
Ricardo Meruane, sin filtro: mensaje a George Harris, su fenómeno en la web y reveladora confesión sobre sus fallidas rutinas en el Festival
Humorista adelanta con La Cuarta su nuevo espectáculo, llamado Hay que entrar a picar, analiza el regreso del Kike Morandé a la TV y cuenta si volvería o no a la Quinta Vergara.

Aunque su última aparición en los grandes escenarios fue hace rato, Ricardo Meruane sigue más que nunca en las redes sociales entre sus adeptos y también, porque no decirlo, entre sus detractores.
El humorista es tema de conversación frecuente en el cibermundo y, a pesar de sus fallidas presentaciones en las ediciones 2011 y 2016 del Festival de Viña del Mar, empezó a ser más valorado y reconocido con el paso del tiempo.
Aunque algunos todavía lo trolean por su “apaga la luz” y el “gracias no se molesten”, el chistólogo por estos días sigue facturando, tanto así que durante abril la rompió con su espectáculo llamado Hay que entrar a picar, con el cual se presentó en el Gran Refugio Barrio Italia, una especie de gira que culmina con un show que se llevará a cabo en dicho lugar el próximo martes 29, a contar de las 20 horas.
De hecho, de eso y mucho más se tomó el tiempo para hablar con La Cuarta, donde se refirió al fenómeno en el que se convirtió en el cibermundo, de la fallida rutina de George Harris en el Festival de Viña, la evolución del humor y de sus propia experiencia sobre el escenario de la Quinta Vergara.
“Estoy haciendo lo que he hecho siempre. Harta actualidad, contingencia. Una visión de Chile, del mundo, con temas medios cabezones. Llevado, aterrizado y tratándolo de hacerlo gracioso. Me ha ido bastante bien, hemos ido increchendo. Es un día bien especial, un día martes a las 20. Y ha tenido bastante éxito, por lo menos hemos ido repuntando de poco. Yo creo que la mejor publicidad es el boca a boca, entonces eso ha tenido efecto", expuso en diálogo con el diario pop.
- ¿Qué tal ha sido el recibimiento del público?
- Bien, muy bien, porque además que ya todos nos ponen etiquetas. Me faltaban títulos, aparte del ‘gracias no se molesten’, ‘apagan la luz’ y ‘el nóctulo’. Ahora me pusieran ahora ‘el rey del chiste a largo plazo’. Entonces, lo que digo yo al principio es que espero que eso me digan ahora y no en diez años más.
- ¿Qué le pasa con ese fenómeno que se ha dado también en las redes sociales? Algunos dicen que fue un adelantado a su época debido a algunos de sus chistes…
- Lo encuentro muy entretenido y además que en realidad hay que acostumbrarse a este nuevo mundo, que es un mundo totalmente nuevo y hay que tener carácter también, porque no solamente se reciben elogios, hay de todo un poco. Entonces hay que saber navegar en este mundo que es bien especial y novedoso. Ahora, entre estar y no estar, mejor estar, así que mientras comenten, estamos vivos.
- El famoso chiste del nóctulo que tiró en Viña sigue dando que hablar en la web...
- Me parece muy bien. Mira, yo acepto todas las críticas y las tallas también, pero ya cuando se ponen ofensivas, me echan garabatos, ahí lo paro altiro. Un compadre que me puso que yo, era tan adelantado a los tiempos, tan adelantado, que quedé off side. Cómo no me va a hacer gracia. Esa talla es muy buena. Yo celebro todas las tallas, las buenas las celebró yo también. Lo felicité al que me lo mandó. Pero cuando se ponen ofensivas, ahí no pesco.
- Igual en las redes sociales recibe más buena onda que odiosidades, por lo que se ve…
- Hay que tomarlo en la dimensión exacta, no hay que creérsela mucho. Tú sabes que los seguidores son entre comillas. Te siguen para saber lo que comentan de ti, no es que sean seguidores. Los verdaderos seguidores son los que te van a ver, esos son seguidores. Cuando me ponen pelado con apellido, ahí bloqueo altiro. Pero todo lo demás... mientras comenten, yo creo no hay nada peor que cuando no hablan de ti. Mientras hablen, estamos al otro lado. Las cosas ofensivas las bloqueo, no tengo por qué aceptar que alguien no que me conoce me insulte.
