El desatino no pasa de moda

Siempre he defendido la farándula. Nunca la he renegado, como otros. Pero lo poco y nada que queda de ella en Chile, por favor dignifiquémosla.

Siempre he defendido la farándula. Nunca la he renegado, como otros. Pero lo poco y nada que queda de ella en Chile, por favor dignifiquémosla.

Tuve que ver para creer. El comentario de Daniela Aránguiz a una foto de Camila Recabarren en su Instagram, donde aparece junto a Pamela Díaz, colmó toda cuota de ridiculez e infantilismo que había visto en las peleas entre las chicas más desordenadas. ¿Qué es eso? De "chu... me dio como arcadas, pero no es por ti mi Cami linda".

Cómo una mujer ya grande, casada y con hijos cae en ese nivel. Si no estamos en Mekano, poh, Daniela. Es de público conocimiento que ambas no se soportan, y es legítimo, todos podemos llevarnos mal con ciertas personas. Pero es "obsesivo" el ataque gratuito que cada cierto tiempo tiene la "Cara de cuica" hacia la "Fiera". Hasta los sobrenombres son de temer.

Es hora de contar hasta 10, respirar hondo, mirar el carné y pensar en los hijos antes de hacer estos papelones. La otra teoría, según las malas lenguas, es que Aránguiz desea volver a la TV. Y qué mejor de la forma más rápida. Con conflictos y cuñas para ser invitada a hablar de lo que pasó, parte del show televisivo.

Lo bueno de todo es que una de las dos ya maduró y está en otra, resuelta y feliz con su familia. Me encanta Pamela Díaz, de las pocas honestas y capaces de reírse de ella misma.

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