Un cheeto con forma de Charizard es vendido en 88 mil dólares

El snack, conocido en internet como Cheetozard, fue subastado por la casa Goldin. Mide 7,5 centímetros de largo y además es de la marca Hot Cheetos, lo cual lo hace aun más cercano al mítico Pokémon de fuego.

Sin duda hay gente que es tan fanática de Pokémon que se toman el dicho de “Atrápalos a todos” demasiado en serio. Ya que no contentos con jugar los videojuegos y completar la Pokédex o jugar el juego de cartas y abrir sobres hasta encontrar una carta soñada, existen otras formas de Pokémon que son menos convencionales y por los que la gente se pelea.

Así es como nace el Cheetozard, un especial snack encontrado en una bolsa de Hot Cheetos -la variedad picante y de color rojo de la marca- y que, por una combinación de factores del proceso de creación de estos snacks y el azar, terminó teniendo la forma de un dragón -con alas, cola y cachitos- que muchos relacionaron rápidamente con Charizard.

En vez de comérselo, su dueño original decidió conservarlo y, medio en broma, medio en serio, lo subastó por eBay, donde fue adquirido por unos 350 dólares. Su origen es incierto y es citado entre 2018 y 2022, pero luego se volvió un meme prácticamente, sobre todo con el crecimiento de la popularidad de las cartas de Pokémon.

cheetos

El nuevo dueño del Cheetozard se dedicó a conservarlo dentro de una capa de plástico y esta capa de plástico está dentro de otra caja que asegura su total integridad. Además, está adornada con un fondo que emula una carta Pokémon con el nombre de Cheetozard y esta semana fue subastada por la plataforma de Goldin, especializada en subastas de productos de cultura pop.

La oferta comenzó el 10 de febrero con un participante que ofreció 250 dólares por llevársela. Pero 60 ofertas después, el Cheetozard terminó siendo subastado por 87.840 dólares, de los cuales 72 mil corresponden a la cantidad ofertada y el resto es la prima que se lleva la casa de subastas por el servicio.

Por ahora, no se sabe la identidad de quien compró al Cheetozard, pero si fue un YouTuber, pronto podremos ver si su destino es conservarlo o intentar comérselo, aun cuando la duración de estos snacks suele ser de 90 días antes de que empiecen a perder su sabor y crujido.

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