Estudio revela que un vendedor del comercio ambulante en Santiago podría llegar a ganar un millón mensual
Los datos arrojaron además que la mayoría de los trabajadores callejeros tienen entre 30 y 49 años, mientras que un 42% son migrantes, muchos de ellos no documentados.
El Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica -y encargado por el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago- realizó un estudio que reveló datos impresionantes sobre el comercio ambulante en Santiago.
El organismo desplegó más de 5.250 observaciones en terreno; y realizó 1.606 encuestas a vendedores, 18 entrevistas y 1.607 cuestionarios a compradores.
LUN informó que el estudio arrojó que la comuna de la Región Metropolitana con los principales focos de comercio ambulante es Santiago,destacando Parque Los Reyes, el Paseo Puente Cal y Canto, el Paseo Ahumada, la vereda norte de la Alameda y el Metro Santa Lucía. Le sigue Estación Central y Providencia.
La mayoría de los comerciantes ambulantes tienen entre 30 y 49 años y la distribución es similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, el 42% de los consultados son migrantes y tan solo un 36,5% tiene visa o residencia.
El director de Investigación Aplicada del Centro de Políticas Públicas UC indicó que el 19,7% se dedica al negocio de la ropa, seguido por un 16,5% que vende alimentos envasados y un 14,1% que ofrece comida preparada.
Son sus propios jefes
Además, se concluyó que el ingreso promedio en el comercio ambulante ronda los 40 mil pesos por jornada. Trabajando seis días semanales con turnos de aproximadamente 8,3 horas. Semanalmente son $240.000, mientras que mensualmente podrían llegar a $960.000 e incluso más.
“Los niveles de ingresos a los que acceden los vendedores se vinculan a la baja disposición que tienen a formalizar su trabajo o a reconvertirse laboralmente. Incluso notamos que el 70% de los encuestados señaló que continuaría con la actividad aunque fuese multado”, dijo el gobernador de la RM, Claudio Orrego.
El 82,9% de los vendedores encuestados dijo sentirse satisfechos trabajando en la calle. De acuerdo a Crespo, esto se debe a que las ganancias que reciben “no necesariamente son de fácil acceso en el mercado laboral a través de un empleo dependiente. También valoran atributos de su actividad, como la flexibilidad horaria y la autonomía”.
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