El efecto Alex Gárgolas: cara y sello del fenómeno urbano en Chile

Álex Gárgolas
Álex Gárgolas

El acercamiento del legendario productor deja al desnudo lo mejor y lo peor del boom que ha tenido el género en este rincón del mundo. Sobran los motivos de celebración, pero tampoco faltan razones para preocuparse.

Las luces y sombras del circuito urbano chileno quedaron expuestas con la aparición en el radar de Alex Gárgolas. Pionero del reggaeton e histórico productor ejecutivo del género, el puertorriqueño ha convertido a la escena local en un eje de su trabajo. Sus comentarios sobre artistas chilenos se hicieron virales, su visita a Santiago para grabar un disco con los cantantes más pegados será recordada como uno de hitos del 2022 y su figura se volvió un tema de conversación tanto en la prensa urbana como entre los fans.

De todo lo que se puede sacar en limpio, la nota más luminosa tiene que ver con la música de los cantantes y productores que le dan vida al movimiento. El interés de Gárgolas sugiere que el trabajo de los creadores nacionales se ha vuelto una mercancía preciada a nivel latino. Empresario ante todo, el boricua sabe dónde apostar sus fichas y entiende que acá hay un terreno fértil para las inversiones a futuro. Un ejemplo de ese potencial es el artista que firmó, el copiapino Gospeel, un multiinstrumentista que canta y produce.

Otro destello de luz: Alex Gárgolas tiene línea directa con la élite del género puertorriqueño. Ha trabajado con una larga lista de nombres legendarios como Daddy Yankee, Don Omar o Arcángel, y actualmente está bajo contrato con Rimas Entertainment, el sello de Bad Bunny. Su nexo con Chile, en el mejor de los casos, podría facilitar el diálogo entre ambas escenas para que sus colaboraciones dejen de ser esporádicas y se acerquen cada vez más a la primera división del reggaeton boricua, hasta ahora esquiva salvo algunas excepciones.

Gospeel
Gospeel

Se juntaron los astros

La irrupción de Alex Gárgolas en el panorama local ha sido reveladora. Confirma que la música urbana local ha llegado lejos e infunde optimismo respecto a lo que viene. Durante la semana que estuvo en Santiago, el productor no perdió el tiempo y orquestó la grabación de un recopilatorio llamado Reggaeton Chileno Vol 1, donde estarán presentes Polimá Westcoast, Pablo Chill-E, Paloma Mami, Cris MJ, Pailita, Standly, Marcianeke, Ak4:20, Julianno Sosa, El Jordan 23, Young Cister, King Savagge y Gospeel.

Diseñado originalmente como un EP, el proyecto se expandió hasta convertirse en un álbum completo debido a la efervescencia con la que fue recibido. Solo cinco días tardó Gárgolas en reunir a lo más selecto del género criollo en lo que promete ser un disco histórico. Para nadie pasaron inadvertidas sus actividades en la capital, ni tampoco la rapidez con la que logró concretar sus planes. Esto debido a la enorme atención que gozó de parte de una prensa digital urbana desbordada de entusiasmo ante su presencia.

Alex Gárgolas logró lo que ningún chileno había conseguido: que literal y metafóricamente se junten los astros. Agrupar a los más pegados ha sido desde hace años el anhelo de muchos productores. Sé de primera fuente sobre algunos que sucumbieron en el intento, desmotivados por la indiferencia de cantantes y managers, o aburridos de soportar plantones de última hora en el estudio. Y es ahí cuando aparecen las sombras: al preguntarnos por qué los lugareños no pudieron y un forastero sí.

La historia del reggaeton nacional dirá que el primero en congregar a los exponentes más importantes fue un consumado veterano boricua. ¿Será esa también la norma de ahora en adelante? ¿Que vengan gestores extranjeros a cosechar lo que se siembra acá? Algo así complicaría el desarrollo de una industria como la que sueñan los partícipes del movimiento urbano. Porque para eso se necesitan profesionales que acumulen experiencia hasta convertirse en nuestros propios Alex Gárgolas. De otro modo, Chile solo repetirá en la música su papel de siempre como país del que se extraen materias primas.

Encantador de serpientes

Nuestra escena es joven y muchos pecan de ingenuidad viendo a Gárgolas como un benefactor que llegó a brindar oportunidades. Pero en la práctica todos los cantantes que grabó, salvo por Gospeel que es su caballito de batalla, estaban en la cima antes de su aparición y llegaron ahí sin ayuda suya. Si crear escena fuera su prioridad, habría venido a capacitar productores hace más de dos años, cuando Rimas puso su bandera en Santiago intentando potenciar su filial, Nabru, con artistas como Drago200 o AK4:20.

Bayron Fire
Bayron Fire

Cada jugada de Alex Gárgolas en Chile deja entrever pormenores del negocio de la música, del medio local o incluso de sí mismo. A veces puede ser todo junto, como cuando Bayron Fire filtró los audios donde el boricua acusa a los invitados del recopilatorio de vetar al controversial cantante, transparentando las fisuras que hacen imposible unir al género. En la misma grabación, Gárgolas demuestra ser un encantador de serpientes (como buen productor ejecutivo), prometiéndole a Bayron que lo invitaría una vez que todos los demás firmaran los permisos para salir en el álbum.

Cuando le consultaron al respecto en el live de una página de música, Gárgolas se la sacó diciendo que Bayron era de una generación anterior y que el foco del disco es la camada actual. Sin cuestionar por qué otros artistas de trayectoria similar sí estaban incluidos, su entrevistador solamente asintió y luego las demás páginas recogieron el video como la única versión oficial del asunto, en la millonésima prueba de que la prensa urbana ejerce una suerte de post periodismo que no contrapregunta ni le lleva la contra a nadie. Una imperfección más del circuito musical chileno que deja en evidencia este fascinante personaje de la vieja escuela del reggaeton.

COMPARTIR NOTA