¿Bárbara Krumm se suicidó o fue un femicidio? Las dudas sobre el caso que pone en serios aprietos al SML

Bárbara Krumm, la enfermera que falleció en marzo de 2017. Aún no quedan claros los hechos.
Bárbara Krumm, la enfermera que falleció en marzo de 2017. Aún no quedan claros los hechos.

Tras seis años de investigaciones, la familia de Bárbara, que falleció el 16 de marzo de 2017, está a la espera de un último informe para determinar la verdad detrás del caso. Para ellos, no cabe la posibilidad del suicidio y dudan de todo lo que dijo Miguel Barrientos, su esposo.

Cómo es que supuestamente alcanzó 2,4 metros de altura e hizo fuerza con su brazo para colgarse, si apenas un mes antes debió someterse a una operación por un problema en sus tendones y seguía en plena etapa de recuperación. Por qué su esposo, a quien había “echado” la noche anterior, seguía allí, en su casa como si nada. Y por qué dejó prolijamente ubicada a los pies de su cama la ropa que llevaría al día siguiente a su trabajo, su almuerzo listo y se había hecho una trabajada pedicura.

Esas son apenas algunas de las cuestiones que levantan sospechas, a día de hoy, en el seno de la familia Krumm Novoa. Para ellos no tiene sentido lo que sostienen todos los demás: que su hija, Bárbara, se quitó la vida la madrugada del 16 de marzo de 2017.

En cambio, creen que ella fue asesinada y, a seis años de un caso que remeció para siempre sus vidas, siguen haciendo hasta lo imposible por llegar a la verdad.

Según recogió la Unidad de Investigación de BioBioChile, los familiares de Bárbara dudan, por ejemplo, de todo lo que dijo Miguel Barrientos, su cónyuge y único testigo. De acuerdo a su relato, el funcionario del Servicio Médico Legal de Concepción se despertó ese jueves sobre las 06.40 horas. Entonces notó que Bárbara no estaba a su lado y bajó a buscarla. La encontró algunos instantes después, colgada de una viga en el garage. Él, dice, hizo lo que pudo: con sus manos cortó el cable del alargador que habría utilizado para ahorcarse, la bajó y llevó hasta un sillón a unos metros de distancia.

Pero hay discrepancias que invitan a la duda. Sin ir más lejos, en otra declaración dijo que no bajó a las 06.40 sino a las 06.00 horas. Y otro elemento aparentemente clave, sobre todo para lo que desean probar los familiares de la víctima, es un llamado que hizo Barrientos a un número desconocido minutos después de encontrar el cuerpo de Bárbara. Lo hizo desde el teléfono de ella, y desde la familia señalan que nunca obtuvieron respuestas aun cuando exigieron los datos. ¿Qué se esconde allí?, se preguntan.

El resto de la historia dice que los servicios de emergencia llegaron a la casa a eso de las 07.00 horas, unos quince minutos después de que Barrientos les contactara. Y que el trámite fue rápido: resolvieron que la mujer había muerto entre las 2 y 3 de la mañana, unas cinco horas antes.

La autopsia del SML, en la mira

Otra de las quejas de la familia de Bárbara apunta al actuar del Servicio Médico Legal. De acuerdo a Romy Allen Novoa, prima hermana de la víctima, la institución pública demoró “un tiempo absurdo” en llevar a cabo los procedimientos: “Nos llamaron en menos de dos horas diciéndonos que Bárbara ya venía de vuelta…¿cómo es posible que una autopsia haya demorado como una hora y media?”.

BioBioChile precisa que desde el SML de Concepción les comunicaron que el cuerpo de la fallecida ingresó a las 10.00 horas, pero no hicieron saber el horario de salida.

La autopsia que realizó el Dr. Juan Andrés Cartes Jorquera, en tanto, dictaminó que la muerte fue por “asfixia por ahorcamiento” y que se trató de un suicidio. Se descartó, en esa línea, la participación de terceros.

Pero Rebeca Novoa, madre de Bárbara, no dio crédito a ese diagnóstico, de modo que contactó al médico forense Luis Ravanal Zepeda para tener una segunda opinión. Y fue esa opinión la que despertó toda clase de cuestionamientos: para él estaba claro que no era suicidio sino un homicidio.

“Es posible señalar con alto margen de certeza que los signos de asfixia y el patrón que exhibe el surco cervical completo con un trayecto esencialmente horizontal, concuerdan con un mecanismo por estrangulación a lazo, considerando además, de que se ha incurrido en un error analítico al asumir en forma sesgada desde el principio de la investigación que se trataba de un cadáver que fue encontrado ahorcado”, fue parte del informe de Zepeda, según recogió el citado medio.

Las dudas del caso

De inmediato, con la esperanza de que la evaluación del doctor Zepeda fuera cierta, la familia Krumm Novoa se puso manos a la obra para esclarecer los hechos.

Sus testimonios, por ejemplo, sembraron más dudas. Edith Caroline Krumm, hermana de la víctima, aseguró en su declaración del 3 de mayo de 2017 a la Brigada de Homicidio de la PDI que habló por última vez con ella el 15 de marzo, es decir, unas horas antes del supuesto suicidio. En aquella conversación, Bárbara le había comentado que “tenía control con el traumatólogo a las 09:00 horas” y que había dejado el almuerzo prácticamente hecho. Edith también comentó que su hermana le confidenció que estaba “solita”, y que le habría pedido a Miguel Barrientos que se fuera porque a él solía molestarle que ella se quejara de sus dolores de brazo.

Esa clase de problema, discusiones con subidas de tono, no eran novedad. Rebeca, madre de Bárbara, declaró en su testimonio que su hija y Barrientos solían discutir a los gritos. De hecho, en más de alguna ocasión Carabineros se había presentado en el inmueble por “ruidos molestos” que denunciaban los vecinos.

Otro tema que preocupa de sobremanera a la familia de Bárbara es que algunos oficios del caso han demorado años en llegar o, lisa y llanamente, no se realizaron. Tal vez el más grave: cuando se solicitó peritaje al “vínculo” con el que ella se habría suicidado. Es decir: el cable del alargador que su cónyuge mencionó.

La realidad es que aún no hay evidencias de ese “vínculo”.

Desde el SML, según informaron a BBCL, se inició una investigación para “indagar si el procedimiento se realizó bajo la normativa respectiva”.

Ahora, las esperanzas de la familia están puestas en un nuevo informe que realizará el médico forense Luis Ravanal Zepeda. En esta oportunidad, como la diligencia se llevó a cabo sobre los restos de Bárbara y no con base en imágenes y la autopsia anterior, se espera que los resultados sean contundentes.

El informe, confían en el seno de los Krumm Novoa, cambiará la dirección del caso y podrán encontrar justicia.

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