Matiah Chinaski: un maldito escritor de rap

Matías Castillo tiene varios alias pero muchos más discos, más de 20. Acá un fragmento de la vida, pasión y obra de un rapero obsesionado con el jazz, Tom Waits, George Carlin, Nicanor Parra y Dinamita Show.

Hablemos de sincronías. De vueltas de la vida o lo que sea. En el contexto del programa La Junta, el año 2022, la mismísima Ana Tijoux dijo:

“Yo no creo en los mejores y peores, porque lo encuentro medio piramidal, pero Matiah me gusta caleta. Lo admiro por cómo construye la metáfora, es el tipo de persona que escucho y digo ‘ohhh cómo dijo eso’. Es bacán la manera en que estructura. Además siento que como artista no intenta ser otra persona, su identidad es lo que más amo de él. Le creo”.

Algunos años antes, por allá por 1999, un joven Matias Castillo en Conchalí escuchaba Aerolíneas Makiza, el segundo disco de Makiza y le causa un impacto tan profundo que su vida será definida por el rap.

En conversación con la revista Hip Hop Life Mag, el año 2017, mencionará como sus otras influencias del género a Gangstarr, Heltah Skeltah, Dilated Peoples, Madlib, MF Doom, 7 Notas 7 Colores y Violadores del Verso, Kase O especialmente.

Otro ícono de la escena, Diego Torres, más conocido como Chystemc, se refiere a Chinaski en el podcast La verdad también se inventa simplemente como “el mejor” (“el más mejor” para ser literal a la cita).

“La música de chico me gustaba pero no era un impulso tan fuerte, no sabía que me iba a terminar dedicando a esto. En mi familia solo mi bisabuelo era músico, era un brígido. Murió cuando yo era muy chico, casi no llegué a escucharlo. Mi pasión se despertó simplemente porque amo la música, no tengo una explicación muy poética al respecto. Apenas escuché hip hop, me encantó. Tuve compañeros con quienes intercambié cassettes. Gran parte de mi interés tiene que ver con el contenido de las letras”, expresó Matiah a Vice el 2018.

Otro momento iniciático lo comparte en el capítulo de La Junta el mismo artista. Cuenta que mientras estudiaba en el Liceo de Aplicación, un establecimiento de puros hombres, se vinculaban con las alumnas del Liceo 1 por medio de cartas. “Había un hueón que quería hacer carteo, pero escribía como las hueas y me pedía ayuda. Parece que yo le ponía weno. Ahí entendí que tenía buena redacción”, asegura.

El multiverso Chinaski

“Yo no me siento poeta, capaz la gente lo ve así porque lo dicen, pero yo nunca he escrito una poesía. Yo escribo canciones. Sin música no se me ocurren las mismas cosas. Soy cancioneta y no poeta”, afirma Matiah Chinaski (34) en ese programa.

Chinaski tiene también otros nombres artísticos como Miserable con Suerte, Fortunato el Fontanero, Jenry Cancura, Trovador del Water, distintas personalidades que convergen en una persona, como en la película Fragmentados, dice. “Es una influencia de los escritores, que hacen eso, pero también tiene mucho de hueveo”, explica en La Junta.

Lo cierto es que hueveos más o hueveos menos, esa creatividad para ponerse nombres, o multiplicidad de personalidad, es directamente proporsional a la inquietud por hacer canciones, discos, y asociaciones. Tanto así que es difícil seguirle la pista o armar una discografía completa de Chinaski.

Si gustas comprobarlo puedes darte una vuelta por Spotify y buscar aparte de “Matiah Chinaski” y “Mente Sabia Crú”, que es como su banda/nave nodriza; el grupo “Ventana Abierta”, sus dos discos colaborativos con Mantoi, “Ácido Folclórico” o las canciones con Dj Cydtronick, “Norea del Korte” y una lista importante de feats donde destaca por ejemplo esta canción con el grupo Jaco Sánchez.

Será una vuelta larga, como un videojuego donde tienes que ir pasando etapas y descubriendo mundos.

Bien se podría hacer un paralelo entre este rapero y Cristobal Briceño por ejemplo. O Mike Patton, si quieres un ejemplo más anglo, de alguien cuya productividad parece no caber solamente en un proyecto. Si cuesta seguirle la pista es porque Chinaski reconoce ser “pésimo para el marketing”, pero también desliza que le gusta sacar música piola.

En el programa de Rodriguez, hace una analogía como de que disfruta de plantar árboles y que la gente los encuentre, más que ir a invitarlos a verlo. Algo así.

