Corridos tumbados: La nueva vieja escuela

Peso Pluma junto a Eslabón Armado, autores del hit del momento.
Peso Pluma junto a Eslabón Armado, autores del hit del momento.

¿Cómo fue que un sonido de origen rural se volvió la última sensación de la música urbana?

Peso Pluma está en todos lados. Un día canta en el late show de Jimmy Fallon y al otro sube al carpool de los Vamoacalmarno. Después se deja ver con Travis Scott, luego viene a grabar con Benji Gramitos y remata jangueando con Anuel y Bryant Myers.

La estrategia de posicionamiento ha sido impecable. Pese a llevar solo unos meses en el radar masivo, a esta altura se siente como si Peso Pluma hubiese estado aquí desde siempre. Y cada vez que se menciona su nombre, también aparecen los corridos tumbados.

Esta nueva/vieja escuela nace como un fruto de la cultura chicana, incubada por mexicanos en Estados Unidos. En ella confluye el sonido del corrido tradicional con la moral y la estética del trap. Esto último es clave para comprender el actual éxito de esta música de raíz.

Viendo el éxito de “Ella baila sola”, el single de Eslabón Armado con Peso Pluma que lidera las listas globales, muchos se preguntan cómo los corridos tumbados lograron semejante éxito de un día para otro. Pero lo cierto es que este boom no fue algo repentino.

Los corridos tumbados surgen junto a este milenio y en esta década tomaron vuelo gracias a Natanael Cano, el antecedente directo de Peso Pluma. Detrás de Cano hay un movimiento con una rica historia y referentes vitales como el sello chicano Rancho Humilde.

Pero, ¿cómo fue que un sonido de origen rural se volvió la última sensación de la música urbana? Su boom es curioso: el corrido tumbado con sus instrumentos acústicos no tiene nada que ver con la paleta sonora urbana que es 100% digital.

Eso significa que la clave de su irrupción en el nicho urbano no está en la música. Todo indica que los corridos tumbados triunfan porque han adoptado tanto los códigos visuales como el lenguaje del género urbano hasta volverse otra más de sus ramas.

La épica es exactamente la misma. Los intérpretes de corridos tumbados se peinan igual que un ídolo urbano, usan las mismas zapatillas y adoran las mismas marcas de ropa. Además, siempre vienen de abajo y sueñan con llegar arriba cueste lo que cueste.

Si suena familiar es porque en Chile esa energía tiene forma de reggaeton, de trap, de mambo, etc. Incluso ya hay corridos tumbados. La gama es amplia, pero no ha incorporado ningún estilo que provenga de tradiciones musicales más cercanas… hasta ahora.

Por ahí en el under ya hay artistas chilenos testeando la cueca reggaetoneada (Feis6x8) o el bolero flaite (Romansito). De sus experimentos quizás emerja nuestro propio sonido urbano. Los corridos tumbados son una señal de que se puede encontrar un futuro buscando en el pasado.

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