En una sala recién inaugurada del Centro de Justicia, el Sexto Tribunal Oral en lo Penal inició el juicio contra la banda Los Cavieres, acusada de conformar una de las mafias de traficas más grandes de la población La Victoria.
La Fiscalía Sur loreó más de dos mil escuchas telefónicas, miles de documentos y así un alto de videos. Entre los 102 testigos que entregarán su versión de los hechos durante el juicio se encuentra Nicole Moreno, conocida como "Luli", quien contará detalles de su affaire con Hernando Ariel Marín Cáceres, abogado de Alejandro Cavieres (33), sindicado como el capo de la banda. Cavieres está en cana preventiva desde el 18 de junio de 2008.
En una de las escuchas Cavieres, conocido como el "Carejarro", le habría pedido a su abogado que se llevara una cámara de video para grabar a Luli mientras mantenían relaciones sexuales.
La supuesta película triple X quedaría guardada en alguna cajonera de su casa.
"Jamás pasó eso, por favor. Nunca pasó nada con él. Imagínate, te lo juro por Dios y por mi hijo", contó.
Antes de derivarnos a su representante, Luli señaló: "Sólo declararé en el juicio en calidad de testigo".
Debido a la enorme cantidad de pruebas, el juicio durará por lo menos dos meses y buscará encanar a una veintena de personas, acusadas de trabajar para el imperio narco.
El fiscal Sur antidrogas, Héctor Barros, apretará al grupo por narcotráfico, lavado de dinero, asociación ilícita y porte ilegal de armas.
SALA PARECE CASA DE PLAYA: TIENE 2 BAÑOS PARA 18 PERSONAS
La nueva sala del Centro de Justicia, inaugurada especialmente para el juicio contra "Los Cavieres" y ubicada en el Edificio C, tiene aire acondicionado, palco para 30 personas, circuito cerrado de televisión y entradas independientes, pero sufre de un grave problema: Cuenta apenas con dos baños.
Ante la premura del juicio, sólo se pudo habilitar un servicio higiénico para hombres y otro para mujeres. En cada recreo se lo deben pelear los cuatro miembros del tribunal, tres abogados querellantes, dos fiscales y nueve defensores. Todos deben aguantarse para correr al baño en un receso de menos de 15 minutos.
La pifia quedó al descubierto ayer, cuando el Sexto Tribunal debió alargar el corte para que todos se desahogaran.
"Estos edificios tienen baños muy buenos, pero en la mañana teníamos una cola demasiado larga. Algunos tuvieron que ir a otros lados y llegaron tarde. Espero que lo solucionen pronto, porque el juicio durará al menos dos meses", señaló el abogado Gustavo Zeballos, que defiende al armero Daniel Santander, entre otros.