Si algo hilvana el universo musical del autodenominado cancioneta es un estilo de prosa, a veces justamente medio en clave, intrincado quizá.

“Tom Waits es alguien que cambió mi visión musical por completo y por ende mi forma de hacer música. Me pasa también con artistas de otras ramas. Por alguna razón mágica conecté con las obras de Charles Bukowski, Edgar Allan Poe, George Carlin, Violeta Parra y Nicanor Parra”, confidenció a Vice respecto de sus influencias.

En el vodcast La Verdad tambien se Inventa, explica sobre su nombre artístico principal:

“El Mantoi me dijo así (Chinaski) cuando le comenté que me gustaba Bukowski. Alguien del círculo lo escuchó y empezó a quedar. Me gusta mucho como escribe, pero no es que me identifique con él. Yo no tengo ídolos reales, por eso me representa más Chinaski”, dice en referencia al alter ego o personaje principal del fallecido escritor.

En ese espacio también menciona entre sus influencias al cantante José Feliciano, Henry Miller, Jack Kerouac y el cineasta Cristopher Nolan. En La Junta le da créditos a otros, como Facundo Cabral y los Dinamita Show.

matiah chinaski

Sobre lo prolífico de su producción, Matiah le baja el perfil: “No es tanto tampoco, es que si alguien se dedica a la música, algo va estar saliendo siempre. A mi me gusta hacer música, y se dieron las circunstancias que me permiten hacer solo esto. Lo hago bien y corresponde tener hartos discos, creo. Pero para mí no son tantos”, le explicó a Julio César Rodriguez.

En ese programa también cuenta sobre los distintos oficios que ha tenido antes de poder dedicarse completamente a la música, como reponedor en Homecenter, mozo en un Casino y un breve paso como periodista en la municipalidad de Conchalí.

“Estudié periodismo porque no podía estudiar literatura (...); a veces sí uso el rap como un medio periodístico, suelo informar de cosas que pasan, pero también digo lo que pienso, lo que imagino y no sé si eso se podría tomar como una realidad. No soy tan literal, ni tan explicativo, soy más de sensaciones”, contó al respecto en Vice.

La Brígida Orquesta

Antes de leer este subtítulo las personas que conocen la vida, pasión y obra de este rapero ya deben arder en furia por haber omitido ese nombre anteriormente. Fue con premeditación.

A la gente que no maneja el concepto, no queda más que complacerse en presentar, si no tienen el gusto, a La Brígida Orquesta, una big band de jazz rap. Así tal cual.

“Nace de la idea de tratar de quitarle la música elitista a las elites y ponerla a disposición de todos (...). Esto es una orquesta del barrio para todos porque el jazz en particular acá, pareciera estar destinado a la gente cuica. Queremos quitarle al jazz esa vestimenta”, explicó sobre el origen de la banda donde comparte créditos con el baterista Felipe Salas de Cómo Asesinar a Felipes.

Gabo Paillao, director musical de la banda que ganó el premio Pulsar como artista revelación el 2019, colaborador de Portavoz y Ana Tijoux también, lo describe en Vice así:

“Me resulta admirable su amor por la música (...), a la hora de trabajar es muy constante. En general con los raperos que me ha tocado trabajar la cosa es más difusa, más dispersa. El Matiah tiene su parte de dispersión también, pero trabaja muy bien. Nunca faltó a un ensayo con La Brígida, y eso que son ensayos súper lateros para un rapero, porque a veces le toca esperar una hora para meter su parte”,

“¿Has visto la película de Miles Davis? Ahí dice no llames a mi música jazz, porque lo encierra, lo hace muy pequeño. Él habla de música social, yo prefiero hablar de música simplemente. Trato de innovar dentro de mi mundo, no es que me interese marcar una pauta, solo quiero avanzar en mi propia línea de tiempo”, decía en la misma nota Matiah.

Sobre el mismo proyecto, que tiene dos discos editados, Corte Elegante del 2018 y Antípoda del 2022, más un en vivo en Berlín, del 2019, el cantante reflexiona en LVTSI:

“El jazz empezó en las poblaciones de Estados Unidos, con el tiempo se hizo algo de la elite. Yo creo que es música que es para todos, sin tener nada contra el reggaeton o el trap, a los flaites también les puede gustar el jazz o leer un libro bacán. No se les van a caer las pistolas por eso. También se puede escuchar otras cosas que no sean solo plata, joyas, armas”.

La Brígida Orquesta toca el viernes 2 de diciembre en Trotamundo de Quilpué y el 9 del mismo mes en Teatro Cariola en Santiago.

COMPARTIR NOTA