Cristián Arcos: "Trabajé 17 años en la tele y nunca vi una imagen mía, me moría"

El periodista reveló que tiene depresión biológica, que ha pasado por momentos oscuros, que aprendió a conocerse y afirma que cada caso es distinto.

El 23 de abril pasado, Cristián Arcos (41) decidió utilizar sus redes sociales, específicamente Twitter, para hablar de la depresión que padece.

El periodista, quien está en tratamiento desde los 21 años por una depresión biológica, contó por qué escribió en ese espacio de 140 caracteres: "Las últimas dos semanas se murieron tres cabros, estudiantes de la Universidad de Chile, cabros de entre 18 y 24 años, a uno de ellos lo conocía, eso, más el interés parlamentario sobre la salud mental, me motivó a hacerlo. Mi interés no era iniciar una cruzada, sólo quise compartirlo por si a alguien le hacía sentido".

El curicano, que tiene tres hijos, reveló que tras esos seis mensajes, donde relató cosas como que el depresivo no quiere deprimirse, que no es un asunto de voluntad, elección o amor, que se es así y que así se puede salir adelante, recibió muchas respuestas.

"Me escribieron ene, un montón de personas, pura gente que no conozco. Ahí te das cuenta que hay interés en el asunto, que hay más personas de las que uno cree (con depresión). Es una enfermedad media invisible, donde puedes ver todos los días a esa persona y no imaginar que tiene un tratamiento de depresión", confesó.

Arcos, que desde pequeño supo que tenía episodios de retraimiento, sabe que sufrir esta enfermedad en Chile no es fácil. Sobre todo si hablas sobre el tema. " Te van a estigmatizar, lo que pasa con muchas cosas, pero claro, no es fácil decir en la pega que eres depresivo, te van a dar menos cosas, o que vas a tirar un montón de licencia, piensan que te tienen que tratar de un modo distinto, te dejan de invitar a cosas, porque es medio depre, como casi que se contagiaran, que es de una profunda ignorancia", relata.

El periodista revela que "nunca he tirado una licencia y debería haberlo hecho, no lo hice por miedo a perder la pega, por si te decían algo. Además uno mismo, el que tiene la enfermedad, se predispone a no contarla, por razones como esa y otras".

Pero el ex rostro de CHV señaló que sí cruzó el río contó en su trabajo sobre su enfermedad. "Había algunas personas que sí lo sabían, y se portaron increíblemente bien", afirmó.

Justamente, trabajar en la televisión le significó un desafío gigante. "Trabajé 17 años en tele y nunca vi una imagen mía, me moría, porque hay un rollo con la imagen. Me cuesta mucho el tema del verme. Soy muy descuidado conmigo mismo", confesó.

Agregó que "para mí, maquillarme era terrible. Lo pasaba terriblemente mal, porque me cuesta mucho el tema del verme. Sigue siendo una cuestión jodida".

El profesional, que actualmente trabaja en radio ADN y el diario AS, detalló que "estoy en un período de estabilidad. Tomo medicamentos por el resto de mi vida y también tengo medicamentos SOS, para períodos de ciertos grados de oscuridad. Por ejemplo, hoy desperté como la corneta y con el paso del día se me fue pasando. Conocerte es clave, porque vas cachando cuando se viene la nube, y vas buscando mecanismos que a ti te sirvan".

Sobre sus momentos oscuros, Arcos planteó que "hay períodos cuando la nube está encima y uno cree que no se va ir nunca. Por eso lo escribí también, el mensaje en Twitter, es difícil de entender, porque no es algo fácil de explicar".

Agregó que "la depresión no es estar triste permanentemente, es como una especie de freno de mano que no te deja mover".

Sobre los altos índices de depresión en el país, Cristián planteó que "en Chile la gente pobre no puede deprimirse. Hay ayuda del estado, pero no es la ideal".

Arcos aseguró que una de las cosas más importantes es que "uno aprende a conocerse. Aprendí con los años que aquí no hay depresiones iguales. Todas las personas que las tienen las padecen de una manera diferente, y lo mismo el tratamiento.

Con varios años en tratamiento, el periodista revela que aprendió algo clave: "Hay que asumirlo también (la depresión), que no pasa nada, que puedes hacer tu vida y todo lo que quieras, pero cuidándote, tratándote. No quiero parecer victimizándome, porque es lo que uno menos quiere. No es mi idea hacerlo, para nada".

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