- ¿Y usted se animaría a regresar a algún festival masivo y televisado? Y por qué no… ¿a Viña?
- No sé si televisivo, pero igual estamos siempre ahí. Incluso me han preguntado si volvería al festival, yo trabajo con esto obviamente, si se da la posibilidad, obvio...
- ¿No tendría problema en volver a Viña?
- No, ni un problema, no. Claro, tienen que avisar con tiempo porque hay que prepararse bien. Es parte del show, trabajamos en esto.
- Y usted con la distancia del tiempo… ¿Cómo analizaría lo que pasó en la Quinta Vergara? ¿Qué hubiese hecho distinto?
- Creo que la segunda vez que fui a la rutina le faltó rodaje en otro escenario. Yo la probé en varias partes, pero con un público muy parecido. Uno no actúa generalmente donde hay reggaetonero, entonces ahí como que faltó esa área, a lo mejor haber ido a un festival más masivo, con gente más joven. La rutina la probé en varias partes, la probé también en el Festival de Ñuñoa, que anduvo muy bien, pero con un público muy parecido. Yo creo que le saltó rodaje en ese sentido, haberla probado en otro escenario. Esa sería la gran reflexión.
- ¿Y la otra?
- Bueno, la primera vez que fui... bueno, cuando prometí que iba a volver a Sting... ahí como que se enardeció un poco el público. Pero bueno, es parte del show...
- ¿Qué le parece a usted esto de que el público se manifieste con las pifias? Lo que le pasó a George Harris este año... Hay algunos que dicen no debiera el público manifestarse de esa forma, que es falta respeto... ¿cómo lo considera?
- Yo encuentro que el Monstruo debe existir, pero un Monstruo un poquito más tolerante en el sentido de dejar que la cosa se desarrolle. por ejemplo, en una obra de teatro, cuando uno va a una obra de teatro, en algún momento, la obra de teatro perderá intensidad, por decirlo en términos... guateará un poco, y la gente no pifia, espera que se desarrolle. Y de repente las rutinas tienen un valle, por así decirlo. O sea, que igual se manifieste, pero que dejen que se desarrolle la cosa, como quisieran el balance al final, a eso me refiero.
- ¿Y la rutina de George Harris...? ¿Qué pasó ahí?
-No sé, en realidad no sabría qué decirte, porque es una rutina muy... Yo de hecho, el día que salió, en la mañana, le mandé un mensaje, no creo que lo haya visto, por Instagram, le sugerí que debiera haber salido en una moto, con una mochila de Rappi atrás, o de Pedidos Ya, o que a él lo hubiesen llevado en una mochila, eso habría sido un golpe, una muy buena entrada. Habría sido muy gracioso. Pero después se ha sabido que el compadre no se asesoró. Los que han venido antes, los asesoraron, parece, algunos colegas chilenos, incluso hay unos humoristas venezolanos aquí muy buenos, que lo pudieron haber asesorado, haberlo interiorizaron un poco, de nuestra idiosincrasia, cosa que no pasó y ahí está el resultado.
- ¿No cree que haya habido como xenofobia, que es lo que se acusó en algún momento?
- Oye, siempre va a haber un lote que va a pifiar, pero él tenía toda la galería para él. Habían puros venezolanos. Yo creo que lo que él hace, y que le va muy bien, parece en Europa, en Estados Unidos, para público venezolano, y no se puede desligar tampoco el ingrediente de la nostalgia, del exilio, la diáspora y todo eso. Y hay otras cosas que van más allá del hummor. Entonces hay una nostalgia, es como en la época de aquellos años, cuando un chileno iba a Europa y hablaba del Río Mapocho, es lo mismo, ¿me entiendes? Hay una nostalgia. Además, hay temas que para nosotros ya, como bien, porque le he visto otras rutinas en que él habla del agua hervida... y nosotros en Chile hace rato que no tomamos agua hervida. Un poquito fuera de contexto. Ahora, yo creo que él tenía toda la galería a favor, y no falta la platea que pifia y todo eso, pero faltó ritmo, faltó... O sea, dos tres pencazos de entrada, fue mucho blablabla, que no llegaba a ninguna parte. No tuvo ningún peak. Yo creo que ni entre los venezolanos presenten hubo una carcajada. Eran sonrisas, nada más, no sé. Cuesta analizarla como una rutina de humor, cuesta.
