A un año de su desaparición, el caso de Fernanda Maciel Correa (21) sigue siendo un misterio para su propia familia.

Un taxista, la bodega, antiguas amistades y su pareja son algunas de las aristas que se barajaron durante el primer año de investigación. Pese al impacto público del hecho, los avances para dar con el paradero de Maciel parecieran ser nulos.

Según reveló Paola Correa, madre de "Fer", su hija fue inscrita a los 12 años en el Proyecto Especializado de Calle del Sename, donde recibió apoyo de una asistente social y un psicólogo. Esto, debido a que a Fernanda sufrió la pérdida de su padre cuando apenas era un niña, lo que la llevó a buscar refugio en sus amistades y salir de noche hasta altas horas de la madrugada.

Fue justamente en esta institución donde conoció a Maximiliano Cuevas Flores, miembro del clan de narcotraficantes conocido como Los Flores y con quien tuvo una relación. Producto de este vínculo amoroso, fue amenazada de muerte por Francesca Denisse Orellana, pareja de Cuevas.

"Me indicaron cómo llegar a la casa, la llamé, la afronté y le pedí que saliera a dar la cara. Porque ella sí sabía que este cabro tenía a su familia. Ella sabía que estaba rompiendo una familia, no era na' como a ella la pintan como blanca paloma", declaró Orellana al matinal Hola Chile, donde descartó cualquier participación en la desaparición de Fernanda.

Tras 25 días de incertidumbre, vino la primera pista clave: carabineros, apoyados en la hipótesis de que el taxista que transportó a Maciel era un punto clave para conocer el paradero de la joven, dieron con el supuesto vehículo el 7 de marzo. Por esta razón, el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) perició el auto, mientras que el conductor fue citado a declarar.

"El que nada hace nada teme. Pero esta situación me ha tenido mal. Yo tengo mi conciencia tranquila", declaró el primer acusado, quien tampoco tendría relación con el misterioso caso.

Con el pasar de los meses, y ante la escasa información que se tenía de la joven, las especulaciones comenzaron a multiplicarse: desde una supuesta fuga a Bariloche hasta las sospechosa personalidad de Luis Pettersen, actual pareja de Fernanda.

Para descartar cualquier participación en la desaparición de la joven embarazada, el joven concedió una entrevista a La Cuarta donde entregó reveladoras declaraciones.

"Quiero que sepan que yo no la maté. Los carabineros habrían venido si yo hubiera sido el culpable o si tuvieran sospechas para interrogarme. Sólo periciaron mi casa y me interrogaron las primeras dos semanas, pero de ahí no han podido descubrir nada más", señaló, el 20 de octubre.

A fines de noviembre, cuando afloraban las primeras críticas por parte de la familia de Fernanda Maciel hacia el trabajo de las policías y la fiscalía, el grupo cercano a la joven fue citado al Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros para someterse distintas pruebas.

"O bien se descubrió algún antecedente de rastro biológico que necesitan cotejar con la familia para ver si hay vinculación o no, o dos, simplemente es una toma de muestra o algún tipo de diligencia que tiene solamente como fin 'mover la causa', pero que realmente no llega a nada", aseguró al respecto, el abogado de la familia.

Para sorpresa de todos de Paola Correa y el abogado de la familia de Fernanda Maciel, el miércoles 28 de noviembre Luis Pettersen dio a conocer una lista de sospechosos. "Deben estar investigando a amigos de Fernanda, del círculo cercano (…) son muy pocos los que conocía (…) no quiero hablar nada de eso. No me corresponde, porque podría pasar a dañar a esas personas (…) pero sospechosos tengo, como cinco", dijo, en entrevista con Muy Buenos Días que fue comentada por el abogado de la familia.

El miércoles 26 de diciembre una nueva pista remeció la investigación: Fernanda Maciel habría tenido un segundo domicilio en Viña del Mar. Eso, al menos, explicaría por qué dio una dirección de la Ciudad Jardín como información personal. Al respecto, se barajan distintas teorías. La primera, vinculada a un error de correspondencia; y la segunda, con un paso fugaz en una casa de arriendo.

Sobre la pista de la bodega, lugar donde se vio a Fernanda por última vez -a través de una cámara de seguridad- Lusi Pettersen declaró el 27 de diciembre de 2018 a La Mañana: "Es muy fuerte lo que podría decir yo, no es necesario decir cómo la pudieron haber sacado, pero sí salió de ahí de la bodega. Una de dos: ella se podría haber desmayado, entonces no va haber pista de sangre. A lo mejor le dieron un líquido. Porque para mí estas cosas son planeadas. Una persona que desaparece es porque otra persona ya lo tenía planeado".

Con la decisión de resolver el caso en 2019, la familia de Fernanda Maciel criticó abiertamente a la fiscal a cargo del caso. El 3 de enero entregaron detalles sobre la reunión que sostuvieron en la Fiscalía Centro Norte. "Yo fui muy clara con la fiscal, le dije que no iba a esperar un año de desaparecida de mi hija y yo voy a pedir cambio de la fiscal", contó Paola Correa.

A fines de enero, un testigo volvió a referirse al vínculo que existiría entre la joven desaparecida y un grupo de narcotraficantes. Si bien la familia de Fernanda niega la relación entre un hecho y otro, un reportaje Chilevisión Noticias reveló que la joven se reunió con Alexander Oyarzún Pérez un día antes de desaparecer. El mencionado sujeto tiene antecedentes por robo, tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas.

"Lo que se dice es que este tipo la retaba. No me puedes cagar con la droga, no me vas a cagar, no me vas a cagar. Se supone que este tipo le había pasado droga para que la guardara o la vendiera", relató un testigo.

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