Estoy viviendo una doble vida y mi esposo no sabe.

Yo tengo dos trabajos. En la mañana temprano llego a una empresa, en la que me dedico al aseo. Acá ando con el pelo tomado, con overol naranjo, un gorrito y acarreando un tarro con cloro, desinfectantes y un trapero. Ahí trabajo hasta las 2.

Y desde las 3 a las 8 hago un turno en un café con piernas del centro, donde me gano mis buenas lucas en propinas y, cuando hay muchas cosas que pagar o los niños me piden ir al cine o comer algo rico... bueno, ahí me pego una arrancadita con algún cliente. Usted me entiende. Pero esto ya me tiene mal. Y quiero contarle a mi marido. ¿Cómo lo irá a tomar?

CAFETERA

Señora del doblete:

Su historia no iba tan mal, hasta que me mencionó que tiene hijos y que se había acostado con clientes del café por plata.

Da lo mismo que trabaje en el aseo y luego en un café con piernas. Incluso ni siquiera debería ser tema de su marido. Es usted quien decide en qué trabaja. 

Pero lo que me parece muy mal es que por unas monedas se entregue a los clientes califas. Si quiere dedicarse a la profesión más antigua del mundo, niun problema, pero no se haga cargo de los peques. Ellos lo pasarán mal y hasta podrían ser objeto de bullying en el colegio. Y además le está poniendo los cuernos a su marido, y por plata más encima.

Señora. De la cara, hable de frente con su marido y váyase poniendo en cuatro... porque de seguro que su marido le chantará una PLR por fresca y mentirosa. Chao.