- Y más encima se puso a pelear con el público...
- También, tú puedes echar una talla. pero ya eso del muñeco estuvo un poquito pasado. Le faltó ironizar, yo creo, fue muy agresivo, le faltó ironizar un poco. Agradecer las pifias, por ejemplo, ‘gracias, no se molesten’. Claro. Esto yo no sé. Pero bueno, ahí está todo.
- ¿Cómo es ese momento? Porque usted ahí le tocó estar en algo similar...
- No, es un momento... no se lo doy a nadie, es un momento súper complicado. Es complicado, porque estás tratando de enganchar y no... Es súper complicado. No es de los momentos más gratos. Uno trata ahí de buscar por aquí y por allá y de repente... Pero en el caso de él, además que es una cosa muy rara, porque él se despidió, después salió de nuevo. Porque él despidió, después volvió y lo fueron a buscar. Después dijo, ahora voy a hacer algo bueno. Y era la oportunidad como para revertir. Y salió cantando karaoke sobre una teleserie. Realmente raro. Yo creo que ahí falló la asesoría y también un poquito de morbo también de los organizadores. Porque los humoristas vendemos para arriba y para abajo. Entonces creo que hubo un poquito de eso también. Bueno, además se hizo más famoso que nunca. Se hizo más famoso, salió para el mundo.
- ¿Qué le parece el regreso del humor que se había perdido un poco? ¿El regreso de Detrás del muro, por ejemplo?
- Creo que ha vuelto un poquito más de criterio. Yo creo que uno se puede reír de todo. El límite es el buen gusto. Creo que nos habíamos puesto extremadamente sensible.
- El programa del Kike varios lo condenaban y después lo empezaron a pedir de vuelta...
-También fue todo ligado también a lo que fue el estallido y todo eso, entonces todo movimiento feminista. Feministas. Lo del Kike... Oye si siempre nos hemos rodeado de todo, para qué estamos con cosas. Pero el límite es el buen gusto, uno puede hacer chistes, yo creo y lo digo en el show, uno puede hacer chistes de la característica de una persona que no impide llevar una vida normal. Hay diferencia en hacer un chiste de un guatón, de un pelado, de un cabezón, y hacer un chiste de un manco, de un ciego o de un cojo, no es lo mismo.
- ¿Cree que los humoristas más de su estilo, más de la vieja escuela por decirlo de alguna forma, tienen cabida hoy en día? porque ahora está más de moda los standuperos más que el clásico cuenta chistes…
- Para mí el stand-up lo único novedoso es el nombre, porque yo siempre he hecho humor de pie. Además que yo tengo rutinas de hace 20, 30 años que perfectamente se podrían definir como rutinas de stand-up. Son monólogos que van hilados con chistes... a lo mejor fui adelantado en eso, porque lo que hago ahora es lo mismo que vengo haciendo hace 30 años. Los monólogos son muy de stand-up, no son chistes desarticulados, con alta observación y harta críticas más o menos cabezonas, lo que pasa es que como dicen que soy el rey del chiste adelantado, hay cosas que no se entendieron en el momento, como el chiste .cl y todas esas cosas. Bueno, había que saberse la tabla periódica para entender el chiste... entonces, creo que estoy totalmente para estos tiempos, creo que la gente me va a ver y me agradece, no se ve una cosa antigua.
Cabe destacar que Ricardo Meruane estará todos los martes de mayo en el Gran Refugio, a contar de las 20 horas. El lugar queda ubicado en Rancagua 395, Esquina Condell. Los tickets están disponibles a través del sistema Ticketmaster.
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