mi edad. Él es abogado y me cuenta la historia de su papá. Yo le digo ‘¿puedo contar la historia?’, ‘Sí, pero te pido que no pongas el apellido y si puedes me cambies el nombre’. Ocupo su nombre pero no su apellido. Y al que me cuenta la historia nunca lo nombro. Es como un amigo de un amigo.

“Otras historias son investigaciones bibliográficas. En la Biblioteca Nacional, en lugares, en internet. Otras traté de ir a los lugares. La mayoría de los lugares fui. No busqué, pero fui para saber cómo era. Por ejemplo, el capítulo de la Fragata Wager, me dieron el dato en internet, de hecho, en Instagram. Alguien me dijo ‘yo conozco el caso de una persona acá en Punta Arena, que es como un deportista de élite que lleva mucho tiempo buscando el tesoro de la Fragata Wager’. Investigué quién era y efectivamente me llevé la sorpresa con que es un personaje que practica kayakismo, que es realmente un deportista de élite, con notas en el New York Times, es más conocido afuera que acá"

“Todos tienen harta recopilación histórica, porque una cosa es la historia que uno recopila y la otra manera es contarla. Entonces había que juntarlo con datos, diarios de la época, etc. Lo bueno es que hay harto trabajo. Hay harto trabajo sobre todo de historiadores de provincia que han recopilado estas historias. Por eso el libro tiene como cuatro páginas de bibliografía, porque tiene harta cita al libro. Yo trato de citarlos a todos, por respeto a sus trabajos".

-¿Cómo nace tu interés por los mitos chilenos?

-De niño. Yo creo que es un interés infantil. Yo leía mucho Oreste Plath. De hecho, el libro está dedicado a Oreste Plath. Lo leía en revistas. En mi casa había muchas revistas de ferroviarios, la revista ‘En Viaje’, ahí escribía Oreste Plath. Era muy fan de él. Siempre he dicho que una de las personas que más admiro y que es un gran formador de mí como escritor.

“Siempre quise escribir un libro de mitos chilenos y de alguna manera en mis otros libros ya venía abordando algunos mitos. En ‘El Verbo Kaifman’ aparece el mito del Cristo de las Mercedes en Valparaíso, en ‘Logia’ también está el mito de la Ciudad de los Césares, que es como el mito favorito, que aquí también se repite. Escribí un libro de mitos para niños, ‘Mocha díck’, que está basado en un mito. Como que de alguna manera, yo en forma paralela a mi carrera como escritor, tengo una carrera, quizás no oficial, de recopilador de mitos y de recontador de mitos en el código contemporáneo, que de alguna manera eso es ‘Tesoro Chileno’.”.

-No estaba tan familiarizada con el tema de los mitos chilenos y cuando me hablan de ellos, pienso en cosas como el “Caleuche” o en mitos específicos de Chiloé.

-¿Sabes lo que pasa? Chiloé tiene el monopolio de los mitos chilenos.

-Me mencionabas que eras un “recontador” de estos mitos, ¿por qué sientes que la gente debería conocer un poco más sobre estas historias de Chile?

-Voy a citar a un escritor que hoy día por razones bastante terribles está funado, que es Neil Gaiman. Él escribió un libro que se llama ‘Mitos Nórdicos’ y ese libro empieza con una frase que, más allá de lo que haya hecho Gaiman, yo la encuentro muy valiosa, que dice que él escribe ese libro para toda una generación que cree que Thor es un superhéroe de Marvel. Entonces yo me cuelgo un poco de eso, pero al revés, yo cuento estos tres libros -‘Dioses’, ‘Alienígenas’ y ‘Tesoros’- para toda una generación que cree que Chile no tiene grandes épicas mitológicas. Y que las épicas mitológicas chilenas son tan grandes como el ciclo de los dioses del Olimpo, el ciclo del rey Arturo, el tesoro de Tutankamón. En este libro, el capítulo de Juan Fernández, da datos que confirman la idea de que el tesoro de Juan Fernández es el tesoro más grande que existe en este mundo, que es mucho más valioso que el tesoro de Tutankamón. Y hay una gran cantidad de gente que no tiene idea. Entonces es un libro que busca redescubrir esta historia oculta. No la vamos a decir historia secreta, porque Jorge (Baradit) ya lo tiene, pero esto es como la historia oculta de la geografía chilena, y del mito, y de la historia.

-Con esto cierras esta trilogía de la geografía mágica. Hablamos un poco de ese concepto, de la ‘geografía mágica’.

-No es mío, es un concepto que se habla harto entre los mitólogos. Ya lo ha hablado Oreste Plath en ‘La geografía del mito y la leyenda chilena’, que es su libro más famoso. Y que él habla de que está la geografía física, el río tanto, la región tanto, el monte tanto, y está la geografía mágica, que es la que explica el origen de ese río, el origen de ese monte, el origen de ese lugar, el origen de ese nombre. Entonces este es un recorrido por esa geografía mágica. Por decirte, está la historia de un incidente urbano como es la Rotonda Pérez Zujovic, que está ahí, pero lo que se cuenta es la historia de un supuesto tesoro que hay debajo.

-Finalmente, cuéntame un poco lo que se viene a futuro, ahora que ya cierras esta trilogía.

-Viene este mismo año un libro para niños, pero a medias con Gonzalo Martínez, con el que escribí ‘Mocha Dick’, es como un libro para colegios, que tiene que ver con la historia de Chile. Son historias de la historia de Chile. Ya más adelante, volví a la novela, hacía mucho tiempo que no estaba escribiendo una novela, estoy escribiendo una novela ahora que debería salir, no sé si el próximo año, dos años más.

"Tesoros Chilenos", el nuevo libro de Francisco Ortega
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