En el evento Elimination Chamber, Cody Rhodes se negó a dar su “alma” al Jefe Final, The Rock, y este logró concretar una alianza con el legendario luchador que está en su tour de retiro.
Finalmente, The Rock volvió para causar un estrago sin precedentes en la WWE en el camino al próximo Wrestlemania.
Todo comenzó inesperadamente el pasado 21 de febrero, en el programa SmackDown, ya que The Rock confrontó a Cody Rhodes, actual campeón de la WWE, asegurando que tenía el poder para abrirle puertas al ser parte de la mesa directiva de TKO, el conglomerado que fue creado tras la venta que realizó Vince McMahon.
Una semana después, Rhodes recibió un camión personalizado con su nombre y un cinturón con la inscripción “El Alma de Cody”, acompañado con la fecha del fallecimiento de Dusty Rhodes, padre del campeón y una leyenda en la lucha libre. Todo era una tentación que debía tener una sola respuesta: un “Sí” de parte de Cody.
Todo lo anterior fue la base para lo que ocurrió durante la madrugada de este domingo en el evento Elimination Chamber, en donde John Cena, quien anunció su tour de retiro, se convirtió en el retador al Campeonato de WWE.
Y en el evento principal, Rhodes lo felicitó en el ring debido a que la victoria de Cena significaba que ambos se enfrentaría en el gran evento. Sin embargo, The Rock llegó acompañado del rapero Travis Scott para exigir una respuesta a su petición de tener la lealtad del campeón. Y Cody no se contuvo al mandarlo al demonio.
¿Resultado?
The Rock procedió a pasarse la mano por el cuello y John Cena respondió atacando a Rhodes, convirtiéndose por primera vez en un villano.
Algo que no ocurrió en más de 20 años y que por largo tiempo fue esperado por parte de los fans.
A continuación, Cena procedió a masacrar al campeón, atacándolo con golpes de puño e inclusive ahorcándolo. Luego lo inmovilizó junto a Travis Scott para que The Rock lo castigara con el cinturón con la inscripción del alma de Cody.
Y dándole su lealtad a The Rock, Cena posó con el título y con el campeón a sus pies.
Es, definitivamente, la era de Hollywood de Cena, un evento que solo puede ser comparado con las traiciones de Hulk Hogan y Stone Cold. Además, el evento principal de Wrestlemania ahora sí que se impulsará para tener un foco mediático sin precedentes.
Cody Rhodes lo tendrá todo en contra. A un inédito John Cena villano buscando el récord de 17 títulos en su cuenta y un The Rock causándole nuevamente problemas. Tal y como el año pasado, pero quizás mucho peor.