Doc:

Ahora que viene el Copihue de Oro le escribo para contarle que el año pasado fui con unas amigas al show de ustedes en el Caupolicán y conocimos a unos tipos. Bailamos en la galucha y uno de ellos terminó pololeando con una de mis yuntas. Pero hace como tres semanas me encontré con ella en la panadería y la vi llorando. Me acerqué para cachar qué onda y me contó que el hombre le había pegado la PLR. Le di ánimo y le prometí que lo llamaría para convencerlo de que volviera con ella. Lo hice, me junté con él y se me declaró. Quedé para dentro, y me agarró y me chantó un beso. Estábamos en mi casa, y me volví loca y nos sacamos todo. Ahí mismo en el living nos dimos con alevosía. Me siento mal, el hombre me gusta mucho, y mi amiga aún lo llora.

PERVERSA

Mi amiga:

Lo que hizo usted no es de una mujer hecha y derecha. ¿Para qué anda repartiendo ayuda si realmente lo que hace es meter la pura cola del diablo? Enterró a la amiga y el hombre se la enterró a usted. Y no le costó nada, poh. Ni siquiera esperó una segunda cita o una tercera reunión. En un par de minutos el socio la tenía a potope y engañando a su amiga. Yo que usted voy donde la mujer y le cuento todo. Quédese con el pierno, si ya se lo choreó. Pero ponga el caracho para decir la verdad. Y qué lata que haya sido en el Copihue de Oro el comienzo de todo, porque ahí existe pura buena onda, pero la historia terminó mal. A todo esto hay que puro votar por los artistas y podría ganarse un auto. Una cosa no quita la otra. Ojalá el toco se lo agarrara su amiga, para pasar todas las penas por culpa suya y del pelafustán.