La “niña hermosa” que cuida a los viajeros: la trágica historia tras la animita de los peluches

Según Vanessa Daroch, la “niña hermosa” se aparece en su animita a ”gente que va quedándose dormida o que van muy rápido” por la carrertera.

Astrid Soto tenía 18 años cuando falleció y nunca nadie imaginó que se convertiría en la figura de fe que es hoy.

Su muerte está marcada por una moto que le habían regalado y que, tras prestarla a unos amigos, se había extraviado.

El 21 de octubre de 1998, Carabineros informó a Astrid que el vehículo había sido encontrado en El Monte, así que la joven fue a buscarla, junto a su padre, Julio Soto.

Todo salió bien. La moto fue entregada a su dueña, quien la condujo de regreso a Santiago, mientras que su papá la escoltaba en el auto.

Al llegar a Padre Hurtado, el hombre le pidió a Astrid que se detuviera en una berma porque tenía el casco suelto y necesitaba arreglarlo. Al volver a subirse a la moto, la joven arrancó mal y un camión tuvo que esquivarla para no golpearla. Sin embargo, una caja de herramientas del acoplado la impactó.

Astrid murió a los pocos minutos en los brazos de su papá.

“Ese día hice todo para evitar un accidente. Le toqué la bocina, me bajé y le dije ‘ándate a la orilla, imagínate pasa un accidente’, y me hizo caso. Se subió a la moto, la empujó y salió a la pista, y justo pasó el camión y con la caja de herramientas agarró la moto y la elevó. La moto cayó encima de mi auto”, recordó Julio Soto en BioBioChile.

La niña hermosa

La animita

La familia y amigos de Astrid instalaron una animita en honor a ella, en el costado del kilómetro 22 de la Autopista del Sol. Pusieron una placa y un cartel que decía “Mi niña hermosa”, además de dejarle algunos peluches.

Con el correr del tiempo, conductores de todas partes se detenían para admirar la animita, que pronto comenzó a llenarse de regalos hasta convertirse en una verdadera montaña de peluches y juguetes.

Lo que también se puede encontrar allí, son cientos y cientos de placas de agradecimientos por favores concedidos. Y es que las personas creen fervientemente que Astrid es milagrosa y puede ayudarlos con sus peticiones.

“Nosotros jamás no imaginamos que tantas personas se conmoverían con la historia de mi hija, que tantos llegarían con recuerdos de todo tipo. En el memorial están hasta las cenizas de un hombre que le pidió a mi niña morir sin dolor”, contó su padre.

Animita de La niña hermosa

El espíritu de Astrid

El kilómetro 22 quedó marcado por la historia de Astrid, aunque muchos dicen que su espíritu se quedó allí.

No son pocos los viajeros que han afirmado haber visto una silueta de una joven en el sector. “Ella aparece ahí hasta el día de hoy”, señaló Vanessa Daroch, en el programa El Medio Día. “Ella se aparece afuera de su animita”, añadió.

Según la tarotista, los peluches son ofrendas que le deja la gente para pedirle una manda o que los proteja en la carretera. “Generalmente, se le aparece a la gente que va quedándose dormida o que van muy rápido”, aseguró.

“Ella aparece a la orilla de la carretera, generalmente de noche, pero hay gente que dice que se han bajado para agradecerle algún favor con un peluche, algún juguete, chocolate, incluso le dejan... y hay una persona que dice haber conversado con ella, pensando que era una persona que iba a dejar un peluche, pero después se dio cuenta de que era la ‘niña hermosa’”, relató.

Daroch añadió que no hay que temerle a las animitas, porque estas son para personas que fallecieron trágicamente. “Están hechas siempre por algo trágico y muchos de ellos no se han dado cuenta de que fallecieron”, cerró.

La niña hermosa

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