La estrella de las redes sociales y empresaria, vivió uno de los momentos más terribles cuando tenía 35 años. “No me maten, tengo bebés, por favor, tengo bebés”, suplicó a los cinco asaltantes que la sometieron.
Este ha sido uno de los escándalos más grandes que ha marcado la mediática historia del famoso clan Kardashian.
Y es que nueve años después de los hechos, el pasado 13 de mayo de 2025, el antiguo Palacio de Justicia de París, abrió sus puertas para que Kim Kardashian se presentara por primera vez en una audiencia por el robo millonario que sufrió en el 2016.
Acompañada de su mamá, Kris Jenner, vestida de riguroso negro y bajo la mirada de más de 400 periodistas, la empresaria y socialité declaró cómo vivió el asalto donde le sustrajeron 10 millones de dólares en joyería, y el cuál cambió su vida para siempre.
¿Cómo fueron los hechos?
A las 2:20 de la mañana del 3 de octubre de 2016, cinco hombres vestidos de negro, con chalecos de policía y pasamontañas, entraron al Hôtel de Pourtalès donde la influencer se hospedaba.
Los sujetos llevaban un arma antigua y su plan era ingresar en el penthouse, tomar lo que querían y salir. Kim, de 35 años en ese entonces, estaba sola y vestía solo una bata de baño.
Su hermana Kourtney -con quien había viajado a la ciudad del amor para ser parte de la Semana de la Moda-, había salido de fiesta y apenas un guardia de seguridad vigilaba el hotel. En la habitación, la Kardashian miraba su celular cuando escuchó ruidos en la puerta. “¿Hola?” preguntó en inglés, pero no hubo respuesta.
En ese momento entró un hombre que llevaba al conserje, Abderrahmane Ouatiki, esposado. Le apuntaban a la cabeza y la famosa intentó llamar al 911, algo inútil en París.

Fue allí cuando los asaltantes la inmovilizaron. Le cubrieron la boca con cinta adhesiva y la encerraron en el baño. “No me maten, tengo bebés, por favor, tengo bebés”, suplicó la estrella.
Los ladrones habían visto en redes sociales el anillo de compromiso de la socialité de 18.88 quilates, valorado en 4 millones de dólares. También se llevaron un estuche de joyas con piezas exclusivas.
Cuando los hombres se fueron, la empresaria logró liberarse y a las 7:40 de la mañana dejó París en su jet privado. Incluso su esposo de aquel entonces, Kanye West, interrumpió su concierto en Nueva York por una “emergencia familiar”.
¿Qué declaró Kim a la justicia?
Los asaltantes fueron detenidos en 2017. Y entre lo que más afectó a la empresaria de moda, fue el hecho de que al momento de los hechos, ella solo llevaba una bata, por lo que al ser sometida, su cuerpo quedó expuesto y pensó que la iban a violar.
Kim le dijo a los ladrones en repetidas ocasiones que tenía bebés y necesitaba volver a casa con ellos. También confesó sentirse muy asustada de morir y que su mamá o su hermana Kourtney regresaran al hotel y encontraran su cuerpo.
“Estaba segura de que iba a morir esa noche”, declaró la estadounidense de 44 años. En el texto que leyó ante la justicia, también señaló: “Quiero dar las gracias a todo el mundo, en especial a las autoridades francesas, por permitirme testificar y contar mi verdad”.
¿Qué efectos tuvo en la vida de la figura de TV?
Aunque la mayor pérdida de este asalto fue económica, Kim sufrió estragos en su salud mental que la acompañan hasta la fecha.
Antes del robo, ella se sentía segura en París, pero desde entonces no puede estar ni en su casa (en California, Estados Unidos) si no está acompañada de 4 a 6 guardaespaldas.
Además, se hizo más consciente y precavida sobre lo que publica en sus redes sociales, ya que fue a través de estas plataformas que los asaltantes se enteraron que estaba en Francia y llevaba sus joyas.
