Un estudio internacional identificó a la colibactina, producida por cepas de E. coli, como posible causa del cáncer colorrectal de inicio temprano. La toxina deja una huella genética en el ADN desde la infancia y su efecto sería más común en pacientes menores de 40 años.
Un equipo internacional liderado por la Universidad de California San Diego identificó una posible causa del incremento del cáncer colorrectal en jóvenes.
Al centro de todo está una toxina bacteriana llamada colibactina, producida por ciertas cepas de E. coli, un tipo de bacteria que normalmente vive en el colon de los seres humanos y otros animales.
La toxina altera el ADN y deja una huella genética específica. El nuevo estudio —publicado el 23 de abril en Nature— analizó 981 genomas de pacientes con cáncer colorrectal.
Ahí encontró que las mutaciones asociadas a la colibactina son 3,3 veces más frecuentes en casos de inicio temprano (menores de 40 años) que en mayores de 70, y predominan en países con alta incidencia entre jóvenes.
El hallazgo es importante porque el cáncer colorrectal en menores de 50 años se ha duplicado cada década desde hace 20 años. De hecho, para 2030 podría ser la principal causa de muerte por cáncer en adultos jóvenes.
La colibactina y su riesgo
Estudios previos ya vinculaban la colibactina con el 10-15% de todos los casos, pero esta investigación es la primera que la asocia de forma clara con los de inicio temprano.
Los investigadores creen que la exposición a la colibactina ocurre en la infancia, dejando cambios moleculares que décadas después pueden desarrollar en cáncer. De hecho, identificaron que el 15% de las mutaciones impulsoras (como las del gen APC) están asociadas a esta toxina.
El equipo trabaja ahora en nuevas fases: identificar cómo ocurre la exposición a estas bacterias, determinar si hay factores ambientales o dietéticos implicados, y si los probióticos podrían ayudar a eliminarlas. También desarrollan pruebas de detección precoz mediante análisis de heces.
Pero advierten que los recortes presupuestarios impulsados por el gobierno de Donald Trump podrían poner en riesgo estos avances.